martes, 7 de febrero de 2012

SENTIDOS BÍBLICOS (1)

A pedido de Edita y de otros amigos, voy a dedicar algunas entradas a los “sentidos bíblicos”.
¿Cuál es el sentido de un texto bíblico? ¿Es el que le da el lector? ¿O es el sentido que quiso darle y le dio el que lo escribió? ¿Quién es el que tiene la inspiración divina para entender lo que Dios quiere decir en un texto bíblico? ¿Basta con quedarse en lo que “el texto me dice a mí”? Ya con estas preguntas se sugieren las respuestas.
Algunos pretenden que el lector tiene el Espíritu Santo y que por lo tanto entiende las Sagradas Escrituras por sí mismo y sin otra ayuda que la del Espíritu Santo, pues éste le hace entender lo que lee. Este es un error de Lutero y de muchos protestantes. Pero hoy se extiende también en muchos ambientes católicos interesados por el estudio de las Sagradas Escrituras, como son los grupos bíblicos. Por eso conviene despejar este error exponiendo la recta doctrina de la fe acerca de la interpretación de las Sagradas Escrituras.

Constitución Dei Verbum del Vaticano II
La parte de la doctrina católica que se ocupa de la recta interpretación de la Sagrada Escritura se llama Hermenéutica. A ella le corresponde también una rama de la ciencia teológica que se conoce por el mismo nombre: Hermenéutica. La doctrina hermenéutica de la Iglesia católica acerca de la interpretación de la Sagrada Escritura está expuesta resumidamente en la Constitución Dei Verbum del Concilio Vaticano II, en el numeral 12 que dice así: