martes, 24 de enero de 2012

HISTORICIDAD DE GÉNESIS 1-11

Algún lector del Blog se muestra extrañado de que se pueda decir, - como lo he hecho en la entrada dedicada al relato del Diluvio, y como ha subrayado el periodista Emilio Nazar en los comentarios a esa entrada -, que se pueda decir que esos relatos son "históricos". La extrañeza se debe a que no entienden el sentido de la afirmación. Espero que lo siguiente ayude a disipar ese malentendido:

Afirma SS Pío XII en la Encíclica Humani Generis, del 12 de agosto de 1950, en su número 31
:


"...los once primeros capítulos del Génesis, aunque propiamente no concuerdan con el método histórico usado por los eximios historiadores grecolatinos y modernos, no obstante pertenecen al género histórico en un sentido verdadero, que los exegetas han de investigar y precisar; los mismos capítulos [...], con estilo sencillo y figurado, acomodado a la mente de un pueblo poco culto, contienen ya las verdades principales y fundamentales en que se apoya nuestra propia salvación, ya también una descripción popular del origen del género humano y del pueblo escogido".

Como se ve, el Papa distingue dos sentidos de la palabra "histórico".

Uno que es aquél en que se usa en referencia a los "métodos" de la ciencia histórica, grecolatina y moderna. (Los relatos que contienen esos primeros 11 capítulos no pertenecen, evidentemente a lo que entiende esa ciencia como "hechos históricos").

Otro sentido es el se emplea en la hermenéutica bíblica para designar los géneros literarios"históricos" empleados en las Sagradas Escrituras, para designar lo que Dios revela en esos once primeros capítulos, empleando un lenguaje o género literario que no es el de las ciencias históricas modernas pero es verdadero, real, objetivo.

En hermenéutica bíblica se entiende por "género histórico" un género en que se trasmite una revelación divina verdadera, real y objetiva acerca de Dios, del hombre y de la relación sucedida entre ambos en tiempos "pre-históricos", inalcanzables para la ciencia histórica humana, pero cuyos efectos y consecuencias perduran hasta hoy. Y pueden ser y son, por eso, "verificados" por los que creen en la revelación histórica y su objetividad, permitiéndoles comprender mejor el presente.

Quien lea atentamente, sin precipitación, la entrada sobre el Diluvio que publiqué y los comentarios de Don Emilio Nazar, verá que allí no se afirma que "el diluvio mismo sea histórico" (aunque tampoco se lo niega, porque la pregunta de la crítica histórica es im-pertinente, es decir, no viene al caso).

Sino que allí coincidimos el Sr. Nazar y yo, acordes con el magisterio de Pío XII en afirmar que "el relato del diluvio" pertenece al "género histórico" y trasmite una verdad objetiva, real y en ese sentido "histórica", acerca de Dios y del hombre, y de un momento pre-histórico, de esa relación.

Una verdad que no es acerca del hecho del diluvio mismo sino de lo que ese relato revela acerca de las relaciones históricas entre Dios y la humanidad malvada.

Si alguien está interesado en más información o aclaraciones sobre este tema las brindaré gustoso.

Sólo espero que el diálogo se mantenga dentro de las normas elementales del respeto a la verdad y a los que esforzadamente la buscan y la trasmiten. Es lo mínimo que uno se merece.

¿El sembrador o las semillas?

Anselm Grün: Interpretación psicologista.
El sentido acomodado no es sentido Bíblico


Anselm Grün interpreta la parábola del sembrador y muchos otros pasajes evangélicos en una clave psicologista, que no es un sentido propiamente bíblico sino un sentido acomodado o traslaticio. El Sentido bíblico es el que intentó el escritor sagrado. El sentido acomodado o traslaticio, es un sentido ajeno al sentido bíblico, que le atribuye arbitrariamente un lector.

El benedictino alemán Anselm Grün ha dedicado un libro a la explicación del Evangelio de Marcos. En ese libro yuxtapone, como si fueran igualmente buenas, interpretaciones bíblicas verdaderas con otras interpretaciones psicologistas, que son ajenas al sentido literal del evangelio y son solamente traslaticias o acomodadas a sentidos psicológicos, no bíblicos. Para él Jesús es "camino hacia la libertad". Pero no se trata de la libertad evangélica de los hijos de Dios, sino de la libertad de los psicólogos para la autorrealización y la autonomía del yo. Al explicar nuestra parábola, Grün cree encontrar en ella sus propias teorías sobre cuatro tipos de hombre. Y si bien Anselm Grün habla de Jesús, de la Palabra de Dios, de la apertura a la palabra del Evangelio y de los frutos que dará en su vida el recibirla, una lectura atenta demuestra que su interpretación no es propiamente bíblica, sino que va en un sentido predominantemente acomodado o translaticio, que no puede llamarse propiamente sentido bíblico, y que pone al lector en una pista por lo menos distractiva, de naturaleza psicológica más que religiosa. Anselm Grün - me comentó certeramente un obispo amigo - lee el Evangelio como un libro de autoayuda.

Para Anselm Grün, Jesús habla, en la parábola, de "cuatro tipos de hombre que escuchan la Palabra de Dios". "Jesús quiere advertirnos para que no tomemos la Palabra de Dios superficialmente". Pero él lo hace al pasar de largo sobre el sentido literal que es el que el autor sagrado dijo y quiso decir. Los daños que Anselm Grün considera que se siguen de no recibir la semilla en buena tierra son de orden psicológico y no religioso. Da la impresión de que la interpretación de Anselm Grün no servirá al lector para entrar en el misterio del Reino, sino que lo dejará oyendo sin entender, viendo sin ver, y en último término sin convertirse para obtener el perdón al entrar en la comunión de fe y amor con Cristo y con el Padre.