Israel como paloma Detengámonos un momento a recordar la evidencia textual a la que nos referimos y donde Israel es simbolizado o figurado como paloma.
La paloma, es el ave más frecuentemente mencionada en la Biblia. En hebreo con los nombres de yonáh (paloma), tor (tórtola) y gozal (palomino). En griego: peristerá.
En el Salmo 74 el salmista intercede ante el Señor por el pueblo que está siendo oprimido por Asiria y se refiere a él en estos términos: “El enemigo ha arrasado del todo el santuario... Un pueblo insensato desprecia tu nombre ; no entregues a los buitres la vida de tu tórtola” (Salmo 74,3.19.
En los Salmos se ve al Israel que sale de Egipto enriquecido con objetos de oro y plata: “sacó a su pueblo [de Egipto] cargado de oro y plata” (Salmo 104,37) y se canta poéticamente este hecho viendo a Israel como una paloma cuyo plumaje tiene tintes metálicos: “mientras reposaban en los apriscos las alas de la paloma se cubrían de plata y el oro destellaba en sus plumas” (Salmo 68,14)
El profeta Oseas compara a Efraím con una paloma: “Efraín es como una paloma tonta, sin cordura [keyonáh fotáh eyn-leb]; llaman a Egipto, pero acuden a Asiria. Dondequiera que acudan, yo echaré mi red sobre ellos, como a las aves del cielo los atraparé, y los castigaré por su maldad” (Oseas 7,11-12). “Temblarán como un pajarillo [ketsifor] al venir de Egipto, como una paloma [keyonáh] desde el país de Asiria; y yo los haré habitar en sus casas -oráculo de El Señor” (Oseas 11,11).
Los gentiles como palomas según Isaías Pero no sólo Israel es comparado con las palomas. Isaías compara a los pueblos gentiles que vendrán a adorar a Dios en el templo de Jerusalén con bandadas de palomas acudiendo hacia sus palomares – lo que supone que eran cosa común en ese medio y época - y a flotas de naves que vienen desde Tarsis trayendo a los peregrinos de todas las naciones: “¿Quiénes son estos que como nube de palomas vuelan a sus palomares? [wekhayoním ‘el ‘aruvotehém] Los barcos [‘iyyím] se juntan para mí, y los navíos de Tarsis [wa’oniyót tarshish] en cabeza, para traer a tus hijos de lejos, junto con su plata y su oro, por el nombre de El Señor tu Dios y por el Santo de Israel, que te hermosea. Hijos de extranjeros construirán tus muros, y sus reyes se pondrán a tu servicio”,(Isa 60, 8-9).
La pregunta “¿Quiénes son éstos?” evoca la del Cantar acerca de la amada y parece aplicar a las Naciones convertidas en adoradoras de Dios lo que en la alegoría del Cantar se aplica al pueblo elegido: ¿Quién es ésta que se asoma como el alba, hermosa como la luna y límpida como el sol, terrible como escuadrón a banderas desplegadas? Cantar 6,10; “Quién es esa que sube del desierto, apoyada en su amado? Cantar 8,5
Palomas y naves de Tarsis No pueden dejar de llamarnos la atención las coincidencias de vocabulario entre este pasaje de Isaías y el comienzo del libro de Jonás. En ambos pasajes encontramos palomas y naves de Tarsis. Sólo que el movimiento es inverso y opuesto. En Isaías las naciones acuden como nubes al palomar del templo y también las naves de Tarsis traen a los peregrinos. En el libro de Jonás Jonás, la paloma huye en una nave de Tarsis. La evocación del pasaje de Isaías parece intencionada por el autor de Jonás. A mi parecer pertenece a las claves ocultas de lectura que el ingenioso autor gusta manejar en su cacería del tesoro.
Hay también homofonía en la lengua hebrea entre las palabras Yonáh (Jonás, paloma) y oniyyáh (nave). Como la habrá entre dag (pez) y gadol (grande) que danlugar, juntos, al juego de palabras dag gadol.
Digamos de paso que las naves de Tarsis eran las naves de ultramar de la época, que eran capaces de hacer la travesía del Mediterráneo hasta España y su Finisterre o fin del mundo.
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