El sufrimiento es pues una escuela de amor y una fuente de amor (Salvifici Doloris Nº 30).
Esta encíclica de Juan Pablo II es una cumbre de la literatura universal sobre el misterio del sufrimiento y sobre su sentido divino: teológico y místico.
El Papa alude a dos formas del sufrimiento:
1) sufrimiento con Cristo y
2) sufrimiento por Cristo.
Con Cristo, porque, como hemos visto, los sufrimientos de los justos antes de Cristo y de los discípulos después de El, son comunión y participación en el sufrimiento salvador de Cristo.
Es Él quien sufre en todos ellos. Junto con Cristo, verdadero hombre, los cristianos aprenden mediante la pedagogía del sufrimiento:
"y aprendió sufriendo a obedecer" (Hebreos 5,8).
Obedecer es un sinónimo bíblico de amar. Cristo aprendió sufriendo a amar a Dios, obedeciéndolo y sirviéndolo con sus obras, abrazando su voluntad y cumpliéndola.
Por eso Jesús: "habiendo sido probado en el sufrimiento puede ayudar a los que se ven probados" (Hebreos 2,18).
Sufrir por Cristo como se anuncia en las bienaventuranzas:
"Bienaventurados seréis cuando os injurien, os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa" (Mateo 5,11).
Aún cuando promete el ciento por uno a los que lo sigan, dejando algo por él, Jesús no esconde que esto sucederá con persecuciones (Marcos 10,30).
Por Cristo y con El, tendrán que sufrir sus discípulos lo que El y como El.
Por Cris
to sufrió Juan Pablo II el atentado y con él sufrió por su Cuerpo místico, ofreciendo toda su vida de manera ejemplar, con Cristo al Padre.
Esto nos lleva pues a considerar, a continuación, un aspecto específico del sufrimiento de Cristo: "Convenía que el Mesías padeciera ‘estas cosas’ para entrar ‘así’ en su gloria".
Muchos son los dolores de la Pasión, y a quien los medita y considera atentamente le parece que agotan el repertorio de los posibles sufrimientos humanos, morales y físicos.
Pero cuando el Resucitado explica a los de Emaús que el Mesías debía padecer
estas cosas (en griego tauta: estas cosas.). para entrar así en su gloria: ¿se refiere al conjunto de los sufrimientos padecidos? ¿A alguno en particular? ¿A qué aspecto de la pasión se refiere? Se refiere, a mi parecer, al principal motivo del escándalo de los de Emaús.
A responder a estas preguntas apuntan las entradas que seguirán.
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