San Agustín
De Doctrina Christiana, I, 2, 2
El siguiente texto de san Agustín
es muy importante para la interpretación bíblica y para la ciencia de la interpretación bíblica que llamamos Hermenéutica. Sobre esta distinción se basa lo que llamamos el sentido típico de un pasaje de la Sagrada Escritura
"Toda instrucción se reduce a enseñanza de cosas y signos.
Pero las cosas [que se enseñan]
se conocen por medio de los signos [mediante los cuales se enseñan]
Por lo tanto, denominaremos ahora cosas a las que no se emplean para significar algo, como son una vara, una piedra, una res y las demás cosas por el estilo.
No hablo de aquella vara acerca de la cual leemos que la introdujo Moisés en las aguas amargas para que desapareciera su amargura; ni de la piedra que Jacob puso de almohada debajo de su cabeza; ni de la res aquella que Abraham inmoló en lugar de su hijo.
Estas son cosas, pero de tal modo que al mismo tiempo son signos de otras cosas.
Existen otras clases de signos cuyo uso solamente se emplea para denotar alguna significación, como son las palabras.
Nadie usa las palabras si no es para significar algo con ellas.
De aquí se deduce a qué llamo signos, es decir, a todo lo que se emplea para dar a conocer alguna cosa.
Por lo tanto, todo signo es al mismo tiempo alguna cosa, pues lo que no es cosa alguna no es nada. Pero no toda cosa es signo.
En esta división de cosas y signos, cuando hablamos de las cosas, de tal modo hablamos que, a pesar de que algunas cosas pueden ser empleadas para ser signos de otra cosa, no embarace su dualidad el fin que nos propusimos de hablar primero de las cosas, y después de los signos.
Retengamos en la memoria que ahora se ha de considerar en las cosas lo que son, no lo que apare de sí mismas pueden significar.
martes, 12 de junio de 2012
domingo, 10 de junio de 2012
P.Horacio Bojorge - El demonio de la acedia[1/13]
La Sociedad depresiva
P. Horacio Bojorge S.J.
Curso del R. P. Lic. Horacio Bojorge, SJ sobre "El Demonio de la Acedia" - Capítulo1
Comentarios y consultas: acedia@ewtn.com
Si a Usted le interesa leer la trascripción textual de estos capítulos de la serie puede encontrarla por gentileza de los amigos del portal Catholic.net. La de este capítulo véala en este link:
http://www.es.catholic.net/sectasapologeticayconversos/574/1436/articulo.php?id=55203
http://youtu.be/aqUahudK5sM
La Acedia es una tristeza por el bien, por los bienes últimos, es tristeza por el bien de Dios. Es una incapacidad de alegrarse con Dios y en Dios. Nuestra cultura está impregnada de Acedia.
Curso del R. P. Lic. Horacio Bojorge, SJ sobre "El Demonio de la Acedia" - Capítulo1
Comentarios y consultas: acedia@ewtn.com
Si a Usted le interesa leer la trascripción textual de estos capítulos de la serie puede encontrarla por gentileza de los amigos del portal Catholic.net. La de este capítulo véala en este link:
http://www.es.catholic.net/sectasapologeticayconversos/574/1436/articulo.php?id=55203
http://youtu.be/aqUahudK5sM
La Acedia es una tristeza por el bien, por los bienes últimos, es tristeza por el bien de Dios. Es una incapacidad de alegrarse con Dios y en Dios. Nuestra cultura está impregnada de Acedia.
viernes, 8 de junio de 2012
LAS HEREJIAS DEL PADRE ANSELM GRÜN
Punto de Vista Alejandro Bermudez.
Director ACI Prensa
http://youtu.be/OaLXPOnWdV0
martes, 5 de junio de 2012
¿PENTECOSTÉS O BABEL?
1 – Impresiones sobre la exégesis actual
Autor: Dr. Miguel Antonio Barriola, Pbro. Miembro de la
Pontificia Comisión Bíblica
La labor de los
biblistas consiste en exponer lo más claramente posible el texto sagrado,
inspirado por el mismo Dios, para el pueblo creyente. Cuando haya pasajes
intrincados, tratarán de aclararlos, tal como lo hizo el Exégeta por excelencia,
la misma PALABRA hecha carne (Jn 1, 14), a los viajeros de Emaús (Lc 24, 25 – 29) y después sus enviados, a la manera del diácono Felipe, que le preguntó al
ministro de la reina de Etiopía: “¿Entiendes lo que lees?” (Hech 8, 30);
explicándoselo acto seguido.
Pero, ¿con
qué nos encontramos en el día de hoy? Una intrincada selva virgen de hipótesis
tras hipótesis, que enredan la comprensión, en lugar de servirla. Y…tal impresión
no proviene de “fundamentalistas”, “literalistas”, “tradicionalistas”, sino de
honestos exégetas, que con lúcido sentido común contemplan la “Babel”, en que
se deshilacha el estudio de la Biblia.
Sirvan
de muestra las reflexiones del gran experto español L. Alonso Schökel, del cual ofrecemos un ramillete de certeros
pronósticos.
“Nuestra
disciplina bíblica tiene un instituto especial, privilegiado y fatídico.
Privilegiado porque ha cundido en el mundo cristiano el interés por el tema
bíblico, hasta derramarse un poco al mundo no cristiano. Fatídico, porque la
Biblia es limitada y no crece” [“El exegeta en la sociedad” en su obra (junto
con J. M. Bravo): Apuntes de Hermenéutica, Madrid (1994) 142].
“Sobran
temas por estudiar; pero, como el tema “T” lo estudia un solo profesor, se
deduce que no interesa al mundo académico y que no merece ser estudiado. Que,
si lo estudio, quedaré marginado. Y yo necesito un puesto, un ascenso, una
fama…De hecho las razones sociales pesan más que el amor a la verdad. Es más
importante ser conocido que conocer. Ahí tenemos un tremendo condicionamiento
de nuestra tarea de comprender y explicar la Biblia”¨[Ibid. , 143 – 144].
“Nuestra situación se ha vuelto
muy difícil, casi desesperada…No hay tiempo para leer despacio,
contemplativamente” [Ibid. , 145].
En un “Apéndice” final de esta
obra se proponen máximas penetrantes, que fotografían esta angustiante
situación. Seleccionamos algunas: “La ciencia bíblica ya no es el conocimiento
de la Biblia, sino de los biblistas”. “Es más lo cocinado que lo comido. Lo que
se escribe es más de lo que se lee” (Apuntes... , 155). En un estrecho
colaborador del recién citado L. Alonso Schökel, podemos igualmente espigar
comprobaciones por el estilo: “Actualmente al multiplicarse el número de
ediciones y las revisiones continuas de la Historia, cada vez resulta más
difícil hablar de su finalidad”. (Se
refiere al Deuteronomio). “Para no
marearnos con un mar de hipótesis…” (J. L. Sicré, Introducción al Antiguo
Testamento, Estella - 2001- 206 y 217)].
Comprobación
análoga nos sale al encuentro desde la vasta, sólida y penetrante experiencia
de un gran especialista en el Nuevo Testamento: G. Segalla.”Dado el carácter
académico que ha adquirido el estudio del Antiguo y Nuevo Testamento, para
acceder a la enseñanza universitaria es necesario proponer una contribución que
represente un progreso en el estudio analítico. De aquí el aluvión
incontrolable de hipótesis, que, especialmente en el AT, se traducen a veces en
un conocimiento más profundo del ambiente histórico y literario de un texto y
no en su sentido; se obtienen nuevas adquisiciones en arqueología o filología
semítica, pero se pierden el texto y su mensaje. También para el NT, dada la
multiplicación de los métodos críticos, literarios y semióticos, de ellos
deriva una mezcolanza de hipótesis. Para más, tales métodos tratan los textos
del NT al modo de textos profanos y ponen entre paréntesis a Dios, resultando
prácticamente como , como ya los llamaba A. Schlatter en
los comienzos del siglo pasado (1905). [Cita aquí a:
A. Schlatter, “Atheistischen Methoden in der Theologie” en su obra: Zur
Theologie des Neuen Testaments und zur Dogmatik, München (1969) 134 – 150. Se nos ocurre comentar que hay que andar
verdaderamente desnorteados, como para arribar a métodos “a – teos”, para
estudiar “Teo – logía”].
O sea, que se prescinde del hecho real que se trata de
textos sagrados, considerados por la fe de la comunidad en la cual y para la
cual han nacido como ,
cuyo protagonista principal histórico – literario es el mismo Dios. Por lo cual
pierden aquello que les es más propio su identidad. Para más, a causa de la
excesiva atomización, a veces el texto termina asemejándose a un reloj
desarmado y analizado en sus piezas, que no se acierta más a colocar en su
conjunto” [ Teologia Biblica del Nuovo Testamento , Torino (2005) 540].
Se podría comentar: como también suele suceder con tantos
“psico – análisis”, incapaces de “psico – síntesis”.
Fácil sería multiplicar los
testimonios de esta desazón por parte de notorios especialistas. Podríamos
concluir este repaso con el severo juicio de K. A. Kitchen: “El mundo no tiene
necesidad de esa clase de postmodernismo fraudulento (todo es política, poder,
indeterminación – conocimiento nada explícito, ni claro – con orientación de
, etc.), que está por debajo de nuestros minimalistas. Tiene
necesidades más prácticas que afrontar”
(On the Reliability of the Old Testament, Michigan / Cambridge – 2003 – 463).
Llaman hoy en día “minimalistas”
al numeroso grupo de intérpretes, sobre todo del AT, que, a partir de 1970
ponen en duda gran parte de la historia de Israel. Los patriarcas, el Éxodo,
David y Salomón, serían sagas, epopeyas inventadas en épocas tardías (la edad
persa, por lo general), para dotar con cierto abolengo al pueblo hebreo,
después del exilio babilónico.
2- ¿Qué hacer?
No nos creemos
capacitados como para ofrecer la receta mágica, que resuelva y ponga orden en lo
que han (¿y hemos?) ido haciendo tantos
“aprendices de brujo” en el área hermenéutica.
Pero no
estaría mal prestar oídos a las voces de alerta, provenientes, nada menos que
de Benedicto XVI, que no es un exegeta, pero a quien nadie negará sus vastos
profundos conocimientos en patrística [ su tesis
doctoral en S. Agustín], autores medievales [otra tesis suya en S. Buenaventura],
así como en teología [Profesor en las prestigiosas Universidades de Bonn,
Tübingen, Regensburg y otras] y no menos en Sagrada Escritura
[NOTA: El ya citado G. Segalla, en otro artículo suyo,
comentando el Jesus von Nazareth de J. Ratzinger- Benedicto XVI, estampa su
impresión de encuentros personales con el entonces Card. J. Ratzinger: “A tal
propósito se ha de recordar que el Autor (= Ratzinger – Benedicto XVI)
justamente en este nivel de base tiene una excelente preparación. Conoce bien
la lengua griega y cuando es necesario se muestra como un fino filólogo…Yo
mismo en los 10 años en que fui miembro de la Pontificia Comisión Bíblica (1986
– 1996) de la cual, él, en cuanto Prefecto de la Congregación para la Fe , a
partir de 1981, presidía cada año la semana de estudio…recuerdo sus
intervenciones discretas y su entusiasmo en la preparación del documento
oficial de 1993, La interpretación de la Biblia en la Iglesia”(“Gesù di Nazaret
tra passato e presente: un ‘ermeneutica ecclesiale in armonía con l’
ermeneutica storica e canonica” en: AA.
VV. , Il Gesù di Nazaret di Joseph Ratzinger – Un confronto, Asissi - 2011 – 27).
Me permito añadir mi propia
experiencia, ya que, a partir del 2001 he participado también en las sesiones
de la PCB, siendo el Card. Ratzinger su presidente hasta el 2005. Poco hablaba,
pero al final de cada semana de discusiones, resumía de modo eximio los temas
que se habían tocado. No se le escapaba nada en una pasmosa capacidad de
intelección y síntesis].
Sería, pues, saludable, meditar y
poner por obra las indicaciones sobre métodos aceptables pero insuficientes
(como el “histórico – crítico”), que él viene criticando ya desde 1988 [NOTA: Repasar su conferencia en New York, publicada en
italiano: “Interpretazione biblica in conflitto – Problemi del fondamento ed
orientamento dell ‘ esegesi contemporanea” en: AA. VV., L’Esegesi Cristiana
oggi, Casale Monferrato (1991 ) 93 –
125. Insistirá sobre idéntica problemática en la Exhortación Apostólica
postsinodal, Verbum Domini (2010) Números 34 – 36].
Sirva de
muestra un solo párrafo, rebosante de enorme sentido común: “Estoy convencido y
espero que también el lector se pueda dar cuenta de ello, que esta figura es
mucho más lógica y desde el punto de vista histórico también más comprensible
que las reconstrucciones con las cuales hemos tenido que confrontarnos en los últimos
decenios. Yo sostengo que justamente este Jesús – el de los Evangelios – es una
figura históricamente sensata y convincente” [ Jesus
von Nazareth, Freiburg / Basel / Wien (2007) 20 – 21].
De modo que me uno al deseo del
ya mentado y renombrado G. Segalla: “El libro sobre Jesús del Papa no es por
cierto un libro entre tantos. Me auguro que su influjo sea el que el Eminente
Autor se esperaba y se espera” [ “Gesù di Nazaret
tra passato e presente…”, 60].
3 – Abrir perspectivas
Muy brevemente, quisiéramos
también advertir sobre cierta tendencia “aislacionista”, observable entre los
estudiosos de la Biblia. Me refiero a ciertas actitudes, que se toman como
punto de referencia casi absoluto, que emergen en algunas posturas, las cuales,
al menos para un biblista católico, no cuadran con sus funciones dentro de la
Iglesia. La Escritura es el “alma de la teología” (DV 24). Ahora bien, el alma
ha de vincularse con todo el cuerpo de la Iglesia y por lo tanto, ser vista y
vivida según “la analogía de la fe” (ibid. , 12).
A su vez, no hay teología que no
tenga de fondo una filosofía. Ni tampoco hay exegesis que no tenga una
filosofía detrás.
[NOTA: Ver las advertencias al
respecto en Juan Pablo II, Fides et Ratio (1998): “Una expresión de esta
tendencia fideísta difundida hoy es el , que tiende a hacer
de la lectura de la Sagrada Escritura o de su exégesis el único punto de
referencia para la verdad. Sucede así que se identifica la Palabra de Dios
solamente con la Sagrada Escritura, vaciando así de sentido la doctrina de la
Iglesia confirmada expresamente por el Concilio Ecuménico Vaticano II…No hay
que infravalorar, además, el peligro de
la aplicación de una sola metodología para llegar a la verdad de la Sagrada
Escritura, olvidando la necesidad de una exégesis más amplia que permita
comprender, junto con toda la Iglesia el sentido pleno de los textos” (Nº 55)].
De ahí la justa lamentación de un
joven pero avezado profesor de la Gregoriana [Fallecido, lamentablemente, en el
2010], al comentar los resultados de un congreso de biblistas, sin relación
casi con la filosofía y la teología: “Qué difícil es el tema y qué poco
garantiza buenos resultados una reunión de meros exégetas (und wie wenig ein
Treffen von Exegeten allein gute Ergebnisse garantiert) se lo ve, por ejemplo
en: A. Izquierdo García (Ed.) Scrittura
Ispirata …”[ D. Hercsik, “Das Wort Gottes in der nachkonziliarische
Kirche und Theologie” en: Gregorianum , 86 / 1 (2005) 141].
Con lo cual cobra mayor relieve la renovada recomendación de
un biblista clásico, nutrido en la sólida escuela de J.M. Lagrange, que nunca
escondió su deuda con Sto. Tomàs de Aquino, realizada hace muy poco por el
sólido teólogo tomista, J. P. Torrell, al reeditar los enjundiosos comentarios
de P. Benoit a las cuestiones “De Prophetia” ( II – II, q 171 – 178):”Hay que
leer los cuatro volúmenes de Exégèse et
Théologie (de Benoit) para hacerse una idea más exacta del talento de este representante
de una especie que ha llegado a ser
rara, un exégeta que no ha renunciado a ser un teólogo” [ Saint Thomas d’ Aquin – La Prophetie,
Deuxième édition entièrement mise à jour par Jean – Pierre Torrel, Paris (2005)
6. (resaltado por mí)].
Dr. Miguel
Antonio Barriola, Pbro.
Miembro de
la Pontificia Comisión Bíblica
viernes, 1 de junio de 2012
CORAZÓN Y ALMA EN LA SAGRADA ESCRITURA

¿Me podría decir, cuando pueda, las diferencias entre el corazón y el alma?
Voy a responder
explicando lo que esos términos significan en la antropología bíblica, examinando su significado en la lengua hebrea. De esta manera espero que quede clara la diferencia entre el distinto sentido que tienen estas palabras en el mundo de la fe y en la cultura no cristiana que nos rodea. Pero también la necesidad de entender que el alma, en sentido eclesiástico perenne, abarca tanto al corazón bíblico como al alma bíblica.
[En la Imagen: El alma de Jesucristo está triste hasta la muerte, pero su Corazón de Hijo permanece adherido al querer del Padre, y ese gozo del Corazón lo hace fuerte]
EL CORAZÓN (EN HEBREO LEV)
El Corazón (lev) es lo más hondo y profundo de una cosa;
El fuego ardía en el corazón (lev) de la zarza, leemos en el relato de la visión de Moisés.
El rey impío de Tiro, Señor de los mares, será arrojado al corazón (lev) del mar, anuncia Ezequiel. Es decir a lo más profundo del mar, donde van las creaturas enemigas de Dios.
En el hombre, el lev es lo más profundo; es lo más secreto e inaccesible de sus pensamientos y designios, a lo que nadie, sino solamente Dios, puede acceder.
Porque el hombre "mira lo exterior, pero Dios ve el corazón". Así le dice Dios al profeta Samuel cuando éste no acierta a reconocer a David como el elegido de Dios y se inclina a mirar como elegidos a otros hermanos de David. Podemos pensar fundadamente que ni el mismo David vería en sí mismo lo que Dios veía y lo llevaba a elegirlo.
Corazón, Lev, es el lugar del discernimiento y de las decisiones y por lo tanto de la responsabilidad. Este es un pueblo de corazón (lev) extra-viado (es decir salido de la vía de Dios, des-carrilado de los caminos o vías de Dios) “que no reconoce mis caminos”, “por eso he jurado en mi cólera que no entrarán en mi reposo” (es decir en la Tierra Santa), “porque dudaron de mí aunque habían visto mis obras”. (Salmo 94).
EL ALMA: (EN HEBREO: NÉFESH)
En la antropología hebrea, el alma (néfesh) no designa lo mismo que en la antropología griega.
En hebreo el alma es el néfesh. El néfesh designa algo físico, corpóreo, pero en el que repercute la vida pasional.
Es la garganta. El lugar corpóreo donde impacta la risa y el llanto, el gozo y la angustia, la sed, el hambre, las aguas que asfixian, el des-aliento, el ahogo, el sollozo, la carcajada, el miedo, la tristeza, la ira... La garganta tiene algo de común con los animales y está muy próxima a las fauces.
El alma-néfesh es el asiento de las pasiones. Y éstas, en el hombre, están desordenadas y no siempre son buenas, porque no obedecen al corazón-razón.
CORAZÓN Y ALMA
María "guardaba todas estas cosas en su Corazón" (lev). en lo más interior y profundo de su ser, en su Corazón-lev albergaba a su hijo y las obras de su hijo.
Lo que le anuncia Simeón a María es, en cambio: "una espada de dolor atravesará tu alma" tu néfesh. No tu corazón.
Jesús en el Huerto dice a los Apóstoles "mi alma" néfesh "está triste hasta la muerte". Pero su corazón, su lev, está adherido a la voluntad del Padre. Y la decisión inquebrantable de su corazón de su voluntad de Hijo se sobrepone a las angustias de la muerte.
En este sentido, el lev-corazón es el recinto del espíritu del hombre y del Espíritu Santo. Mientras que el alma-néfesh tiene que ver con la carne que es débil, centro de las pasiones que tienen apetitos contrarios al Espíritu (Gálatas 5).
Por eso Jesucristo puede decirle a los Apóstoles, en la agonía del Huerto, cuando les pide que se asocien a su vela en oración: "Velad y orad para que no entréis en la tentación, porque el Espíritu está pronto (en el lev) pero la carne (el néfesh) es débil".
En resumen, no es el alma-sentimiento-afecto la que tiene que enseñarle al corazón-razón, sino el corazón-razón-decisión el que tiene que enseñarle al alma-pasional. El hombre debe gobernarse por su corazón y con él gobernar también la propia alma.
Por eso, la Serpiente tentadora no dialogó con el Adán-racional sino con la mujer-amorosa. Y el amor, separado de la razón, se deshumaniza tanto como la razón separada del amor.
Por eso ambos, el varón y la mujer, pecan. Porque la serpiente consigue que no dialoguen. Consigue separar el amor de la razón.
EL CORAZÓN (EN HEBREO LEV)
El Corazón (lev) es lo más hondo y profundo de una cosa;
El fuego ardía en el corazón (lev) de la zarza, leemos en el relato de la visión de Moisés.
El rey impío de Tiro, Señor de los mares, será arrojado al corazón (lev) del mar, anuncia Ezequiel. Es decir a lo más profundo del mar, donde van las creaturas enemigas de Dios.
En el hombre, el lev es lo más profundo; es lo más secreto e inaccesible de sus pensamientos y designios, a lo que nadie, sino solamente Dios, puede acceder.
< A veces aquéllo mismo que ni el mismo hombre conoce, pero sí Dios. “Jesús no se confiaba de los hombres porque sabía lo que hay en el corazón del hombre” leemos en Juan 3 en ocasión de la visita a Nicodemo.
Porque el hombre "mira lo exterior, pero Dios ve el corazón". Así le dice Dios al profeta Samuel cuando éste no acierta a reconocer a David como el elegido de Dios y se inclina a mirar como elegidos a otros hermanos de David. Podemos pensar fundadamente que ni el mismo David vería en sí mismo lo que Dios veía y lo llevaba a elegirlo.
Corazón, Lev, es el lugar del discernimiento y de las decisiones y por lo tanto de la responsabilidad. Este es un pueblo de corazón (lev) extra-viado (es decir salido de la vía de Dios, des-carrilado de los caminos o vías de Dios) “que no reconoce mis caminos”, “por eso he jurado en mi cólera que no entrarán en mi reposo” (es decir en la Tierra Santa), “porque dudaron de mí aunque habían visto mis obras”. (Salmo 94).
Dios ve la duda en el corazón de los ingratos y lo hiere profundamente la ingratitud de los elegidos y agraciados. [¡Cuidádoooo!]
EL ALMA: (EN HEBREO: NÉFESH)
En la antropología hebrea, el alma (néfesh) no designa lo mismo que en la antropología griega.
En hebreo el alma es el néfesh. El néfesh designa algo físico, corpóreo, pero en el que repercute la vida pasional.
Es la garganta. El lugar corpóreo donde impacta la risa y el llanto, el gozo y la angustia, la sed, el hambre, las aguas que asfixian, el des-aliento, el ahogo, el sollozo, la carcajada, el miedo, la tristeza, la ira... La garganta tiene algo de común con los animales y está muy próxima a las fauces.
El alma-néfesh es el asiento de las pasiones. Y éstas, en el hombre, están desordenadas y no siempre son buenas, porque no obedecen al corazón-razón.
CORAZÓN Y ALMA
María "guardaba todas estas cosas en su Corazón" (lev). en lo más interior y profundo de su ser, en su Corazón-lev albergaba a su hijo y las obras de su hijo.
Lo que le anuncia Simeón a María es, en cambio: "una espada de dolor atravesará tu alma" tu néfesh. No tu corazón.
Jesús en el Huerto dice a los Apóstoles "mi alma" néfesh "está triste hasta la muerte". Pero su corazón, su lev, está adherido a la voluntad del Padre. Y la decisión inquebrantable de su corazón de su voluntad de Hijo se sobrepone a las angustias de la muerte.
En este sentido, el lev-corazón es el recinto del espíritu del hombre y del Espíritu Santo. Mientras que el alma-néfesh tiene que ver con la carne que es débil, centro de las pasiones que tienen apetitos contrarios al Espíritu (Gálatas 5).
Por eso Jesucristo puede decirle a los Apóstoles, en la agonía del Huerto, cuando les pide que se asocien a su vela en oración: "Velad y orad para que no entréis en la tentación, porque el Espíritu está pronto (en el lev) pero la carne (el néfesh) es débil".
En resumen, no es el alma-sentimiento-afecto la que tiene que enseñarle al corazón-razón, sino el corazón-razón-decisión el que tiene que enseñarle al alma-pasional. El hombre debe gobernarse por su corazón y con él gobernar también la propia alma.
Por eso, la Serpiente tentadora no dialogó con el Adán-racional sino con la mujer-amorosa. Y el amor, separado de la razón, se deshumaniza tanto como la razón separada del amor.
Por eso ambos, el varón y la mujer, pecan. Porque la serpiente consigue que no dialoguen. Consigue separar el amor de la razón.
En la antropología bíblica el corazón es propiamente el lugar profundo del amor-voluntad. El alma-néfesh el asiento de los sentimientos pasionales, más vinculados a "las entrañas". Cuando Dios toma al hombre entero, éste puede decir "Hasta mi corazón y mis entrañas se regocijan en el Señor". Lev y néfesh están en armonía, y el lev gobierna al néfesh. Es capaz de preguntarle: "¿Por qué estás triste alma mía?" y es capaz de consolar a su alma invitándola a la esperanza del bien arduo pero seguro: "Espera en Dios, que volverás a alabarlo". Salmo 42.
Espero haber respondido a la pregunta.
Espero haber respondido a la pregunta.
viernes, 25 de mayo de 2012
Opina sobre la obra de Anselm Grün el Obispo de Mar del Plata (Arg) Monseñor Dr. Antonio Marino,
"Creo que es oportuno hacer un balance crítico de la obra de Grün, este prolífico autor, dada la amplia difusión que han tenido sus libros.
Si bien es loable el intento de un diálogo entre la psicología y la espiritualidad cristiana, el resultado decepciona con frecuencia.
Tengo la convicción de que no posee una sólida formación en teología ni tampoco conoce a fondo las riquezas de la historia de la espiritualidad. De allí que la espiritualidad queda en el simple nivel de la autoayuda. No podemos desdeñar los aspectos terapéuticos que trae el saludable contacto entre los sentimientos y la razón, los impulsos y la conciencia, entre las pasiones y la voluntad de ponerle nombre a lo que busca esconderse.
Si bien es loable el intento de un diálogo entre la psicología y la espiritualidad cristiana, el resultado decepciona con frecuencia.
Tengo la convicción de que no posee una sólida formación en teología ni tampoco conoce a fondo las riquezas de la historia de la espiritualidad. De allí que la espiritualidad queda en el simple nivel de la autoayuda. No podemos desdeñar los aspectos terapéuticos que trae el saludable contacto entre los sentimientos y la razón, los impulsos y la conciencia, entre las pasiones y la voluntad de ponerle nombre a lo que busca esconderse.
Pero en lugar de considerar esto como base para una elevación a objetivos espirituales superiores, parecería que toda la espiritualidad se reduce al logro del bienestar interior.
La lectura de sus libros suscita objeciones serias, pues parece ausente la doctrina de la gracia, y la espiritualidad de la cruz.
Dolor causa leer en sus obras la defensa del sacerdocio femenino (¿ignora que para un católico bien formado hay profundas razones teológicas para considerar cerrado el tema?)
La comunión a divorciados y vueltos a casar (¿ignora que la caridad pastoral pasa por otros carriles y que el Magisterio tiene respuestas de misericordia, uniendo verdad y amor?).
También admira su afirmación de que la homosexualidad no es antinatural (por ejemplo en "Luchar y amar"). Y tantas otras cosas que denotan una mentalidad inconciliable con el Magisterio de la Iglesia.
Pero preguntémonos: ¿cree Grün en un magisterio normativo?"
+ Antonio Marino
Obispo de Mar del Plata
La lectura de sus libros suscita objeciones serias, pues parece ausente la doctrina de la gracia, y la espiritualidad de la cruz.
Dolor causa leer en sus obras la defensa del sacerdocio femenino (¿ignora que para un católico bien formado hay profundas razones teológicas para considerar cerrado el tema?)
La comunión a divorciados y vueltos a casar (¿ignora que la caridad pastoral pasa por otros carriles y que el Magisterio tiene respuestas de misericordia, uniendo verdad y amor?).
También admira su afirmación de que la homosexualidad no es antinatural (por ejemplo en "Luchar y amar"). Y tantas otras cosas que denotan una mentalidad inconciliable con el Magisterio de la Iglesia.
Pero preguntémonos: ¿cree Grün en un magisterio normativo?"
+ Antonio Marino
Obispo de Mar del Plata
martes, 22 de mayo de 2012
Arzobispo de La Plata critica enseñanzas de Anselm Grün
“Un autor que se lee mucho hoy en día es Anselm Grün. Yo creo que es peligrosísismo y que es un eco de la New Age. Para empezar, toda su espiritualidad está basada en la psicología de las profundidades y la simbólica de Jung. Es una especie de transcripción pseudoespiritual de la psicología de Jung. Eso va a parar mal.”
http://youtu.be/GS3haSTiAe4
El Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, calificó de "perniciosísimo" a Anselm Grün, por ser un eco de la cultura New Age. Mons. Aguer indicó que toda la espiritualidad difundida por Grün está basada en las teorías del psicoanálisis de Carl Jung, abundantes en gnosticismo.
Más información: http://www.aciprensa.com/noticia.php?n=37079
Transcribimos a más abajo estas palabras de Mons. Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata,en las que hace referencia al movimiento New Age y que intenta recuperar un sentido espiritual pero por caminos desviados, al final expresa su parecer acerca de Anselm Grün que adelantamos más arriba:
“El famoso libro “Le retour des magiciens”, “El retorno de los brujos” o “de los magos” (1), es de principios de los años ‘70, y ahí comienzan una serie de publicaciones y empieza a perfilarse lo que fue el movimiento New Age, o la cultura de tipo New Age, que es otra manera de ver las cosas de origen panteísta más bien, pero que intenta colmar la ausencia de lo Sagrado.
http://youtu.be/GS3haSTiAe4
El Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, calificó de "perniciosísimo" a Anselm Grün, por ser un eco de la cultura New Age. Mons. Aguer indicó que toda la espiritualidad difundida por Grün está basada en las teorías del psicoanálisis de Carl Jung, abundantes en gnosticismo.
Más información: http://www.aciprensa.com/noticia.php?n=37079
Transcribimos a más abajo estas palabras de Mons. Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata,en las que hace referencia al movimiento New Age y que intenta recuperar un sentido espiritual pero por caminos desviados, al final expresa su parecer acerca de Anselm Grün que adelantamos más arriba:
“El famoso libro “Le retour des magiciens”, “El retorno de los brujos” o “de los magos” (1), es de principios de los años ‘70, y ahí comienzan una serie de publicaciones y empieza a perfilarse lo que fue el movimiento New Age, o la cultura de tipo New Age, que es otra manera de ver las cosas de origen panteísta más bien, pero que intenta colmar la ausencia de lo Sagrado.
La cultura New Age ha tenido múltiples manifestaciones. Incluso desgraciadamente así como la secularización se había metido también en el campo eclesial, también la mentalidad New Age se ha metido en algunas espiritualidades de “autoayuda” y demás, que hoy día leen alegremente algunas monjitas todavía.
Un autor que se lee mucho hoy en día es Anselm Grün (2). Yo creo que es peligrosísismo y que es un eco de la New Age.
Para empezar, toda su espiritualidad está basada en la psicología de las profundidades y la simbólica de Jung. Es una especie de transcripción pseudoespiritual de la psicología de Jung. Eso va a parar mal.”
[Fuente: Diario Pregón de la Plata http://diariopregon.blogspot.com/2011/05/mons-aguer-revela-el-trasfondo-oscuro.html
NOTAS DE DIARIO PREGÓN DE LA PLATA:
(1) Mons. Héctor Aguer se refiere al libro “Le Matin des Magiciens”, libro publicado en 1960 que llevaba por subtítulo "Una introducción al realismo fantástico". Fue escrito por Louis Pauwels en colaboración con Jacques Bergier y trataba temas como supuestos fenómenos parapsicológicos, civilizaciones desaparecidas, el esoterismo, la alquimia, civilizaciones desaparecidas, parapsicología, y otras patrañas semejantes, pretendiendo dar comienzo a una “revolución cultural”.
Los autores eran esoteristas, e iban a componer un libro sobre sobre la historia y la realidad de las sociedades secretas, al que luego se agregaron nuevos temas. El texto final insertó la “duda” inicial sobre la realidad misma, como paso previo a la alteración del sentido común, algo necesario para la alteración completa en el sentido revolucionario del término, a fin de imponer una cultura en que lo antinatural pueda ser aceptado como común y hasta lógico.
El mundo no es el mundo, ni las personas son personas, pareciera ser la consigna a la que buscaban convencer a los lectores, aunque ellos mismos afirmaban: "No nos lo creemos todo".
La Escuela de Frankfurt hizo propuestas en esta misma orientación de alterar el sentido común de la cosmovisión humana natural, para la afirmación de lo antinatural como hecho revolucionario. La coincidencia de todo este movimiento contracultural está en su profundo sentido anticatólico. (2) Artículos sobre el tema de Anselm Grün: ¿Por qué no retiran los libros de Anselm Grün de las librerías católicas? http://infocatolica.com/blog/fidesetratio.php/1005270517-ipor-que-no-se-retiran los li _____________________
Una aproximación a la teología de Anselm Grün http://es.catholic.net/catholic_db/archivosWord_db/anselm_grun1.pdf
Un autor que se lee mucho hoy en día es Anselm Grün (2). Yo creo que es peligrosísismo y que es un eco de la New Age.
Para empezar, toda su espiritualidad está basada en la psicología de las profundidades y la simbólica de Jung. Es una especie de transcripción pseudoespiritual de la psicología de Jung. Eso va a parar mal.”
[Fuente: Diario Pregón de la Plata http://diariopregon.blogspot.com/2011/05/mons-aguer-revela-el-trasfondo-oscuro.html
NOTAS DE DIARIO PREGÓN DE LA PLATA:
(1) Mons. Héctor Aguer se refiere al libro “Le Matin des Magiciens”, libro publicado en 1960 que llevaba por subtítulo "Una introducción al realismo fantástico". Fue escrito por Louis Pauwels en colaboración con Jacques Bergier y trataba temas como supuestos fenómenos parapsicológicos, civilizaciones desaparecidas, el esoterismo, la alquimia, civilizaciones desaparecidas, parapsicología, y otras patrañas semejantes, pretendiendo dar comienzo a una “revolución cultural”.
Los autores eran esoteristas, e iban a componer un libro sobre sobre la historia y la realidad de las sociedades secretas, al que luego se agregaron nuevos temas. El texto final insertó la “duda” inicial sobre la realidad misma, como paso previo a la alteración del sentido común, algo necesario para la alteración completa en el sentido revolucionario del término, a fin de imponer una cultura en que lo antinatural pueda ser aceptado como común y hasta lógico.
El mundo no es el mundo, ni las personas son personas, pareciera ser la consigna a la que buscaban convencer a los lectores, aunque ellos mismos afirmaban: "No nos lo creemos todo".
La Escuela de Frankfurt hizo propuestas en esta misma orientación de alterar el sentido común de la cosmovisión humana natural, para la afirmación de lo antinatural como hecho revolucionario. La coincidencia de todo este movimiento contracultural está en su profundo sentido anticatólico. (2) Artículos sobre el tema de Anselm Grün: ¿Por qué no retiran los libros de Anselm Grün de las librerías católicas? http://infocatolica.com/blog/fidesetratio.php/1005270517-ipor-que-no-se-retiran los li _____________________
Una aproximación a la teología de Anselm Grün http://es.catholic.net/catholic_db/archivosWord_db/anselm_grun1.pdf
lunes, 21 de mayo de 2012
ERRORES DIFUNDIDOS EN ESCRITOS DE ANSELM GRÜN
ACI Prensa se ha hecho eco en su edición de hoy de las entradas publicadas en este Blog desde el año 2008 acerca de los errores contenidos en escritos de Anselm Grün.
Señalar los errores es un acto de misericordia con quien incurre en ellos y con quienes pueden sufrir daño con su difusión.
El Señor, por boca del profeta Ezequiel 3, 16 y siguientes, avisa que quien no corrige al que yerra o al pecador, se hace responsable de sus errores o pecados.
Si uno no corrige los errores o alteraciones en la señalación de un camino puede ser responsable de que los que lo transitan se extravíen o sufran accidentes.
Los errores en los escritos de A. Grün es necesario señalarlos al margen de su ocasional autor, pues son comunes a la ideología modernista que señaló San Pío X en la Encíclica Pascendi y son hoy sentido común entre muchos miembros del pueblo católico. Agradecemos, por eso, a ACI Prensa que haya dado difusión a este alerta.
REDACCIÓN CENTRAL, 21 May. 12 / 06:15 am (ACI/EWTN Noticias).-
El experto teólogo y sacerdote jesuita uruguayo Horacio Bojorge criticó las herejías difundidas por el monje benedictino Anselm Grün, aceptadas por algunos católicos sin considerar su nociva influencia.
En un minucioso recuento de artículos enviado a ACI Prensa, el P. Bojorge señala que en sus libros, Grün "reduce el mensaje revelado de las Sagradas Escrituras; primero, porque lo interpreta en forma acomodada y segundo porque, mediante este sentido no bíblico, lo homologa con afirmaciones de orden psicológico, haciendo así del Evangelio un libro de autoayuda".
Señalar los errores es un acto de misericordia con quien incurre en ellos y con quienes pueden sufrir daño con su difusión.
El Señor, por boca del profeta Ezequiel 3, 16 y siguientes, avisa que quien no corrige al que yerra o al pecador, se hace responsable de sus errores o pecados.
Si uno no corrige los errores o alteraciones en la señalación de un camino puede ser responsable de que los que lo transitan se extravíen o sufran accidentes.
Los errores en los escritos de A. Grün es necesario señalarlos al margen de su ocasional autor, pues son comunes a la ideología modernista que señaló San Pío X en la Encíclica Pascendi y son hoy sentido común entre muchos miembros del pueblo católico. Agradecemos, por eso, a ACI Prensa que haya dado difusión a este alerta.
REDACCIÓN CENTRAL, 21 May. 12 / 06:15 am (ACI/EWTN Noticias).-
El experto teólogo y sacerdote jesuita uruguayo Horacio Bojorge criticó las herejías difundidas por el monje benedictino Anselm Grün, aceptadas por algunos católicos sin considerar su nociva influencia.
En un minucioso recuento de artículos enviado a ACI Prensa, el P. Bojorge señala que en sus libros, Grün "reduce el mensaje revelado de las Sagradas Escrituras; primero, porque lo interpreta en forma acomodada y segundo porque, mediante este sentido no bíblico, lo homologa con afirmaciones de orden psicológico, haciendo así del Evangelio un libro de autoayuda".
"El confiado lector se encuentra con el relato evangélico y su sentido literario tradicional que le es familiar, pero también se le sirve, en el mismo plato, la acomodación psicológica, como si fuera igualmente válida".
El P. Bojorge advirtió que en esa "acomodación psicológica, una resurrección puede convertirse simplemente en una curación y ser tratada como tal. Y una posesión demoníaca puede convertirse en un estado de exasperación emocional y psicológica".
"No se niega la resurrección, pero se presenta como alternativa válida una interpretación que la explica como curación. No se niega la acción demoníaca por posesión, obsesión o tentación, pero se habla de ‘las propias sombras’".
Por ello, el sacerdote jesuita consideró urgente "avisar que el hoy tan difundido magisterio espiritual del benedictino alemán Anselm Grün navega en la corriente modernista. Y cunde produciendo desviaciones muy dañinas, por lo parecidas al recto camino de la fe y la espiritualidad católica".
El P. Bojorge indicó que los escritos de Anselm Grün pertenecen "a la familia de los que podemos llamar los errores psicologistas. Tienen de común con la teología de la liberación, que no tienen como meta presentar el sentido auténtico de la Escritura tal como ha sido siempre interpretada por la Iglesia y según la fe católica, sino que usan de los textos bíblicos con una intención ajena a su sentido literal y auténtico".
El sacerdote jesuita indicó que así como para la teología marxista de la liberación, la meta es la libertad política, para el pensamiento difundido por Anselm Grün, el objetivo es "la libertad psicológica del individuo". El P. Bojorge remarcó que el pensamiento de Grün está fundamentado sobre las ideas del psicoanalista Carl Jung y del P. Eugen Drewermann, quien fuera apartado por su obispo del sacerdocio, precisamente por sus enseñanzas psicologistas.
El jesuita criticó que Anselm Grün atribuya, arbitrariamente, a los textos de la Biblia "un sentido de orden psicológico, del ‘imaginario’ que sin embargo él presenta como si fuera mejor sentido que el sentido literal, al que califica, lisa y llanamente, desdiciendo desaprensivamente la tradición y el magisterio, de ‘inútil’".
De acuerdo al P. Horacio Bojorge, en la prédica de Grün, "el Jesús de la historia que presentan los Evangelios es relegado al orden de la fantasía mítica y se lo ‘rescata’ de la insignificancia a la significación mediante ‘recuperaciones’ ideológicas, políticas o psicologistas". "La libertad de que habla Anselm Grün no es la misma de la que habló Jesús y se lee en Marcos. Según lo presenta Anselm Grün, Jesús ya no es el camino hacia la libertad porque sea el camino que nos conduzca al Padre, y porque nos convierta en hijos y nos de la libertad de los hijos".
Según explicó el sacerdote jesuita, para Anselm Grün, la libertad es "la integración de los contrarios, la integración de la sombra junguiana, que es inaceptable para la espiritualidad cristiana, porque implica aceptar el pecado y hasta lo demoníaco, para integrarlos en la unificación del yo". Más información en: http://www.aciprensa.com/controversias/anselmgrun1.doc
El P. Bojorge advirtió que en esa "acomodación psicológica, una resurrección puede convertirse simplemente en una curación y ser tratada como tal. Y una posesión demoníaca puede convertirse en un estado de exasperación emocional y psicológica".
"No se niega la resurrección, pero se presenta como alternativa válida una interpretación que la explica como curación. No se niega la acción demoníaca por posesión, obsesión o tentación, pero se habla de ‘las propias sombras’".
Por ello, el sacerdote jesuita consideró urgente "avisar que el hoy tan difundido magisterio espiritual del benedictino alemán Anselm Grün navega en la corriente modernista. Y cunde produciendo desviaciones muy dañinas, por lo parecidas al recto camino de la fe y la espiritualidad católica".
El P. Bojorge indicó que los escritos de Anselm Grün pertenecen "a la familia de los que podemos llamar los errores psicologistas. Tienen de común con la teología de la liberación, que no tienen como meta presentar el sentido auténtico de la Escritura tal como ha sido siempre interpretada por la Iglesia y según la fe católica, sino que usan de los textos bíblicos con una intención ajena a su sentido literal y auténtico".
El sacerdote jesuita indicó que así como para la teología marxista de la liberación, la meta es la libertad política, para el pensamiento difundido por Anselm Grün, el objetivo es "la libertad psicológica del individuo". El P. Bojorge remarcó que el pensamiento de Grün está fundamentado sobre las ideas del psicoanalista Carl Jung y del P. Eugen Drewermann, quien fuera apartado por su obispo del sacerdocio, precisamente por sus enseñanzas psicologistas.
El jesuita criticó que Anselm Grün atribuya, arbitrariamente, a los textos de la Biblia "un sentido de orden psicológico, del ‘imaginario’ que sin embargo él presenta como si fuera mejor sentido que el sentido literal, al que califica, lisa y llanamente, desdiciendo desaprensivamente la tradición y el magisterio, de ‘inútil’".
De acuerdo al P. Horacio Bojorge, en la prédica de Grün, "el Jesús de la historia que presentan los Evangelios es relegado al orden de la fantasía mítica y se lo ‘rescata’ de la insignificancia a la significación mediante ‘recuperaciones’ ideológicas, políticas o psicologistas". "La libertad de que habla Anselm Grün no es la misma de la que habló Jesús y se lee en Marcos. Según lo presenta Anselm Grün, Jesús ya no es el camino hacia la libertad porque sea el camino que nos conduzca al Padre, y porque nos convierta en hijos y nos de la libertad de los hijos".
Según explicó el sacerdote jesuita, para Anselm Grün, la libertad es "la integración de los contrarios, la integración de la sombra junguiana, que es inaceptable para la espiritualidad cristiana, porque implica aceptar el pecado y hasta lo demoníaco, para integrarlos en la unificación del yo". Más información en: http://www.aciprensa.com/controversias/anselmgrun1.doc
"Y ASÍ TODO ISRAEL SERÁ SALVADO" Rom. 11,26 (4ª de 4
PBRO. DR. DAVID F. SPECCHIALE
1) Padre Specchiale: ¿Qué lo movió para elegir este asunto para su tesis doctoral? En realidad, fueron muchos los motivos que me llevaron a elegir este tema para mi tesis doctoral que luego se convirtió en el libro que estamos presentando.
Entre otros motivos, en primer lugar, elegí este tema porque tengo un gran aprecio por el pueblo de Israel, en cuanto que fue el depositario de las promesas que Dios hizo en el Antiguo Testamento, y, en este sentido, el encargado de custodiarlas y transmitirlas celosamente y, a veces, en un ambiente adverso como lo fue el paganismo.
En segundo lugar, me interesó aún más el tema porque siendo Israel el primer destinatario de esas promesas no haya recibido a Cristo, centro y culmen de todas las promesas de Dios. En tercer lugar, porque mediante mi trabajo siempre he pretendido dar una respuesta al pueblo de Israel a fin de que llegue a encontrar a Cristo que es su plenitud y el fin para el cual ha sido creado como pueblo, y al mismo tiempo, iluminar a los Cristianos con las enseñanzas del Apóstol para que puedan comprender más claramente cuál es la situación actual del pueblo de Israel, cómo deben pensar y actuar frente a Él y cuál es el plan de Dios sobre Él en el futuro.
2) Padre Specchiale: ¿El resultado de su investigación corrigió sus hipótesis iniciales o las confirmó?
No, ciertamente que el trabajo y todas las investigaciones que realicé confirmaron mis hipótesis iniciales adquiridas durante mis años de estudio en el Seminario. También es cierto, que gracias al trabajo de profundización que hice con el Doctorado, que luego continué antes de la edición final del libro, pude ahondar más en el tema, leer la opinión de tantos escritores que estudiaron el tema desde la antigüedad hasta el día de hoy y que me fueron enriqueciendo y ayudando a precisar algunos aspectos del tema que se canalizaron después en mi propuesta teológica. En este sentido, fueron muy importantes los aportes de tantos autores que me ayudaron a delimitar mejor mi campo de estudio, a precisar el género literario del texto en cuestión. Además, fue de gran utilidad el hecho de poder leer e incorporar en mi libro la opinión de los autores más representativos del mundo Católico, Protestante y Judío para tener una mejor visión de conjunto del tema. Por supuesto no dejé de acudir a los textos del Magisterio de la Iglesia, los cuales me ayudaron a encauzar mis conclusiones en una dirección segura. Resumiendo, mi idea inicial sobre el tema fue confirmada en mi trabajo de doctorado, pero también es cierto que éste es ocasión para un conocimiento más profundo del tema.
3)Padre: ¿Cómo fue recibida por distintos sectores y tipos de personas en los medios católicos, judíos, evangélicos? ¿Ha podido presentarla o valerse de ella en alguna instancia de diálogo judeo-cristiano?
Puedo decir que la recepción ha sido muy buena.
En ambiente católico, los Obispos que han leído mi obra me han dado un juicio muy positivo sobre la misma, también es el caso de sacerdotes, seminaristas y fieles que han accedido a ella.
En ambientes evangélicos, también ha tenido muy buena recepción. Son varios los pastores que se han acercado a la presentación de mi libro y lo han adquirido y luego de haberlo leído me han manifestado que es un trabajo muy bueno, serio y claro tratándose de un tema tan difícil como éste.
Desde ambientes judíos, no he tenido repercusiones ni positivas ni negativas.
Respecto a la segunda parte de la pregunta, le puedo decir que en verdad he tenido oportunidad de valerme de mi trabajo en instancias de diálogo judeo-cristiano. En efecto, yo soy Delegado diocesano para el Ecumenismo y el Diálogo Interreligioso, y en oportunidad de las reuniones anuales que se realizan de dichos delegados y demás miembros que pertenecen a esta institución eclesial (CEERJIR-CEA) he podido usar y presentar mi trabajo y ha tenido buena resonancia en este ámbito.
Lógicamente, en un tema tan difícil y donde hay opiniones muy diversas. Recuerdo en una oportunidad donde alguien me hizo una observación diciéndome que en el diálogo con el pueblo de Israel no hay que tratar de incorporarlos a la Iglesia porque eso significaría desarraigarlos ya que ellos han crecido con unas costumbres, con una religión y unas creencias y que por lo tanto sería dañoso para ellos el tratar de convertirlos al Cristianismo, sino dejar que hagan su propio camino.
Yo le respondí equiparándole el caso a la persona de los Apóstoles, y en concreto de San Pablo que lejos de ser desarraigado, en Cristo encontró su plenitud, a tal punto que Él mismo tendrá expresiones muy claras al respecto afirmando, por ejemplo: “…porque el fin de la ley es Cristo, para la justificación de todo el que cree” (Rm 10,4) o también aquella otra: “Que para mí la vida es Cristo y la muerte una ganancia” (Fil. 1,21) y tantas otras más.
Pensemos también en el caso de aquel famoso rabino de la sinagoga de Roma, Eugenio Zolli, que gracias a la acción de Pío XII en la segunda guerra mundial a favor de los judíos, se convirtió al catolicismo y llegó a afirmar:
“Yo no he renunciado a nada. El Cristianismo es el cumplimiento de la Sinagoga. La Sinagoga era una promesa y el Cristianismo es el cumplimiento de esa promesa”. Estas declaraciones las recoge Judith Cabaud, también judía convertida al Catolicismo, en su libro “El rabino que se rindió a Cristo”.
Por todo esto, me parece que queda claro que lejos de desarraigarlos o hacerles algún daño, más bien se les hace un bien, ya que se los lleva al encuentro de Quien les dará su plenitud, esto es, de Jesucristo.
4) Padre: ¿Puede Usted ofrecernos algunos juicios de reseñistas o comentaristas de su obra?
Si, puedo citar, entre otros, a quien dirigió mi tesis doctoral, el P. José María Viejo, O.P. No lo cito textualmente porque es un poco largo su juicio, pero señalo las ideas: Él valoró mucho mi trabajo en cuanto a que el esquema de la tesis estaba muy bien estructurado, que el tema, por cierto muy vasto, era tratado en manera muy completa y teniendo en cuenta la opinión de diversos autores. También apreció lo puntilloso que fui en la investigación, en mi método de análisis y en la abundante bibliografía que leí e incorporé a mi trabajo. Su juicio, y el de los demás profesores, fue muy positivo.
También puedo citar las palabras de Monseñor Eduardo María Taussig, Obispo de San Rafael, quien tuvo la gentileza de presentar mi libro. Decía lo siguiente: “Me complace, en el momento de ser puesto a disposición del gran público, destacar la profunda coherencia entre la interpretación brindada por el autor y la experiencia personal del Apóstol, y recomendar su lectura asegurando que ésta ayudará a todos a comprender mejor la vida y la experiencia de San Pablo, del mismo o análogo modo que, tal como hemos intentado esbozar, la vida del Apóstol nos ilumina para comprender su obra teológica y sus escritos”.
5) Padre David: ¿Tiene pensado elaborar para un nivel de divulgación algunos de los resultados de esta investigación académica?
Si, eso lo tengo previsto para un futuro no muy lejano. Esto será después de que edite un libro que ya casi tengo terminado sobre “El Obstáculo en la Segunda carta de San Pablo a los Tesalonicenses 2,6-7”. Allí el Apóstol habla de que hay Alguien puesto por Dios, que obstaculiza y no permite que el demonio desarrolle toda su maldad hasta el punto de producir al maligno personaje del anticristo. Es un texto muy rico donde trato de dilucidar Quién es ese misterioso personaje que obstaculiza a satanás, y además también estudio si ya ha sido quitado ese obstáculo y, también todo el daño y el engaño que producirá el anticristo. Es un tema escatológico de mucha actualidad y de grandes consecuencias en ámbito teológico. También tengo pensado escribir un libro sobre el Tercer Templo en relación con toda esta temática escatológica.
lunes, 14 de mayo de 2012
"Y ASÍ TODO ISRAEL SERÁ SALVADO" Rom. 11,26 (3ª de 4)
Segunda Parte
2. Elementos a considerar acerca de
la naturaleza de la relación
de los cristianos con el pueblo de Israel
Respecto a la segunda parte de nuestra conclusión, queremos dar algunos elementos que puedan ayudar a los cristianos para comprender mejor la naturaleza de su relación con el pueblo de Israel. Ofreceremos, pues, dos puntos que permitan aclarar este tema: el primero tratará sobre la llamada ‘teoría de la sustitución’, y el segundo, sobre el ‘género literario’ de Rm 11,25-32.
Respecto a la segunda parte de nuestra conclusión, queremos dar algunos elementos que puedan ayudar a los cristianos para comprender mejor la naturaleza de su relación con el pueblo de Israel. Ofreceremos, pues, dos puntos que permitan aclarar este tema: el primero tratará sobre la llamada ‘teoría de la sustitución’, y el segundo, sobre el ‘género literario’ de Rm 11,25-32.

2.1. La ‘teoría de la sustitución’
En relación al primer punto, se puede observar que en los últimos tiempos se ha ido superando la idea de la llamada "teoría de la sustitución" y es bueno que así sea. Hemos visto que el hecho de transferir el nombre de Israel a la Iglesia, como nuevo Israel, no es correcto. En efecto, hemos verificado que San Pablo en particular, y el Nuevo Testamento en general, tienen gran cuidado de no emplear el nombre "Israel" para referirse a la Iglesia o a los cristianos. Estas solas apreciaciones lingüísticas son suficientes para entender que la Iglesia no ha sustituido a Israel.
En relación al primer punto, se puede observar que en los últimos tiempos se ha ido superando la idea de la llamada "teoría de la sustitución" y es bueno que así sea. Hemos visto que el hecho de transferir el nombre de Israel a la Iglesia, como nuevo Israel, no es correcto. En efecto, hemos verificado que San Pablo en particular, y el Nuevo Testamento en general, tienen gran cuidado de no emplear el nombre "Israel" para referirse a la Iglesia o a los cristianos. Estas solas apreciaciones lingüísticas son suficientes para entender que la Iglesia no ha sustituido a Israel.
Ahondando sobre este tema, el problema de la "teoría de la sustitución" se planteó ante la pregunta de si el "cristianismo" formaba un "nuevo pueblo de Dios" que sustituía al antiguo, o si existía un "único pueblo de Dios" que comenzó con Abraham, y al que luego se le incorporaron los gentiles.
Ciertas expresiones evangélicas, como "les será quitado el reino y dado a las gentes" (Mt 21,43; cfr. también Mt. 8,12 y Lc. 21,24), parecían apoyar lo primero; en cambio, las afirmaciones de San Pablo en estos capítulos de la carta a los Romanos, más bien, parecerían insinuar lo contrario. Como se puede observar, la cuestión es bastante compleja. A ella se aludió en las discusiones que precedieron a la Declaración "Nostra Aetate" del Concilio Vaticano II.
Había quienes afirmaban que Israel no sólo había dejado de ser el pueblo elegido, sino que, desde aquel grito revelador "...su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos" (Mt 27,25), sus títulos de privilegio habían perecido totalmente pasando a ser un pueblo reprobado y maldito de Dios. Otros, por el contrario, afirmaban que los judíos, a pesar de su condición mayoritaria de "ramas desgajadas", seguían siendo "amados de Dios a causa de los padres" (Rm 11,28), es decir, que Dios se mantenía fiel a su elección y continuaba amando a su pueblo (Rm 11,1). En este sentido, todas esas expresiones peyorativas, que también usa el Apóstol como: "vasos de ira..., se han endurecido..., han caído..., ramas cortadas..." (Rm 9,22; 11,7.12.17), no mirarían al pueblo como tal, sino a aquella parte del pueblo, ciertamente mayoritaria, que no cree, y a la cual por eso le viene sustraído el Reino de Dios y la abundancia de gracia que se le ofrecía con la venida de Cristo. Además, de ese pueblo ha quedado un "resto", al que pertenecen Cristo, los Apóstoles y las más primitivas comunidades cristianas, es decir, el "núcleo primero de la Iglesia", que está en absoluta línea de continuidad con el pueblo de Dios del Antiguo Testamento, tanto es así, que los judíos que permanecen fuera del Evangelio no son sino "ramas desgajadas".
Hay que advertir, por lo tanto, que hay clara diferencia entre los judíos y los otros pueblos paganos en relación con la Iglesia: mientras la entrada de éstos en la Iglesia es considerada como pura misericordia de Dios (Rm 11,18.30), en la de los judíos entra un elemento nuevo, es decir, su precedente elección por parte de Dios, pues "los dones y la vocación son irrevocables" (Rm 11,29). De este modo, se podría afirmar que, en cierto sentido, los judíos pertenecen a la Iglesia como miembros por naturaleza o de derecho; de ahí que, cuando se conviertan a Cristo, no harán sino volver a su lugar, es decir, serán injertados "en el propio tronco". Fundamentalmente nosotros adherimos a esta segunda postura.
Ahora bien, supuesto todo esto, podemos responder de si hemos de considerar o no a la Iglesia como "nuevo pueblo de Dios". En primer lugar, hemos de decir que si con esto queremos decir que Dios ha tenido "dos pueblos", uno primero que rechazó y otro que eligió después en su lugar, con ruptura completa entre ambos, no debemos hablar de la Iglesia como "nuevo pueblo de Dios".
Esa concepción no es exacta, pues la Iglesia, dentro del plan salvífico de Dios, es continuación legítima y realización plena del "pueblo de Dios" del Antiguo Testamento. En este sentido la Iglesia no "sustituyó" a Israel.
Pero sobre este aspecto es necesario realizar dos aclaraciones. En primer término, debemos decir que en lugar de hablar de "sustitución" debemos hablar de "continuidad": esto es algo de primordial importancia: Israel e Iglesia son inseparables.
San Pablo lo afirma claramente en Rm 11,1-2: si algunos israelitas - entre los cuales encontramos a los Apóstoles y al mismo San Pablo - han adherido al Evangelio y pertenecen a la Iglesia, la dicotomía es imposible. Es más, ellos mismos pertenecen todavía al pueblo de Israel y componen el >resto fiel= que conforma el núcleo inicial de la Iglesia naciente, junto con aquellos que han sido llamados de entre los paganos (Rm 9,24). Sólo este argumento es suficiente para demostrar que la Iglesia continúa legítimamente y realiza plenamente al pueblo de Dios del Antiguo Testamento. En segundo lugar, es necesario afirmar que la Iglesia no es una "mera continuación" del pueblo de Dios del Antiguo Testamento, pues hay un elemento nuevo que entra en juego: Jesucristo.
Esto lo explica muy bien L. Turrado:
"Sin embargo, la Iglesia no es mera continuación del antiguo pueblo de Dios, pues en su formación entra un elemento nuevo, Cristo, cuya obra es de tal magnitud que hace que podamos hablar de fundación nueva sobre Cristo, es decir, de 'nuevo pueblo de Dios'. Cierto que la Escritura no usa nunca dicha expresión, pero sí habla de 'nueva' Alianza (1 Cor 11,25; 2 Cor 3,6; Lc 22,20); y esa nueva Alianza, sellada con la sangre de Cristo, aparece estrechamente vinculada con la idea de nuevo pueblo de Dios, cuya existencia constituye el fundamento (cf. Heb 8,8-12). En otras palabras, la muerte y resurrección de Cristo introducen características nuevas en la noción misma de 'pueblo de Dios' y en el modo de agregación a él. Por eso, nada tiene de extraño que la expresión 'nuevo Pueblo de Dios', aunque no la encontremos en la Escritura, sea corriente en la literatura cristiana, a partir ya de los primeros siglos, y la siga usando también el concilio Vaticano II".
De todo esto podemos decir que hay dos elementos indispensables a tener en cuenta: "continuidad y novedad" pero sin ruptura o separación entre Israel e Iglesia. El Cristianismo es las dos cosas, algo nuevo y algo antiguo: una fundación nueva en Cristo pero con un >grande patrimonio espiritual en común= con Israel y que ha recibido de Él. Son elementos inseparables que es necesario tener en cuenta para una correcta comprensión de la naturaleza de la Iglesia y de las relaciones de los cristianos con los hebreos.
2.2. El género literario de Rm 11,25-32
Lo que acabamos de afirmar en el punto anterior se relaciona estrechamente con el segundo punto de nuestra reflexión: aquel referido al "género literario" de Rm 11,25-32. Hemos visto que San Pablo da a conocer el misterio con una eminente finalidad parenética o exhortativa: "para que no presumáis de sabios" (Rm 11,25a). La frase es introducida por hina [para que] que está cumpliendo la función de mostrar la finalidad por la cual se revela el misterio.
"Sin embargo, la Iglesia no es mera continuación del antiguo pueblo de Dios, pues en su formación entra un elemento nuevo, Cristo, cuya obra es de tal magnitud que hace que podamos hablar de fundación nueva sobre Cristo, es decir, de 'nuevo pueblo de Dios'. Cierto que la Escritura no usa nunca dicha expresión, pero sí habla de 'nueva' Alianza (1 Cor 11,25; 2 Cor 3,6; Lc 22,20); y esa nueva Alianza, sellada con la sangre de Cristo, aparece estrechamente vinculada con la idea de nuevo pueblo de Dios, cuya existencia constituye el fundamento (cf. Heb 8,8-12). En otras palabras, la muerte y resurrección de Cristo introducen características nuevas en la noción misma de 'pueblo de Dios' y en el modo de agregación a él. Por eso, nada tiene de extraño que la expresión 'nuevo Pueblo de Dios', aunque no la encontremos en la Escritura, sea corriente en la literatura cristiana, a partir ya de los primeros siglos, y la siga usando también el concilio Vaticano II".
De todo esto podemos decir que hay dos elementos indispensables a tener en cuenta: "continuidad y novedad" pero sin ruptura o separación entre Israel e Iglesia. El Cristianismo es las dos cosas, algo nuevo y algo antiguo: una fundación nueva en Cristo pero con un >grande patrimonio espiritual en común= con Israel y que ha recibido de Él. Son elementos inseparables que es necesario tener en cuenta para una correcta comprensión de la naturaleza de la Iglesia y de las relaciones de los cristianos con los hebreos.
2.2. El género literario de Rm 11,25-32
Lo que acabamos de afirmar en el punto anterior se relaciona estrechamente con el segundo punto de nuestra reflexión: aquel referido al "género literario" de Rm 11,25-32. Hemos visto que San Pablo da a conocer el misterio con una eminente finalidad parenética o exhortativa: "para que no presumáis de sabios" (Rm 11,25a). La frase es introducida por hina [para que] que está cumpliendo la función de mostrar la finalidad por la cual se revela el misterio.
En este sentido, recordamos a Wilckens quien afirma que en esta perícopa nos encontramos frente a una "cima parenética" que parte desde 11,17, y pensamos que tenga razón. En efecto, San Pablo que tiene una gran preocupación por los de su raza ya que han sido desgajados del olivo salvífico a causa de su incredulidad (11,20), también experimenta una preocupación análoga por los cristianos provenientes de la gentilidad, ya que también ellos corren el riesgo de ser desgajados a causa de su presunción.
Por este motivo les hará sucesivas advertencias contra tal engreimiento al punto de confesarles: "Así pues, considera la bondad y la severidad de Dios: severidad con los que cayeron, bondad contigo, si es que te mantienes en la bondad; que si no, también tú serás desgajado" (Rm 11,22). Este es el motivo por el cual les revela el misterio en esta cima parenética, es decir, para que no se frustre el plan salvífico de Dios en ellos a causa de su pecado de presunción mirando por encima del hombro a los judíos incrédulos o querer ser orgullosos en su círculo propio frente a éstos. Esto lo deben aprender definitivamente los cristianos. Efectivamente, así como jamás existe verdadera prudencia en el jactarse de sí mismo, del mismo modo, no puede darse una prudencia de la Iglesia cristiano-gentil en sí ni de sí misma, sino sólo en Dios, quien ha ligado conjuntamente a Israel y a los gentiles en caminos de gracia ocultos para una prudencia meramente humana, y no quiere salvar a los cristianos-gentiles sin Israel.
Además, San Pablo en Rm 11,30-31 explica a los cristianos de Roma que así como los judíos al presente son rebeldes, también ellos lo han sido con anterioridad, y por lo tanto, no hay motivo para engreírse: por ello en Rm 11,32 establece el gran principio de que Dios ha encerrado a todos los hombres, judíos y gentiles, en la rebeldía para usar con todos de misericordia: es el principio de la misericordia divina universal que tiene la misión de hacer comprender que absolutamente nadie puede engreírse ya que Dios ha usado de misericordia con todos. Por el contrario, algunos cristianos no han comprendido este mensaje permitiéndose comportamientos deplorables a lo largo de la historia.
De allí que nos parezca necesario recordar lo que Schlier manifiesta acerca de Israel:
"Sobre Israel no se puede hablar si no se acepta la revelación en el misterio. Todas las nociones históricas, sociológicas y psicológicas concernientes a este pueblo no son suficientes, es más inducen a error. Por sí mismo Israel es, en definitiva, un misterio. Pero es justo esto que la sola razón humana no entiende".
Esto nos parece de fundamental importancia: Israel no se entiende con una visión puramente humana sino a la luz de la fe. De hecho, San Pablo coloca a Israel dentro del "misterio" de Rm 11,25, y un misterio se logra penetrar, en cuanto nos es concedido, sólo por la luz de la fe y no de otro modo. Por este motivo, juzgamos que hay algunos elementos que se deben subrayar para que los cristianos sepan encauzar, desde una visión de fe, "sus relaciones con los judíos".
"Sobre Israel no se puede hablar si no se acepta la revelación en el misterio. Todas las nociones históricas, sociológicas y psicológicas concernientes a este pueblo no son suficientes, es más inducen a error. Por sí mismo Israel es, en definitiva, un misterio. Pero es justo esto que la sola razón humana no entiende".
Esto nos parece de fundamental importancia: Israel no se entiende con una visión puramente humana sino a la luz de la fe. De hecho, San Pablo coloca a Israel dentro del "misterio" de Rm 11,25, y un misterio se logra penetrar, en cuanto nos es concedido, sólo por la luz de la fe y no de otro modo. Por este motivo, juzgamos que hay algunos elementos que se deben subrayar para que los cristianos sepan encauzar, desde una visión de fe, "sus relaciones con los judíos".
En este sentido, el Apóstol se nos presenta como el modelo de aquél que, desde una visión de fe, mira a Israel.
En primer lugar, San Pablo experimenta una "gran tristeza y un dolor incesante en el corazón" (Rm 9,2), por la vocación malograda de una parte de Israel. Del mismo modo, el cristiano debe sentir un profundo dolor porque aquel pueblo que desde toda la eternidad, y con el cual tiene un "gran patrimonio espiritual en común", fue elegido para ser depositario de las promesas ha fracasado en su misión, al menos en una parte importante de él.
En segundo lugar, el cristiano debe saber que las ramas del olivo fueron desgajadas por su incredulidad (Rm 11,20), pero serán injertadas nuevamente ya que "...poderoso es Dios para injertarlos de nuevo" (Rm 11,23): saber esto le ayudará a no engreírse contra las ramas desgajadas.
En tercer lugar, el cristiano debe esperar con ansia el día en que Israel será injertado nuevamente en el olivo de la salvación:
“Como afirma la Sagrada Escritura, Jerusalén no conoció el tiempo de su visita y gran parte de los judíos no recibieron el Evangelio, e incluso no pocos se opusieron a su difusión. No obstante, según el Apóstol, los judíos siguen siendo todavía muy amados de Dios a causa de sus padres, porque Dios no se arrepiente ni de sus dones ni de su vocación. Juntamente con los profetas y el mismo Apóstol, la Iglesia espera el día, conocido sólo por Dios, en que todos los pueblos con una sola voz invocarán al Señor y le servirán bajo un mismo yugo (Sof 3,9)”.
Ciertamente que el cristiano debe esperar ese día ya que traerá consigo una gran bonanza a la humanidad. En efecto: “Y, si su caída ha sido una riqueza para el mundo, y su mengua, riqueza para los gentiles ¡qué no será su plenitud!” (Rm 11,12; cfr. también Rm 11,15).
3. El ‘Diálogo’ judeo-cristiano
Finalmente, queremos hacer algunas apreciaciones respecto al ‘Diálogo’ que la Iglesia ha abierto con los hebreos. Sobre ello podemos constatar que se han dado pasos muy importantes en los últimos años en vista a un acercamiento con los judíos.
“Como afirma la Sagrada Escritura, Jerusalén no conoció el tiempo de su visita y gran parte de los judíos no recibieron el Evangelio, e incluso no pocos se opusieron a su difusión. No obstante, según el Apóstol, los judíos siguen siendo todavía muy amados de Dios a causa de sus padres, porque Dios no se arrepiente ni de sus dones ni de su vocación. Juntamente con los profetas y el mismo Apóstol, la Iglesia espera el día, conocido sólo por Dios, en que todos los pueblos con una sola voz invocarán al Señor y le servirán bajo un mismo yugo (Sof 3,9)”.
Ciertamente que el cristiano debe esperar ese día ya que traerá consigo una gran bonanza a la humanidad. En efecto: “Y, si su caída ha sido una riqueza para el mundo, y su mengua, riqueza para los gentiles ¡qué no será su plenitud!” (Rm 11,12; cfr. también Rm 11,15).
3. El ‘Diálogo’ judeo-cristiano
Finalmente, queremos hacer algunas apreciaciones respecto al ‘Diálogo’ que la Iglesia ha abierto con los hebreos. Sobre ello podemos constatar que se han dado pasos muy importantes en los últimos años en vista a un acercamiento con los judíos.
En efecto, el Concilio Ecuménico Vaticano II en la Declaración «Nostra Aetate» ha venido a significar un “...giro decisivo en las relaciones de la Iglesia católica con el Hebraísmo...”31, y, a su vez, ha fijado ‘metas muy claras’ a cumplimentar en dicho ‘Diálogo’.
Haciendo un balance de estos últimos años Juan Pablo II, en la carta preparatoria a su peregrinación a los lugares santos, podía afirmar lo siguiente: “En estos últimos decenios, especialmente después del Concilio Vaticano II, se han dado muchos pasos para establecer un diálogo fecundo con el pueblo que Dios ha elegido como primer destinatario de sus promesas y de la Alianza”.
Esto es totalmente verdadero: se han dado ‘muchos pasos’ en este camino que se ha emprendido, pero juzgamos absolutamente necesario que se den muchos pasos más en vista de aquellas ‘metas’ propuestas por la Declaración «Nostra Aetate». Efectivamente, esta Declaración proponía diversas actividades a desarrollar donde se fomentase y recomendase el mutuo conocimiento y estima, tales como, estudios bíblicos y teológicos en un marco de diálogo fraterno.
También se proponía que en la catequesis y en la predicación de la palabra de Dios se enseñara que los judíos no son reprobados por Dios, ni que se extendiera la responsabilidad por la muerte de Jesús a todos los judíos indistintamente. Además, se incentivaba a que se deplorase toda forma de odio, persecución o manifestación de antisemitismo de que han sido objeto los judíos de cualquier tiempo y por parte de cualquier persona.
En fin, actividades diversas que permitiesen a los cristianos conocer mejor la naturaleza del pueblo de Israel y así poder penetrar en el ‘misterio de Israel’ con una visión de fe.
Pero pensamos que estos objetivos no se han cumplido en su totalidad sino que queda mucho por hacer. Es cierto que la Iglesia a ‘nivel oficial’ se muestra como modelo de aquella que cumple con las ‘metas fijadas’ por el Concilio, pero pensamos que este mensaje todavía no se ha captado en su totalidad a nivel de Iglesia universal ni por todos los cristianos.
En efecto, a nivel de predicación, cursos y catequesis, estudios bíblicos y teológicos, publicaciones u otras formas que puedan hacer conocer los documentos oficiales y del magisterio pontificio sobre los hebreos y el hebraísmo, pensamos que todavía no han alcanzado el nivel necesario para lograr cambiar la mentalidad del pueblo cristiano y del mundo en general. En este sentido, será necesario redoblar esfuerzos para que las Conferencias Episcopales tomen más conciencia de las metas fijadas por «Nostra Aetate».
También habrá que esforzarse por el servicio de caridad que se ofrece a los hebreos en el intento de crear en ellos un espíritu más abierto. De particular importancia será el servicio que ofrezcan los teólogos tratando de iluminar la realidad con principios claros, como hicimos referencia al inicio de esta ‘Conclusión general’. Para ello servirá de estímulo recordar aquella frase de San Pablo a los Corintios: “Hasta el día de hoy, siempre que se lee a Moisés, un velo está puesto sobre sus corazones; mas cuando se vuelvan al Señor, será corrido el velo” (2 Co 3,15-16).
Por este motivo, se deberá adoptar la paciente actitud del Divino Maestro para con los discípulos de Emaús: “Y, empezando por Moisés y continuando por todos los profetas, les explicó lo que había sobre Él en todas las Escrituras” (Lc 24,27), esperando que el Señor les abra la inteligencia al entendimiento (Lc 24,31). Esta actitud se deberá acrecentar a lo largo de la Iglesia universal tratando de mostrar a Cristo que está latente en las páginas del Antiguo Testamento: los cristianos deberán hacer el esfuerzo mediante el ‘diálogo’ a los efectos de disponer el corazón de Israel para que el Señor los vuelva a Sí en el día que sólo Él conoce. Sabemos que actualmente Israel se encuentra en un endurecimiento parcial hasta que entre la plenitud de los gentiles, pero una vez que esto suceda, habrá llegado el día en que el Señor lo sacará de este endurecimiento: “... y así todo Israel será salvado...” (Rm 11,26a).
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