miércoles, 5 de mayo de 2010

ERA NECESARIO QUE EL MESÍAS PADECIESE (2 de 9)

Ungido contra Ungido

El argumento del Ungido contra ungido, pertenece a la esencia de aquella consolación pascual de los de Emaús y alimentaba el fuego que sentían arder en sus corazones mientras Jesús les iba explicando por el camino este misterio a la luz de las Escrituras, cuyo evidencia les abrasaba el corazón.

2 La Consolación que dan las Escrituras

Jesús resucitado les sale al paso en el camino a los discípulos de Emaús, escandalizados por el conflicto entre los príncipes del pueblo, ungidos de Dios, y Jesucristo, también ungido, como el Mesías.

Jesús los consuela mediante la explicación de las Sagradas Escrituras, demostrándoles que, según ellas: "Era necesario que el Ungido padeciera "estas cosas" y entrara así en su gloria" (Lucas 24,26-27.44-48).

Es este un primer ejemplo magistral y ejemplar, dado por Jesús mismo, de lo que en la tradición cristiana se conocerá como "el consuelo que dan las Escrituras":