viernes, 29 de octubre de 2010

APOCALIPSIS 12 - S. S. Benedicto XVI

Madre de Dios y de la Iglesia
Benedicto XVI

"Teniendo en cuenta este nexo entre Theotókos y Mater Ecclesiae, nuestra mirada va hacia el último libro de la Sagrada Escritura, el Apocalipsis, donde, en el capítulo 12, aparece precisamente esta síntesis. La mujer vestida de sol, con doce estrellas sobre la cabeza y la luna bajo sus pies, da a luz. Y da a luz con un grito de dolor, da a luz con gran dolor. Aquí el misterio mariano es el misterio de Belén extendido al misterio cósmico. Cristo nace siempre de nuevo en todas las generaciones y así asume, recoge a la humanidad en sí mismo. Y este nacimiento cósmico se realiza en el grito de la Cruz, en el dolor de la Pasión. Y a este grito de la Cruz pertenece la sangre de los mártires".

Intervención del Papa durante la primera Congregación General en el Sínodo de los Obispos para Oriente Medio
CIUDAD DEL VATICANO, lunes 11 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación el texto de la meditación que el Papa Benedicto XVI realizó hoy por la mañana en el aula del Sínodo, durante la primera Congregación General de la Asamblea Especial para Oriente Medio del Sínodo de los Obispos.

Queridos hermanos y hermanas,

el 11 de octubre de 1962, hace treinta y ocho años, el papa Juan XXIII inauguraba el Concilio Vaticano II. Se celebraba entonces el 11 de octubre la fiesta de la Maternidad divina de María y, con este gesto, con esta fecha, el papa Juan quería confiar todo el Concilio a las manos maternales, al corazón maternal de Nuestra Señora. También nosotros comenzamos el 11 de octubre, también nosotros queremos confiar este Sínodo, con todos sus problemas, con todos sus desafíos, con todas sus esperanzas, al corazón maternal de Nuestra Señora, de la Madre de Dios.