1.6. Del epos al ethos
He hecho esta digresión a fin de exponer mejor mi convicción, formada en la lectura de las obras de Mircea Eliade, de que toda épica es, en el fondo, fundamento de una ética.
En todos los pueblos y culturas el epos funda el ethos. La narración del pasado, ya sea mítico ya sea histórico pero miticizado, - como evocación de los orígenes, como rememoración de las gestas divinas o heroicas que es -, tiene una función de hermenéutica existencial, es decir cultural y pretende arrojar luz y decir algo significativo para el presente.
El conocimiento de lo que fue, funda la normativa de lo que ha de ser, y de lo que se debe hacer. La narración épica apunta y termina en la práctica, en la moral, en las costumbres, es decir en la ética. Toda cultura conoce o genera un relato, o varios relatos, y una serie de imperativos y modos de actuar que son su co-rrelato.
La impregnación religiosa de toda la cultura, - como ha venido a afirmar la ciencia comparativa de las religiones - no es, pues, algo exclusivo de la cultura bíblica, ni siquiera de las grandes culturas del mundo antiguo o de los pueblo primitivos, sino un patrimonio común de toda cultura humana.
Como ha dicho Mircea Eliade: "'Lo sagrado', es un elemento de la estructura de la conciencia, y no un estadio de la historia de la conciencia" (como pretendía Comte) [Véase: Mircea Eliade, Historia de las Creencias y de las Ideas Religiosas, Ed. Cristiandad, Madrid 1978, T.I, p. 15. (Ed. orig.: Histoire des Croyances et des Idées Religieuses, Ed. Payot, Paris 1976)].
Y en otro lugar afirma Mircea Eliade: "En los niveles más arcaicos de la cultura, todo el vivir del ser humano es ya de por sí un acto religioso, pues tomar el alimento, ejercer la sexualidad y trabajar son actos que poseen un valor sacramental. Dicho de otro modo: ser -o más bien hacerse hombre -significa ser religioso" [Véase: Mircea Eliade, Lo Sagrado y lo Profano, Ed. Guadarrama, Madrid 1967 p.196 (Ed. orig. Das Heilige und das Profane, Rohwolt Taschenbuchverlag, Hamburg 1957)].
Al reactualizar la historia sagrada mediante la recitación de los relatos míticos o mediante la celebración festiva de ritos, al imitar el comportamiento divino, el hombre se instala y se mantiene junto a los dioses, es decir, en lo real y significativo .
1.7. Culto, cultivo y cultura Es significativo que la misma palabra cultura esté vinculada en su origen a la palabra culto, y ambas a la palabra cultivo. Podríamos decir que la cultura es la manera como un determinado grupo humano vive la relación entre el culto religioso y el cultivo de la tierra, o sea el trabajo. Dicho en otras palabras, la cultura es la forma en que se espejan recíprocamente la acción de los hombres y la acción de Dios o de los dioses.
La misma relación entre la terna de raíz latina: culto-cultivo-cultura, existe en hebreo entre los derivados de una misma raíz 'abád: 'abodáh, designa tanto el culto del templo, como el trabajo y las tareas agrícolas.
Las religiones bíblicas, el judaísmo y el cristianismo, no son excepción. Antes por el contrario, son ejemplo de la impregnación religiosa de toda la cultura, y de lo que venimos diciendo acerca de la relación existente entre teogonía o teología y ethos o ética.
Toda la Sagrada Escritura, Antiguo y Nuevo Testamento, puede considerarse como el gran relato épico, que funda y da su identidad a Israel y a la Iglesia, y del que deriva la conducta, mejor dicho, la cultura, el modo de vivir del creyente, ya sea judío, ya cristiano. Lo que une a las diversas ramas o variantes culturales a que da origen la cultura bíblica, es más que lo que las separa.
Cuando decimos religión queremos referirnos a las religiones bíblicas, que son como es sabido varias: Judaísmo, con sus numerosas variantes, samaritana, esenia, farisea, saducea, etc.; Cristianismo, con sus no menor cantidad de iglesias y variantes. Las englobamos, porque no necesitamos ni queremos pronunciarnos sobre cada una de ellas en particular. El Dios Pariente es parte del patrimonio de la religión judía que Cristo y el cristianismo preservaron. Y en este sentido podemos hablar del Dios Pariente en la Religión Bíblica.