Su Santidad el Papa Pío XII enseña lo siguiente acerca del uso acomodado o translaticio de la Sagrada Escritura:

"Pongan, pues, en claro y expliquen los exégetas católicos, con la diligencia que la dignidad de la divina palabra pide, este sentido espiritual intentado y ordenado por el mismo Dios, pero guárdense religiosamente de proponer como genuino sentido de las Sagradas Escrituras otros sentidos traslaticios; pues aunque, al desempeñar el cargo de la predicación, puede ser útil, para ilustrar y recomendar las cosas de la fe y costumbres, un más amplio uso del sagrado texto en sentido traslaticio, siempre que se haga con moderación y sobriedad, nunca, sin embargo, ha de olvidarse que este uso de las palabras de la Sagrada Escritura le es a ésta como exterior y añadido, y que, sobre todo hoy, no deja de ser peligroso, pues los fieles cristianos, principalmente los instruidos en las ciencias sagradas y en las profanas, quieren saber lo que Dios nos da a entender en las Sagradas Escrituras, más bien que lo dicho por un facundo orador o escritor, empleando con cierta habilidad las palabras de la Biblia. Ni necesita tampoco la palabra de Dios, viva y eficaz y más penetrante que espada de dos filos, y que llega hasta la división del alma y del espíritu, y de las coyunturas y las médulas, y discernidora de los pensamientos e intenciones del corazón, de artificios o arreglos humanos para mover los corazones y excitar los ánimos, porque las mismas sagradas páginas, escritas bajo la inspiración divina, tienen por sí mismas abundancia de un primer sentido; enriquecidas de divina virtud, valen por sí; adornadas de soberana hermosura por sí lucen y resplandecen, siempre que el intérprete las explique tan íntegra y fielmente, que saque a luz todos los tesoros de sabiduría y prudencia que en ellas se encierran". (Divino Afflante Spiritu Nº 16) [Vers. 09 Nov 2008]