miércoles, 18 de abril de 2012

JESUCRISTO RESUCITADO RECONFORTA A LOS SUYOS

"MIRAR EL OFICIO DE CONSOLAR QUE CRISTO NUESTRO SEÑOR TRAE"
En la Cuarta Semana de Ejercicios Espirituales dedicada a la Resurrección del Señor San Ignacio de Loyola le propone al ejercitante, como quinto punto a contemplar en las apariciones del Resucitado: "Mirar el oficio de consolar que Cristo Nuestro Señor trae, comparando cómo unos amigos suelen consolar a otros" (EE.224).

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Contenido1.- El ejercitante experimentado en consolación en la cuarta semana
2..- Puede confrontar las consolaciones recibidas con los paradigmas bíblicos
3.- Un ejercitante que se supone ya avezado
4.- Paraklesis: las varias formas bíblicas de consolación
5.- Jesús consolador
6.- Consuelo y contemplación para alcanzar amor
7.- El que da los ejercicios ha de imitar al Señor que trae consuelo
8.- "Comparando cómo unos amigos suelen consolar a otros"
9.- La consolación de las Escrituras
10.- La consolación en la prueba
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1.- El ejercitante experimentado en consolación en la cuarta semana
La palabra consolar, con que Ignacio califica el oficio que trae el Resucitado, no es nueva para el ejercitante a esta altura del Mes de Ejercicios. Ni lo es tampoco la experiencia espiritual que ella designa. El que hace los ejercicios habrá experimentado durante ellos mociones de diversos espíritus, consolaciones y desolaciones y la alternancia de ambas, así como su intrínseca correlación.

La explicación de las reglas de discernimiento de espíritus que quien le da los ejercicios le habrá ido administrando; la instrucción acerca de la desolación y consolación que los Directorios encarecen que se le dé al ejercitante antes de entrar en la materia de las elecciones:

"Siempre el que da los ejercicios le demande consolación y desolación, y lo que ha pasado por él en el ejercicio o ejercicios que ha hecho después que la última vez le habló" leemos en el Directorio ignaciano llamado autógrafo (Monumenta Historica Societatis Iesu, Exercitia et Directoria, p.779).

Y algo más adelante: "Declarando la primera parte de la elección, donde no se puede hacer fundamento para buscarla, debe venir a la segunda. La segunda, que es de consolación y desolación, debe declarar mucho qué cosa es la consolación, yendo por todos sus miembros, como son paz interior, alegría espiritual, esperanza, fe, amor, lágrimas y elevación de mente, que todos son dones del Espíritu Santo. La desolación es el contrario, del espíritu malo y dones del mismo, así como guerra contra la paz, tristeza contra gaudio espiritual, esperanza en cosas bajas contra la esperanza en las altas; así el amor bajo contra el alto, sequedad contra lágrimas, vagar la mente en cosas bajas contra la elevación de la mente" (Lugar citado p.780).