miércoles, 23 de junio de 2010

ERA NECESARIO QUE EL MESÍAS PADECIESE (9 de 9)

Ungido contra Ungido

7 Conclusión
He partido de las palabras de Jesús a los de Emaús y he tratado de reconstruir los que pudieron ser los cauces de su argumentación escriturística. Jesús, recorriendo las Sagradas Escrituras les demostró con una evidencia espiritual que encendía sus corazones, que el Mesías (el Ungido, el Elegido) debía necesariamente padecer estas cosas (griego: tauta) para entrar así en su gloria. Hemos querido mostrar a qué se refiere ese tauta: estas cosas. Es la contradicción por parte de otros ungidos, elegidos y amados de Dios: los suyos no lo recibieron. Este clásico camino bíblico del rechazo de un elegido por otro, es el que debía recorrer Jesús para corregirlo. Y en esto mismo estaba el título que lo hace acreedor a su gloria. En eso está la manifestación de lo más íntimo de su grandeza propia, humana y divina.

miércoles, 16 de junio de 2010

ERA NECESARIO QUE EL MESÍAS PADECIESE (8 de 9)

Ungido contra Ungido

En la intención de Dios, la elección por la cual alguien es amado, está al servicio del amor universal que abraza a todos. Dios elige a uno en bien de todos. sus elegidos tienen una misión de servicio. Como los ángeles. La envidia del Diablo es negación de servir, negación a la caridad. Dios lo abraza y abarca todo en su amor. Su Espíritu es un espíritu de comunión. La Unción, la elección, está siempre destinada a la comunión. Por eso, la envidia, contraria a la caridad, se opone directamente a la intención de Dios, cuyos pensamientos son pensamientos de paz y no de discordia (Jeremías 29,11).

7 Unción para servir
A la ruptura de la comunión por envidia y rivalidad entre sus elegidos, el Señor resucitado quiere sustituirle una circulación de amor y de gracia que una a todos con todos. La Caridad es la virtud contraria de la envidia: no busca su propio interés (1 Corintios 13,5). Puestos a servir y a promover el bien de los demás, se inclinarán a alegrarse de ese bien. La circulación del amor y la gracia sólo es posible por el camino del Siervo. Y no aceptar ese camino es -otra vez más- equivalente al rechazo del Ungido por excelencia: Cristo y su camino del amor sufriente.

miércoles, 9 de junio de 2010

ERA NECESARIO QUE EL MESÍAS PADECIESE (7 de 9)

Ungido contra Ungido

6 Galería de Ungidos contra Ungidos
El texto de Melitón de Sardes citado antes, enumeraba una galería de figuras bíblicas. A Melitón le interesa mostrar que son justos sufrientes y enseñar que en ellos era Cristo quien padecía. A nosotros, en cambio, nos interesa observar aquí que en dichos ejemplos se trata de parejas de elegidos, en las que uno sufre a manos del otro: Abel-Caín, Isaac-Abraham; Jacob-Labán; Jacob-Esaú; José-sus hermanos; David-Saúl; Moisés-su pueblo; los profetas-los reyes impíos: los profetas-los profetas del rey, los sacerdotes, el pueblo rebelde.
Consideremos dos eslabones de esta cadena de ejemplos: Moisés y David.

6.1 Moisés
Moisés merece especial atención porque padece la rebeldía del pueblo elegido,

miércoles, 2 de junio de 2010

ERA NECESARIO QUE EL MESÍAS PADECIESE (6 de 9)


Ungido contra Ungido

5 La persecución de un Elegido por Otro
La Piedra de escándalo de los de Emaús.


(La imagen:
José vendido como esclavo
por sus hermanos )


Lo que escandalizaba a los de Emaús no eran solamente los horrores de la Pasión globalmente considerados, sino el hecho de que Jesús de Nazareth, que para ellos era un hombre de Dios en quien habían cifrado sus esperanzas de salvación, había muerto a manos de "nuestro sumos sacerdotes y magistrados" (Lucas 24,19-21).

miércoles, 26 de mayo de 2010

ERA NECESARIO QUE EL MESÍAS PADECIESE (5 de 8)

El drama de la persecución al Papa y a la Iglesia, que viene "principalmente" del pecado que hay en la Iglesia, muestra que el drama del "Ungido contra ungido" es intrínseco al camino de la salvación. El Papa y los discípulos fieles al Señor viven en todos los tiempos lo que vivió Jesucristo. Hoy también.

La novedad que podemos descubrir hoy en este mensaje reside en el hecho de que los ataques al Papa y a la Iglesia no sólo vienen de fuera, sino que los sufrimientos de la Iglesia proceden precisamente de dentro de la Iglesia, del pecado que hay en la Iglesia. También esto se ha sabido siempre, pero hoy lo vemos de modo realmente tremendo: que la mayor persecución de la Iglesia no procede de los enemigos externos, sino que nace del pecado en la Iglesia y que la Iglesia, por tanto, tiene una profunda necesidad de volver a aprender la penitencia, de aceptar la purificación, de aprender, de una parte, el perdón, pero también la necesidad de la justicia. El perdón no sustituye la justicia.
romereportsesp — 21 de mayo de 2010 — www.romereports.com

sábado, 22 de mayo de 2010

PENTECOSTÉS
EL ESPÍRITU SANTO
San Cirilo de Jerusalén

EL AGUA VIVA DEL ESPÍRITU SANTO

El agua que yo le daré se cnvertirá en él en manantial de agua viva, que brota para comunicar vida eterna.


Se nos habla aquí de un nuevo género de agua, un agua viva y que brota; pero que brota sólo sobre los que son dignos de ella.
Mas ¿por qué el Señor da el nombre de agua a la gracia del Espíritu?
Porque el agua es condición para la pervivencia de todas las cosas, porque el agua es el origen de las plantas y de los seres vivos, porque el agua de la lluvia baja del cielo, porque deslizándose en uncurso siempre igual, produce efectos diferentes. Diversa es, en efecto, su virtualidad en una palmera o en una vid, aunque en todos es ella quien lo hace todo, ella es siempre la misma, en cualquiera de sus manifestaciones, pues la lluvia, aunque cae siempre del mismo modo, se acomoda a la estructura de los seres que la reciben, dando a cada uno de ellos lo que necesitan.

miércoles, 19 de mayo de 2010

ERA NECESARIO QUE EL MESÍAS PADECIESE (4 de 9)

Ungido contra Ungido

4 El Magisterio de Juan Pablo II sobre el sufrimiento

Para referirnos sólo al Magisterio más reciente, recordemos que el Papa Juan Pablo II, ha vuelto a proponernos en su carta encíclica Salvifici Doloris, sobre el valor salvífico del sufrimiento, la enseñanza cristiana sobre el sufrimiento humano y en particular del cristiano:

"El sufrimiento - enseña el Papa - está en el mundo para provocar amor, para hacer nacer obras de amor al prójimo".
En este amor enseñado por el sufrimiento y aprendido en él, se realiza totalmente y alcanza su dimensión definitiva el significado salvífico del sufrimiento.

miércoles, 12 de mayo de 2010

ERA NECESARIO QUE EL MESÍAS PADECIESE (3 de 9)

Ungido contra Ungido

"El - Jesucristo - es quien sufría tantas penalidades en la persona de muchos otros: El es quien fue muerto en la persona de Abel y atado en la persona de Isaac, El anduvo peregrino en la persona de Jacob y fue vendido en la persona de José, él fue expósito en la persona de Moisés, degollado en el cordero pascual, perseguido en la persona de David y vilipendiado en la persona de los profetas" (Melitón de Sardes)

Imagen: El cordero (Zurbarán)


3. El sufrimiento como pedagogía purificadora de los justos
3.1 El Antiguo Testamento


El Antiguo Testamento conoce ya el tema de la purificación del justo por los sufrimientos:
"Hijo, si te llegas a servir al Señor, prepara tu alma para la prueba ... porque en el fuego se purifica el oro y los adeptos de Dios en el horno de la humillación" (Eclo. 2,1-5).
"Debemos dar gracias al Señor Nuestro Dios que ha querido probarnos como a nuestros Padres. Recordad lo que hizo con Abraham, las pruebas que hizo pasar a Isaac, lo que aconteció a Jacob en Mesopotamia de Siria, cuando pastoreaba el rebaño de Labán, el hermano de su madre. Cómo les puso a ellos en el crisol para sondear sus corazones, así el Señor nos hiere a nosotros, los que nos acercamos a El, no para castigarnos, sino para amonestarnos" (Judit 8,25.27).

miércoles, 5 de mayo de 2010

ERA NECESARIO QUE EL MESÍAS PADECIESE (2 de 9)

Ungido contra Ungido

El argumento del Ungido contra ungido, pertenece a la esencia de aquella consolación pascual de los de Emaús y alimentaba el fuego que sentían arder en sus corazones mientras Jesús les iba explicando por el camino este misterio a la luz de las Escrituras, cuyo evidencia les abrasaba el corazón.

2 La Consolación que dan las Escrituras

Jesús resucitado les sale al paso en el camino a los discípulos de Emaús, escandalizados por el conflicto entre los príncipes del pueblo, ungidos de Dios, y Jesucristo, también ungido, como el Mesías.

Jesús los consuela mediante la explicación de las Sagradas Escrituras, demostrándoles que, según ellas: "Era necesario que el Ungido padeciera "estas cosas" y entrara así en su gloria" (Lucas 24,26-27.44-48).

Es este un primer ejemplo magistral y ejemplar, dado por Jesús mismo, de lo que en la tradición cristiana se conocerá como "el consuelo que dan las Escrituras":

miércoles, 28 de abril de 2010

ERA NECESARIO QUE EL MESÍAS PADECIESE (1 de 9)

Ungido contra Ungido

"Era necesario que el Mesías padeciera estas cosas"
(Lucas 24,26)
" El Oficio de Consolar que Cristo trae"
(EE 224 y 303)

El drama de la acedia, que no entendían los discípulos de Emaús, es un misterio que se encuentra a lo largo de toda la historia de la salvación. Ese drama ilumina particularmente las situaciones de acedia eclesial. Por eso me pareció oportuno reproducir aquí este estudio que se ocupa de la acedia ante la Cruz, de la rivalidad entre miembros de un mismo pueblo de Dios, y de los remedios que Dios mismo quiso poner a este mal. A lo largo de las siguientes ocho entradas trato de explorar cuál pudo ser el contenido de la explicación de las Sagradas Escrituras que Jesús les dio a los discípulos y con la que les ardía el corazón por el camino.


1 El Escándalo de la Cruz

La muerte de Nuestro Señor Jesucristo les resultaba a los discípulos de Emaús particularmente incomprensible porque había sucedido por sentencia de "nuestros sumos sacerdotes y magistrados". Lo que les resultaba más desconsolador y escandaloso era que hubiese muerto así.

Se trata del hecho doloroso e incomprensible de la muerte de un ungido a manos de otro ungido. De "un profeta poderoso en obras y en palabras delante de Dios y de todo el pueblo" a manos de "nuestros sacerdotes y magistrados", o sea del pueblo elegido de Dios representado por sus autoridades.