jueves, 18 de junio de 2009

SAN PABLO
Y EL MATRIMONIO CRISTIANO (11)

El Surgimiento de la cultura esponsal cristiana
en las cartas de San Pablo


Éfeso: El Misterio grande, el matrimonio sanado bajo el signo de Cristo [2]
Cuando los esposos son, ambos, hijos de Dios Padre

90) Sigue diciendo Pablo a los efesios: “Sed pues imitadores de Cristo como hijos queridos y vivid en la caridad como Cristo os amó y se entregó por nosotros” (Efesios 5, 2). Es el ideal, ¿no? Cristo murió por los hombres, y éste es el modelo que va a poner Pablo al varón cristiano: así como Cristo murió por nosotros vos tenés que morir por tu mujer. Morir incluso a tu pasión por amor a tu esposa. “La fornicación y toda clase de impureza ni se mencione entre vosotros, como conviene a los santos. Lo mismo que la grosería, las necedades, las chocarrerías, cosas que no están bien; sino más bien, acciones de gracias. Porque tened entendido que ningún fornicario o impuro o codicioso, que es lo mismo que idólatra, participará en la herencia del Reino de Cristo y de Dios” (Efesios 5,3) No entrará como hijo en la herencia, ¡no va a ser hijo! No entra en la condición filial.