martes, 28 de agosto de 2012

P.Horacio Bojorge - El demonio de la acedia 13/13
La Civilización del Amor




  Eco:
Estimado Padre:
 Gracias por esa serie sobre el demonio de la acedia.
Reconozco en ella un sentimiento que me ha atacado durante toda mi vida-ahora tengo 72 años.
He seguido proclamando la palabra como profesora de Biblia pero lo que enseñaba no tacaba mi alma.
A veces preguntaba, ¿qué es la alegría o el gozo en el Señor?
Era algo que no se había hecho para mí. Quiero orar para que este demonio de la acedia se aparte de mí.
¿Recomienda alguna oración además de la de s. Miguel Arcángel?
Alina

 Muy estimada Alina:
¡Muchas gracias por su eco a estos videos!
En cuanto a su pregunta, la remito al capítulo séptimo de mi libro “En mi sed me dieron vinagre”. Puede verlo en Catholic.net:  http://es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=143&capitulo=1304

 Y también trato acerca de los remedios en los video 11 y 12 de la serie "El Demonio de la Acedia":

 El 11: http://www.youtube.com/watch?v=hcFG79xf2Sg
 El 12: http://www.youtube.com/watch?v=zhyYHe42fow

 Lo adecuado no es enfrentar al demonio, sino contemplar los bienes divinos con el corazón. 
La letra de la Escritura también puede matar si no se la lee con el Espíritu y el corazón.

 Le recomiendo que lea pero sobre todo escuche explicaciones de las Sagradas Escrituras animadas por el Espíritu de Amor que inspiró a los que las escribieron.
Habría muchas para indicarle.
 Me limitaré a aconsejarle las abundantes y profundas del P. Jesús Villarroel O.P. que contagian amor divino y enseñan cómo hacer actos de amor a Dios, ya que la virtud infusa de la caridad pide que hagamos actos de amor a Dios.

Le adjunto los enlaces a los comentarios al Cantar de los Cantares del P. Villarroel. http://gratuidad.com/09_Ejercicios/071201_Oseira/071201_Oseira.htm
 Todas sus predicaciones las podrá buscar y escuchar en la página http://www.frayescoba.info/

 Y también le ofrezco mis mucho más modestas meditaciones sobre la vida filial a la luz del Sermón de la Montaña y las Bienaventuranzas
¡Cómo desearía que el Señor les diera eficacia para que incendiaran el mundo entero en el amor divino!
  http://es.catholic.net/escritoresactuales/403/2083/articulo.php?id=1968