"Y ASÍ TODO ISRAEL SERÁ SALVADO" Rom. 11,26 (4ª de 4
ENTREVISTA AL PBRO. DR. DAVID F. SPECCHIALE
1) Padre Specchiale: ¿Qué lo movió para elegir este asunto para su tesis doctoral?
En realidad, fueron muchos los motivos que me llevaron a elegir este tema para mi tesis doctoral que luego se convirtió en el libro que estamos presentando.
Entre otros motivos, en primer lugar, elegí este tema porque tengo un gran aprecio por el pueblo de Israel, en cuanto que fue el depositario de las promesas que Dios hizo en el Antiguo Testamento, y, en este sentido, el encargado de custodiarlas y transmitirlas celosamente y, a veces, en un ambiente adverso como lo fue el paganismo.
En segundo lugar, me interesó aún más el tema porque siendo Israel el primer destinatario de esas promesas no haya recibido a Cristo, centro y culmen de todas las promesas de Dios. En tercer lugar, porque mediante mi trabajo siempre he pretendido dar una respuesta al pueblo de Israel a fin de que llegue a encontrar a Cristo que es su plenitud y el fin para el cual ha sido creado como pueblo, y al mismo tiempo, iluminar a los Cristianos con las enseñanzas del Apóstol para que puedan comprender más claramente cuál es la situación actual del pueblo de Israel, cómo deben pensar y actuar frente a Él y cuál es el plan de Dios sobre Él en el futuro.
2) Padre Specchiale: ¿El resultado de su investigación corrigió sus hipótesis iniciales o las confirmó?
No, ciertamente que el trabajo y todas las investigaciones que realicé confirmaron mis hipótesis iniciales adquiridas durante mis años de estudio en el Seminario. También es cierto, que gracias al trabajo de profundización que hice con el Doctorado, que luego continué antes de la edición final del libro, pude ahondar más en el tema, leer la opinión de tantos escritores que estudiaron el tema desde la antigüedad hasta el día de hoy y que me fueron enriqueciendo y ayudando a precisar algunos aspectos del tema que se canalizaron después en mi propuesta teológica. En este sentido, fueron muy importantes los aportes de tantos autores que me ayudaron a delimitar mejor mi campo de estudio, a precisar el género literario del texto en cuestión. Además, fue de gran utilidad el hecho de poder leer e incorporar en mi libro la opinión de los autores más representativos del mundo Católico, Protestante y Judío para tener una mejor visión de conjunto del tema. Por supuesto no dejé de acudir a los textos del Magisterio de la Iglesia, los cuales me ayudaron a encauzar mis conclusiones en una dirección segura. Resumiendo, mi idea inicial sobre el tema fue confirmada en mi trabajo de doctorado, pero también es cierto que éste es ocasión para un conocimiento más profundo del tema.
3)Padre: ¿Cómo fue recibida por distintos sectores y tipos de personas en los medios católicos, judíos, evangélicos? ¿Ha podido presentarla o valerse de ella en alguna instancia de diálogo judeo-cristiano?
Puedo decir que la recepción ha sido muy buena.
En ambiente católico, los Obispos que han leído mi obra me han dado un juicio muy positivo sobre la misma, también es el caso de sacerdotes, seminaristas y fieles que han accedido a ella.
En ambientes evangélicos, también ha tenido muy buena recepción. Son varios los pastores que se han acercado a la presentación de mi libro y lo han adquirido y luego de haberlo leído me han manifestado que es un trabajo muy bueno, serio y claro tratándose de un tema tan difícil como éste.
Desde ambientes judíos, no he tenido repercusiones ni positivas ni negativas.
Respecto a la segunda parte de la pregunta, le puedo decir que en verdad he tenido oportunidad de valerme de mi trabajo en instancias de diálogo judeo-cristiano. En efecto, yo soy Delegado diocesano para el Ecumenismo y el Diálogo Interreligioso, y en oportunidad de las reuniones anuales que se realizan de dichos delegados y demás miembros que pertenecen a esta institución eclesial (CEERJIR-CEA) he podido usar y presentar mi trabajo y ha tenido buena resonancia en este ámbito.
Lógicamente, en un tema tan difícil y donde hay opiniones muy diversas. Recuerdo en una oportunidad donde alguien me hizo una observación diciéndome que en el diálogo con el pueblo de Israel no hay que tratar de incorporarlos a la Iglesia porque eso significaría desarraigarlos ya que ellos han crecido con unas costumbres, con una religión y unas creencias y que por lo tanto sería dañoso para ellos el tratar de convertirlos al Cristianismo, sino dejar que hagan su propio camino.
Yo le respondí equiparándole el caso a la persona de los Apóstoles, y en concreto de San Pablo que lejos de ser desarraigado, en Cristo encontró su plenitud, a tal punto que Él mismo tendrá expresiones muy claras al respecto afirmando, por ejemplo: “…porque el fin de la ley es Cristo, para la justificación de todo el que cree” (Rm 10,4) o también aquella otra: “Que para mí la vida es Cristo y la muerte una ganancia” (Fil. 1,21) y tantas otras más.
Pensemos también en el caso de aquel famoso rabino de la sinagoga de Roma, Eugenio Zolli, que gracias a la acción de Pío XII en la segunda guerra mundial a favor de los judíos, se convirtió al catolicismo y llegó a afirmar:
“Yo no he renunciado a nada. El Cristianismo es el cumplimiento de la Sinagoga. La Sinagoga era una promesa y el Cristianismo es el cumplimiento de esa promesa”. Estas declaraciones las recoge Judith Cabaud, también judía convertida al Catolicismo, en su libro “El rabino que se rindió a Cristo”.
Por todo esto, me parece que queda claro que lejos de desarraigarlos o hacerles algún daño, más bien se les hace un bien, ya que se los lleva al encuentro de Quien les dará su plenitud, esto es, de Jesucristo.
4) Padre: ¿Puede Usted ofrecernos algunos juicios de reseñistas o comentaristas de su obra?
Si, puedo citar, entre otros, a quien dirigió mi tesis doctoral, el P. José María Viejo, O.P. No lo cito textualmente porque es un poco largo su juicio, pero señalo las ideas: Él valoró mucho mi trabajo en cuanto a que el esquema de la tesis estaba muy bien estructurado, que el tema, por cierto muy vasto, era tratado en manera muy completa y teniendo en cuenta la opinión de diversos autores. También apreció lo puntilloso que fui en la investigación, en mi método de análisis y en la abundante bibliografía que leí e incorporé a mi trabajo. Su juicio, y el de los demás profesores, fue muy positivo.
También puedo citar las palabras de Monseñor Eduardo María Taussig, Obispo de San Rafael, quien tuvo la gentileza de presentar mi libro. Decía lo siguiente: “Me complace, en el momento de ser puesto a disposición del gran público, destacar la profunda coherencia entre la interpretación brindada por el autor y la experiencia personal del Apóstol, y recomendar su lectura asegurando que ésta ayudará a todos a comprender mejor la vida y la experiencia de San Pablo, del mismo o análogo modo que, tal como hemos intentado esbozar, la vida del Apóstol nos ilumina para comprender su obra teológica y sus escritos”.
5) Padre David: ¿Tiene pensado elaborar para un nivel de divulgación algunos de los resultados de esta investigación académica?
Si, eso lo tengo previsto para un futuro no muy lejano. Esto será después de que edite un libro que ya casi tengo terminado sobre “El Obstáculo en la Segunda carta de San Pablo a los Tesalonicenses 2,6-7”. Allí el Apóstol habla de que hay Alguien puesto por Dios, que obstaculiza y no permite que el demonio desarrolle toda su maldad hasta el punto de producir al maligno personaje del anticristo. Es un texto muy rico donde trato de dilucidar Quién es ese misterioso personaje que obstaculiza a satanás, y además también estudio si ya ha sido quitado ese obstáculo y, también todo el daño y el engaño que producirá el anticristo. Es un tema escatológico de mucha actualidad y de grandes consecuencias en ámbito teológico.
También tengo pensado escribir un libro sobre el Tercer Templo en relación con toda esta temática escatológica.
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