viernes, 12 de octubre de 2012

GO'EL: EL DIOS PARIENTE En la Cultura Bíblica (17 de 27)

Se ha dicho de Claude Lévi-Strauss que el suyo es el pensamiento "mas rigorosamente ateo de nuestro tiempo".
[En la foto: Claude Lévi-Strauss]

Eso explica que no considere precisamente lo más esencial para entender la visión bíblica del Dios-Pariente y del parentesco de Alianza humano como imagen y semejanza del divino. Él no podría concebir  un sistema de parentesco del que puediera ser miembro Dios y, menos aún, la visión cristiana de las bodas del Verbo-Cordero-Mesías con la Iglesia.  Sin embargo ése es el sistema de parentesco de Bíblico.


Pero hay algo aprovechable en su "antropología estructural" y en su visión de la "estructura elemental de parentesco". Ese algo es el relieve que le da a la alianza matrimonial como esencia y fuente de todo parentesco. Él pone de relieve la alianza como la fuente humana de la estructura elemental de parentesco. Ha visto bien que es de la alianza esponsal de la que brotan los vínculos de parentesco de sangre. Y los vínculos de sangre, por la prohibición del incesto, excluyen un pacto de alianza matrimonial entre consanguíneos. La Alianza es origen del verdadero parentesco. Tanto entre marido y mujer, como entre El Dios Pariente y el Pueblo de la Alianza. En este punto, el ateo radical está de acuerdo con san Pablo en que "la carne y la sangre de nada sirven" sino que es el Espíritu del Amor el que de la vida.


4.- La naturaleza del parentesco humano y divino
Cuando se oye atribuir al Dios bíblico el título de Dios-Pariente, puede producirse una reacción de sorpresa. Resulta extraño atribuirle al Dios bíblico el atributo del parentesco, porque se evocan inmediatamente realidades de carne y sangre que no parecen predicables del Dios bíblico.