12. - La Fortaleza defiende la conservación de la amistad divina Enseña Santo Tomás de Aquino que: "El acto de fortaleza que se lleva a cabo por amor a Dios, es materialmente un acto de fortaleza pero formalmente es un acto de caridad"
En la visión cristiana, la verdad entrevista por Aristóteles no sólo sigue vigente, sino que alcanza su máxima expresión en la caridad, en la amistad con Dios. Fortaleza y amistad con Dios permanecen unidos. El Bien es ahora Dios mismo, como objeto de la Caridad. Y toda virtud cristiana tiene por fin la unión con Dios por la amistad.
La fortaleza del que ama a Dios consistirá pues en su capacidad de permanecer en el amor, como encarecerá incansablemente San Juan en sus cartas:
"El que permanece en mí y yo en el" [Juan 15,5]; "El que cumple la voluntad de Dios permanece para siempre" [1 Juan 2,17]; "Si permanece en vosotros lo que habéis oído desde el principio, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre" [1 Juan 2,24].
La fortaleza del cristiano lo hace permanecer invicto ante los ataques contra el amor. La fortaleza cristiana consistirá en la capacidad de la caridad para pervivir, para permanecer fiel en medio de todos los embates.
San Pablo afirma que la caridad es fuerte porque “no pasa más” [1 Corintios 13,8] y porque "todo lo soporta" [1 Corintios 13,7:].
San Juan ha expresado la conexión entre caridad y fortaleza, diciendo que "la caridad perfecta exorciza el miedo", mientras que "quien teme no ha llegado a la perfección en la caridad" [1ª Juan 4, 18]
La fortaleza impertérrita, por lo tanto, es la del que ama a Dios sobre todas las cosas. Y el amor a Dios sobre todas las cosas hace libres, libra de todo temor. Para los que aman a Dios, completará San Pablo, todas las cosas, aún las que puedan parecer adversas, cooperan para su bien [ Romanos 8,28].
Santo Tomás de Aquino ha expresado este mismo hecho diciendo que la fortaleza que se inspira en el amor a Dios es propiamente un acto de caridad y sólo materialmente un acto de fortaleza.
El acto de fortaleza que se lleva a cabo por amor a Dios, es materialmente un acto de fortaleza pero formalmente es un acto de caridad: ["Est autem considerandum in actibus animae, quod actus qui est essentialiter unius potentiae vel habitus, recipit formam et speciem a superiori potentia vel habitu, secundum quod ordinatur inferius a superiori: si enim aliquis actus fortitudinis exerceat propter Dei amorem, actus quidem ille materialiter est fortitudinis, formaliter vero, caritatis (Summa Theologica 1a-2ae q. 13, art. 1, c.). "dicendum est quod caritas est radix omnium donorum et virtutum, ... et ideo quidquid pertinet ad fortitudinem potest etiam ad caritatem pertinere" (Summa Theologica 2a-2ae q. 139, art. 2, ad. 2m)]
Nosotros, a pari, podemos argumentar y deducir que, puesto que el Bien que ama el creyente es todavía objeto de esperanza, pues aún no tiene del todo a Dios, la fortaleza cristiana recibe su forma tanto de la virtud teologal de la caridad como de la virtud teologal de la esperanza. Y que la esperanza sostiene y hace fuertes.
-------------- Conferencia en las VII Jornadas de Espiritualidad Católica sobre: LAS VIRTUDES CRISTIANAS Organizadas por el Oratorio Jerónimo Frassati, ”. El Volcán, San Luis, 15-17 Junio 2001
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