lunes, 9 de julio de 2012

Horacio Bojorge, El demonio de la acedia
6/13]
Acedia eclesia - La acedia eclesial


Eco:
Un amigo sacerdote me envía este texto de Newmann que ilustra lo que es la acedia:

"Quien tiene alma religiosa se encuentra siempre asombrado mientras que los que no tienen alma religiosa se ríen de él porque se asombra. Un alma religiosa está siempre abismada fuera de sí, está siempre considerando las palabras de Dios, está siempre "mirando dentro" de esas palabras en compañía de los ángeles, está siempre cayendo en la cuenta de que depende enteramente de Él, el que constituye el centro de toda verdad y de todo bien. Las almas carnales y soberbias se contentan consigo mismas; les gusta permanecer en su casa; cuando les llega noticia de algún misterio, carecen de una mínima devota curiosidad como para moverlos a salir y ver de qué se trata por poco que los desvíe de su camino; y cuando la maravilla atraviesa su camino, tropiezan." [Comenta el Cap. III:34-36 de San Juan y es de Newman] Pero, claro, esto de los textos que vienen a cuento, son innumerables. Como este de la Gran Simona: "El apego es fabricante de ilusiones; quien quiera ver lo real debe estar desapegado."