En el Targum palestino del Pentateuco:
Neophyti 1
Gustavo Doré: La Creación de la Luz
1) El Verbo de Dios, o la Palabra de Dios, (en griego el Lógos tou Theou), es el Personaje principal del prólogo del Evangelio según San Juan. Él era, es y será. Por eso Juan lo llamará "Alfa y Omega".
El Verbo de Dios, hecho carne en Jesucristo, es el personaje central no solamente del Prólogo sino de todo el Evangelio y a él se refieren también las Cartas y el Apocalipsis.
2) El Verbo era antes de todo. De ahí que el Evangelio de Juan comienza con una mirada hacia “el principio”. Pero el Verbo será hasta el fin: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”. Y por eso, el Evangelio según san Juan termina con una mirada hacia el fin de los tiempos, que tiene su prolongación en el libro del Apocalipsis. Alfa y Omega, Principio y fin. Entre esos dos paréntesis, se encierra la manifestación histórica de la Palabra hecha Carne: el ministerio público del Señor en Palestina.
3) Durante mucho tiempo, muchos estudiosos de la Sagrada Escritura pensaban que Juan había tomado el término “Logos” del universo cultural griego-helenístico. De hecho autores judíos como Filón de Alejandría habían entrado en diálogo con la cultura helenística, la cual dejó su impronta en su pensamiento y en sus obras. No hay que asombrarse de que esa cultura hubiera influido en el judaísmo palestino a consecuencia de la prolongada dominación griega sobre el judaísmo palestino y de la diáspora de muchos judíos en el mundo mediterráneo.
Pero en 1956
un sacerdote español, el hebraísta Alejandro Díez Macho, descubrió en la Biblioteca Vaticana una traducción del pentateuco hebreo al arameo palestino de los tiempos de Jesús.
Este descubrimiento vino a demostrar, que el Logos o Verbo del evangelio según San Juan no era el Logos griego helenístico, sino la traducción del davar o palabra del Señor del Pentateuco hebreo, con el término "memrá" en el arameo palestinense, que era la lengua vulgar en la Palestina de los tiempos de Jesús. La lengua en que habló y predicó Jesucristo.
En la traducción del Pentateuco al arameo palestinense, el equivalente al davar hebreo y al logos griego, es el término "memrá", o "memrá de Adonay".
4) ¿Cuál era el origen de esa traducción del Pentateuco hebreo al arameo vulgar palestino? Su origen estaba en el culto sinagogal. Los judíos del tiempo de Jesús ya no hablaban ni entendían el hebreo. Por lo tanto, aunque en sus sinagogas la lectura del Pentateuco y los profetas se siguiera haciendo en hebreo, era necesario traducirles a los asistentes lo que habían oído leer en hebreo a la lengua arameo-palestina que ellos hablaban y entendían.
Por los mismos motivos, entre los judíos de la diáspora egipcia y griega había surgido la traducción griega de los Setenta o Septuaginta, del Antiguo Testamento. Pues los judíos de la diáspora tampoco entendían ya el hebreo de los textos que se les leían en sus sinagogas, y debía dárseles una traducción en griego que pudieran entender.
En las sinagogas palestinas de los tiempos de Jesús la traducción se hacía al arameo palestino, que era una forma del arameo occidental y era la lengua que habló Jesús desde niño.
5) Después de leer el texto hebreo, un traductor traducía oralmente lo antes leído. Esta traducción oral se llamaba el Targum, y el traductor era el meturgeman. La traducción no se leía, para evitar que se creara confusión entre el texto sagrado escrito y la traducción no sagrada.
Sólo más tarde esas traducciones se fueron fijando por escrito dando lugar a diversos textos targúmicos que hoy se conocen como Targum Onkelos, Jonathan, de Job, etc. etc.
6) Hasta el año 1956 no se conocía ningún texto escrito que diera acceso al Targum palestino de los tiempos de Jesús. Solamente se conocían algunos fragmentos que aparecían en los márgenes de los otros targumes posteriores y que se atribuían por hipótesis a un más antiguo Targum palestino, conocido como “Targum fragmentario”.
Pues bien, en 1956, el P. Alejandro Díez Macho encontró en la Biblioteca Vaticana un manuscrito clasificado como Targum Onkelos Pero cotejándolo con los demás targumes, comprobó que no era tal, sino ¡un “Targum fragmentario”! pero ¡Oh sorpresa! ¡Completo! ¡Contenía todos los fragmentos marginales conocidos a través de los targumes posteriores! Los targumes posteriores habían citado en sus márgenes, fragmentos de este antiguo Targum Palestino.
El estudio científico del Targum descubierto por Díez Macho, mostró - ¡oh gratísima sorpresa! - que era, nada menos que la traducción del Pentateuco al arameo palestinense que se recitaba en las sinagogas en el tiempo de Jesús. O sea el Targum que Jesús y sus contemporáneos oían en sus sinagogas después de la lectura del texto hebreo.
7) ¿Cómo había llegado ese manuscrito arameo que contenía el Targum Palestinense a la Biblioteca Vaticana?
San Ignacio de Loyola, estando en Roma, había iniciado la idea de erigir una casa donde acoger y proteger a judíos y musulmanes convertidos al cristianismo. El 1 de setiembre de 1577 el Papa Gregorio XIII fundó la “Pia Domus Neophytorum”, o sea un hogar para los neófitos que llevó el nombre de Collegium Ecclesiasticum adolescentium neophytorum.
A ese colegio llegaron algunos neófitos judíos que trajeron consigo manuscritos entre los cuales estaba el Targum palestino de los tiempos de Jesús conocido y publicado ahora como Targum Neophyti 1.
8) Los targumim arameos no son traducciones literales del texto hebreo. Contienen sus glosas o paráfrasis, es decir breves comentarios explicativos. Estos comentarios, sin embargo, no son caprichosos ni arbitrarios, sino que tienen su fundamento exegético y explican las palabras de un texto a la luz de su sentido en otros pasajes. Lo mismo sucede con el Targum Neophythi, que contiene algunas glosas muy notables para explicarnos ciertos pasajes del evangelio según san Juan como argumentaciones basadas en la tradición oral existente en el judaísmo palestino de los tiempos de Jesús.
9) Esto ha permitido revisar muchas afirmaciones acerca del carácter helenístico y griego del evangelio de San Juan, y afirmar que por el contrario, sería el más palestino de los cuatro evangelios y por eso, quizás, aunque no fuese el más antiguo, recogería la tradición más primitiva y cercana a la cuna palestina de la Iglesia.
10) Veamos por ejemplo cómo traduce el comienzo del libro del Génesis el Targum Neophyti 1 y podremos comprobar cómo esta traducción ilumina el sentido del Prólogo del evangelio según san Juan:
11) Génesis 1,1 - 2,4 traducido e interpretado por el Targum Neophyti 1
1 “Desde el principio, con sabiduría, el Hijo de Yahveh (bará’ di yy) terminó los cielos y la tierra.
2 Y la tierra estaba vacía y caótica y deshabitada de hombres y bestias y vacía de todo cultivo de plantas y de árboles y la oscuridad se extendía sobre la faz del abismo y un espíritu de amor de delante de Yahweh (rúaj dirajamim miqédem yy) soplaba sobre la faz de las aguas.
3 Y dijo el Verbo de Yahweh (‘amar memrá’ diyy ) : haya luz; y hubo luz según la orden de su Verbo.
4 Y fue manifiesto ante Yahweh que la luz era buena; y el Verbo de Yahweh separó la luz de las tinieblas.
[Compárese con el evangelio según san Juan: "La palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo. En el mundo estaba y el mundo fue hecho por ella, pero el mundo no la conoció Juan 1, 9-10; La luz brilla en las tinieblas pero las tinieblas no la recibieron" Juan 1,5]]
5 Y llamó el Verbo de Yahweh a la luz día y a las tinieblas llamó noche. Y hubo tarde y hubo mañana; el orden (seder) del trabajo de la creación: el día primero.
6 Y dijo el Verbo de Yahweh: haya el firmamento en medio de las aguas y divida las aguas inferiores de las aguas superiores.
7 Y creó (bara’) Yahweh el firmamento y separó (parash) las aguas que estaban debajo (min tájat) del firmamento de las aguas que estaban encima (di mel'al) del firmamento, y fue así según su Palabra (memrá).
8 Y el Verbo de Yahweh llamó cielos al firmamento. Y hubo tarde y hubo mañana; el orden (seder) de la creación: día segundo.
9 Y el Verbo de Yahweh dijo (‘amar): congréguense las aguas de debajo de los cielos en un lugar y déjese ver lo seco. Y fue así según su Palabra (memrá)
10 Y el Verbo de Yahweh llamó a lo seco tierra y al lugar de la reunión de las aguas llamó el mar. Y fue manifiesto delante de Yahweh que era hermoso y bueno.
11 Y dijo el Verbo de Yahweh: brote la tierra brotes de hierba que germinen semilla (y) árboles frutales productores de frutos según su especie, (árboles) de los que y en los que (broten) plantas sobre la tierra. Y así fue según su Palabra. (memrá)
12 Y la tierra brotó brotes de hierba germinadores de semilla según sus especies (y) árboles frutales productores de frutos (árboles) de los que y en los que (broten) plantas según sus especies. Y fue manifiesto delante de Yahweh que era hermoso y bueno.
13 Y hubo tarde y hubo mañana; orden del trabajo de la creación: día tercero.
14 Y Yahweh dijo: haya lumbreras en el firmamento de los cielos para dividir el día de la noche y hagan de señales de tiempos (sagrados) y sirvan para consagrar con ellos la intercalación de lunas y meses.
15 Y brillen en el firmamento de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y así fue según su Palabra (memrá)
16 Y el Verbo de Yahweh creó (bará’) las dos lumbreras grandes - la lumbrera grande para ser regidora (shlit) del día y la lumbrera pequeña para ser regidora de la noche - y el orden (sedur) de las estrellas.
17 Y la gloria de Yahweh (yiqar yy) los puso en el firmamento de los cielos para iluminar (lemenaráh) sobre la tierra. [Compárese con: Y vimos su gloria Jn 1,14]
18 Y para ser regidores (shalit) en el día y en la noche y para separar la luz de las tinieblas. Y fue manifiesto delante de Yahweh que era hermoso y bueno.
19 Y hubo tarde y mañana, orden de la creación: día cuarto
20 Y dijo el Verbo de Yahweh (memrá’ ): pululen las aguas un pulular de seres vivientes y las aves que vuelan sobre la tierra, sobre el aire del firmamento de los cielos.
21 Y Yahwe creó los dos grandes monstruos marinos y todo ser vivo serpenteante que las aguas hicieron pulular según su especie y toda ave que vuela según su especie. Y fue manifiesto delante de Yahweh que era hermoso y bueno.
22 Y el Verbo de Yahweh los bendijo diciendo: Fortaleceos y multiplicaos y llenad las aguas en los mares y las aves multiplíquense sobre la tierra.
23 Y hubo tarde y hubo mañana, orden del trabajo de la creación: día quinto.
24 Y dijo el Verbo de Yahweh (‘amar memrá’ diyy ): produzca la tierra seres vivientes según su especie: animales domésticos y reptiles y bestias de la tierra, según su especie. Y fue así según la orden de su Palabra.
25 Y el Verbo de Yahweh creó las bestias de la tierra según su especie y los animales domésticos según su especie y todos los reptiles de la tierra según su especie. Y fue manifiesto delante de Yahweh que era hermoso y bueno.
26 creemos al hijo del hombre [bar nash] a nuestra semejanza, como parecido a nosotros, y domine en los peces del mar y en las aves de los cielos y en los animales domésticos y en toda la tierrra y en todos los reptiles que reptan sobre la tierra.
27 Y el Verbo de Yahweh creó al Hijo del Hombre a su semejanza, lo creó a la imagen de delante de Yahweh, macho y comparte (dakhar wezugíah) los creó.
28 Y la Gloria de Yahweh los bendijo y el Verbo de Yahweh les dijo: Fortaleceos y multiplicaos y llenad la tierra y sojuzgadla y dominad en los peces del mar y en las aves de los cielos y en todos los animales que reptan sobre la tierra.
29 Y les dijo la Gloria de Yahweh. He aquí que os he dado todas las plantas que producen simiente (ashab demizrac) que existen sobre la faz de toda la tierra y todos los árboles en los que hay fruto - árboles que producen semilla - os los he dado para alimento.
30 Y a todas las bestias de la tierra y a todas las aves de los cielos y a todo lo que repta sobre la tierra en que hay alma viviente (nefesh dijay) toda hierba verde como alimento. Y fue así según su Palabra.
31 Y fue manifiesto delante de Yahweh todo lo que había hecho y aquí que era muy hermoso y bueno. Y hubo tarde y mañana; el orden de la creación día sexto.
2, 1 Y terminaron las creaturas de los cielos y todos sus ejércitos.
2 Y el Verbo de Yawheh terminó en el día séptimo la obra suya que había creado y en el séptimo día hubo descanso y quietud delante de Él de toda la obra suya que había creado
[Compárese con: "Todo se hizo por él y sin él no fue hecho nada de lo que existe" Juan 1, 3]
3 Y la Gloria de Yahweh bendijo el día séptimo y lo declaró santo porque en él hubo delante de Dios gran descanso y reposo de toda la obra suya que la Gloria del Verbo de Yahweh había creado al obrar
[Compárese con "Y vimos su Gloria, Gloria que recibe del Padre como Hijo único lleno de gracia y de verdad" Juan 1, 14]
4 Esta es la génesis de los orígenes del cielo y de la tierra en su creación. En el día en que el Verbo de Yahweh Elohim creó los cielos y la tierra.
[Compárese con: "Todo se hizo por él y sin él no fue hecho nada de lo que existe" Juan 1, 3].
[Hasta aquí el texto del Targum Neophyti 1]
Su Nombre es La Palabra de Dios
12) En el Prólogo de su Evangelio, san Juan no usa la expresión “Verbo o Palabra ‘de Dios’”.
Lo llama simplemente “El Verbo” y afirma que estaba en Dios y que era Dios.
Pero en el Apocalipsis revela que el nombre del Mesías, del Rey de Reyes y el Señor de los Señores es “La Palabra de Dios”, como en el Targum.
13) " Entonces vi el cielo abierto, y había un caballo blanco: el que lo monta se llama «Fiel» y «Veraz»; y juzga y combate con justicia. Sus ojos, llama de fuego; sobre su cabeza, muchas diademas; lleva escrito un nombre que sólo él conoce; viste un manto empapado en sangre y su nombre es: La Palabra de Dios. Y los ejércitos del cielo, vestidos de lino blanco puro, le seguían sobre caballos blancos. De su boca sale una espada afilada para herir con ella a los paganos; él los regirá con cetro de hierro; él pisa el lagar del vino de la furiosa ira de Dios, el Todopoderoso. Lleva escrito un nombre en su manto y en su muslo: Rey de Reyes y Señor de Señores. (Apocalipsis 19, 11-16)
Bibliografía utilizada
- Alejandro Díez Macho, El Targum. Introducción a las traducciones aramaicas de la Biblia. Ed. Textos y Estudios “Cardenal Cisneros” Cons. Sup. De Inv. Cient. Madríd 1979
- Alejandro Díez Macho, Targum Neophyti Targum Palestinense, Ms. De la Biblioteca Vaticana. Vol. I, Génesis, Introd. Gral. Ed. Príncipe y Versión Castellana.Cons. Sup. De Inv. Cient. Madríd 1968
- Domingo Muñoz León, Dios Palabra. Memrá en los Targumim del Pentateuco, Institución San Jerónimo, 4, Granada 1974
Este descubrimiento vino a demostrar, que el Logos o Verbo del evangelio según San Juan no era el Logos griego helenístico, sino la traducción del davar o palabra del Señor del Pentateuco hebreo, con el término "memrá" en el arameo palestinense, que era la lengua vulgar en la Palestina de los tiempos de Jesús. La lengua en que habló y predicó Jesucristo.
En la traducción del Pentateuco al arameo palestinense, el equivalente al davar hebreo y al logos griego, es el término "memrá", o "memrá de Adonay".
4) ¿Cuál era el origen de esa traducción del Pentateuco hebreo al arameo vulgar palestino? Su origen estaba en el culto sinagogal. Los judíos del tiempo de Jesús ya no hablaban ni entendían el hebreo. Por lo tanto, aunque en sus sinagogas la lectura del Pentateuco y los profetas se siguiera haciendo en hebreo, era necesario traducirles a los asistentes lo que habían oído leer en hebreo a la lengua arameo-palestina que ellos hablaban y entendían.
Por los mismos motivos, entre los judíos de la diáspora egipcia y griega había surgido la traducción griega de los Setenta o Septuaginta, del Antiguo Testamento. Pues los judíos de la diáspora tampoco entendían ya el hebreo de los textos que se les leían en sus sinagogas, y debía dárseles una traducción en griego que pudieran entender.
En las sinagogas palestinas de los tiempos de Jesús la traducción se hacía al arameo palestino, que era una forma del arameo occidental y era la lengua que habló Jesús desde niño.
5) Después de leer el texto hebreo, un traductor traducía oralmente lo antes leído. Esta traducción oral se llamaba el Targum, y el traductor era el meturgeman. La traducción no se leía, para evitar que se creara confusión entre el texto sagrado escrito y la traducción no sagrada.
Sólo más tarde esas traducciones se fueron fijando por escrito dando lugar a diversos textos targúmicos que hoy se conocen como Targum Onkelos, Jonathan, de Job, etc. etc.
6) Hasta el año 1956 no se conocía ningún texto escrito que diera acceso al Targum palestino de los tiempos de Jesús. Solamente se conocían algunos fragmentos que aparecían en los márgenes de los otros targumes posteriores y que se atribuían por hipótesis a un más antiguo Targum palestino, conocido como “Targum fragmentario”.
Pues bien, en 1956, el P. Alejandro Díez Macho encontró en la Biblioteca Vaticana un manuscrito clasificado como Targum Onkelos Pero cotejándolo con los demás targumes, comprobó que no era tal, sino ¡un “Targum fragmentario”! pero ¡Oh sorpresa! ¡Completo! ¡Contenía todos los fragmentos marginales conocidos a través de los targumes posteriores! Los targumes posteriores habían citado en sus márgenes, fragmentos de este antiguo Targum Palestino.
El estudio científico del Targum descubierto por Díez Macho, mostró - ¡oh gratísima sorpresa! - que era, nada menos que la traducción del Pentateuco al arameo palestinense que se recitaba en las sinagogas en el tiempo de Jesús. O sea el Targum que Jesús y sus contemporáneos oían en sus sinagogas después de la lectura del texto hebreo.
7) ¿Cómo había llegado ese manuscrito arameo que contenía el Targum Palestinense a la Biblioteca Vaticana?
San Ignacio de Loyola, estando en Roma, había iniciado la idea de erigir una casa donde acoger y proteger a judíos y musulmanes convertidos al cristianismo. El 1 de setiembre de 1577 el Papa Gregorio XIII fundó la “Pia Domus Neophytorum”, o sea un hogar para los neófitos que llevó el nombre de Collegium Ecclesiasticum adolescentium neophytorum.
A ese colegio llegaron algunos neófitos judíos que trajeron consigo manuscritos entre los cuales estaba el Targum palestino de los tiempos de Jesús conocido y publicado ahora como Targum Neophyti 1.
8) Los targumim arameos no son traducciones literales del texto hebreo. Contienen sus glosas o paráfrasis, es decir breves comentarios explicativos. Estos comentarios, sin embargo, no son caprichosos ni arbitrarios, sino que tienen su fundamento exegético y explican las palabras de un texto a la luz de su sentido en otros pasajes. Lo mismo sucede con el Targum Neophythi, que contiene algunas glosas muy notables para explicarnos ciertos pasajes del evangelio según san Juan como argumentaciones basadas en la tradición oral existente en el judaísmo palestino de los tiempos de Jesús.
9) Esto ha permitido revisar muchas afirmaciones acerca del carácter helenístico y griego del evangelio de San Juan, y afirmar que por el contrario, sería el más palestino de los cuatro evangelios y por eso, quizás, aunque no fuese el más antiguo, recogería la tradición más primitiva y cercana a la cuna palestina de la Iglesia.
10) Veamos por ejemplo cómo traduce el comienzo del libro del Génesis el Targum Neophyti 1 y podremos comprobar cómo esta traducción ilumina el sentido del Prólogo del evangelio según san Juan:
11) Génesis 1,1 - 2,4 traducido e interpretado por el Targum Neophyti 1
1 “Desde el principio, con sabiduría, el Hijo de Yahveh (bará’ di yy) terminó los cielos y la tierra.
2 Y la tierra estaba vacía y caótica y deshabitada de hombres y bestias y vacía de todo cultivo de plantas y de árboles y la oscuridad se extendía sobre la faz del abismo y un espíritu de amor de delante de Yahweh (rúaj dirajamim miqédem yy) soplaba sobre la faz de las aguas.
3 Y dijo el Verbo de Yahweh (‘amar memrá’ diyy ) : haya luz; y hubo luz según la orden de su Verbo.
4 Y fue manifiesto ante Yahweh que la luz era buena; y el Verbo de Yahweh separó la luz de las tinieblas.
[Compárese con el evangelio según san Juan: "La palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo. En el mundo estaba y el mundo fue hecho por ella, pero el mundo no la conoció Juan 1, 9-10; La luz brilla en las tinieblas pero las tinieblas no la recibieron" Juan 1,5]]
5 Y llamó el Verbo de Yahweh a la luz día y a las tinieblas llamó noche. Y hubo tarde y hubo mañana; el orden (seder) del trabajo de la creación: el día primero.
6 Y dijo el Verbo de Yahweh: haya el firmamento en medio de las aguas y divida las aguas inferiores de las aguas superiores.
7 Y creó (bara’) Yahweh el firmamento y separó (parash) las aguas que estaban debajo (min tájat) del firmamento de las aguas que estaban encima (di mel'al) del firmamento, y fue así según su Palabra (memrá).
8 Y el Verbo de Yahweh llamó cielos al firmamento. Y hubo tarde y hubo mañana; el orden (seder) de la creación: día segundo.
9 Y el Verbo de Yahweh dijo (‘amar): congréguense las aguas de debajo de los cielos en un lugar y déjese ver lo seco. Y fue así según su Palabra (memrá)
10 Y el Verbo de Yahweh llamó a lo seco tierra y al lugar de la reunión de las aguas llamó el mar. Y fue manifiesto delante de Yahweh que era hermoso y bueno.
11 Y dijo el Verbo de Yahweh: brote la tierra brotes de hierba que germinen semilla (y) árboles frutales productores de frutos según su especie, (árboles) de los que y en los que (broten) plantas sobre la tierra. Y así fue según su Palabra. (memrá)
12 Y la tierra brotó brotes de hierba germinadores de semilla según sus especies (y) árboles frutales productores de frutos (árboles) de los que y en los que (broten) plantas según sus especies. Y fue manifiesto delante de Yahweh que era hermoso y bueno.
13 Y hubo tarde y hubo mañana; orden del trabajo de la creación: día tercero.
14 Y Yahweh dijo: haya lumbreras en el firmamento de los cielos para dividir el día de la noche y hagan de señales de tiempos (sagrados) y sirvan para consagrar con ellos la intercalación de lunas y meses.
15 Y brillen en el firmamento de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y así fue según su Palabra (memrá)
16 Y el Verbo de Yahweh creó (bará’) las dos lumbreras grandes - la lumbrera grande para ser regidora (shlit) del día y la lumbrera pequeña para ser regidora de la noche - y el orden (sedur) de las estrellas.
17 Y la gloria de Yahweh (yiqar yy) los puso en el firmamento de los cielos para iluminar (lemenaráh) sobre la tierra. [Compárese con: Y vimos su gloria Jn 1,14]
18 Y para ser regidores (shalit) en el día y en la noche y para separar la luz de las tinieblas. Y fue manifiesto delante de Yahweh que era hermoso y bueno.
19 Y hubo tarde y mañana, orden de la creación: día cuarto
20 Y dijo el Verbo de Yahweh (memrá’ ): pululen las aguas un pulular de seres vivientes y las aves que vuelan sobre la tierra, sobre el aire del firmamento de los cielos.
21 Y Yahwe creó los dos grandes monstruos marinos y todo ser vivo serpenteante que las aguas hicieron pulular según su especie y toda ave que vuela según su especie. Y fue manifiesto delante de Yahweh que era hermoso y bueno.
22 Y el Verbo de Yahweh los bendijo diciendo: Fortaleceos y multiplicaos y llenad las aguas en los mares y las aves multiplíquense sobre la tierra.
23 Y hubo tarde y hubo mañana, orden del trabajo de la creación: día quinto.
24 Y dijo el Verbo de Yahweh (‘amar memrá’ diyy ): produzca la tierra seres vivientes según su especie: animales domésticos y reptiles y bestias de la tierra, según su especie. Y fue así según la orden de su Palabra.
25 Y el Verbo de Yahweh creó las bestias de la tierra según su especie y los animales domésticos según su especie y todos los reptiles de la tierra según su especie. Y fue manifiesto delante de Yahweh que era hermoso y bueno.
26 creemos al hijo del hombre [bar nash] a nuestra semejanza, como parecido a nosotros, y domine en los peces del mar y en las aves de los cielos y en los animales domésticos y en toda la tierrra y en todos los reptiles que reptan sobre la tierra.
27 Y el Verbo de Yahweh creó al Hijo del Hombre a su semejanza, lo creó a la imagen de delante de Yahweh, macho y comparte (dakhar wezugíah) los creó.
28 Y la Gloria de Yahweh los bendijo y el Verbo de Yahweh les dijo: Fortaleceos y multiplicaos y llenad la tierra y sojuzgadla y dominad en los peces del mar y en las aves de los cielos y en todos los animales que reptan sobre la tierra.
29 Y les dijo la Gloria de Yahweh. He aquí que os he dado todas las plantas que producen simiente (ashab demizrac) que existen sobre la faz de toda la tierra y todos los árboles en los que hay fruto - árboles que producen semilla - os los he dado para alimento.
30 Y a todas las bestias de la tierra y a todas las aves de los cielos y a todo lo que repta sobre la tierra en que hay alma viviente (nefesh dijay) toda hierba verde como alimento. Y fue así según su Palabra.
31 Y fue manifiesto delante de Yahweh todo lo que había hecho y aquí que era muy hermoso y bueno. Y hubo tarde y mañana; el orden de la creación día sexto.
2, 1 Y terminaron las creaturas de los cielos y todos sus ejércitos.
2 Y el Verbo de Yawheh terminó en el día séptimo la obra suya que había creado y en el séptimo día hubo descanso y quietud delante de Él de toda la obra suya que había creado
[Compárese con: "Todo se hizo por él y sin él no fue hecho nada de lo que existe" Juan 1, 3]
3 Y la Gloria de Yahweh bendijo el día séptimo y lo declaró santo porque en él hubo delante de Dios gran descanso y reposo de toda la obra suya que la Gloria del Verbo de Yahweh había creado al obrar
[Compárese con "Y vimos su Gloria, Gloria que recibe del Padre como Hijo único lleno de gracia y de verdad" Juan 1, 14]
4 Esta es la génesis de los orígenes del cielo y de la tierra en su creación. En el día en que el Verbo de Yahweh Elohim creó los cielos y la tierra.
[Compárese con: "Todo se hizo por él y sin él no fue hecho nada de lo que existe" Juan 1, 3].
[Hasta aquí el texto del Targum Neophyti 1]
Su Nombre es La Palabra de Dios
12) En el Prólogo de su Evangelio, san Juan no usa la expresión “Verbo o Palabra ‘de Dios’”.
Lo llama simplemente “El Verbo” y afirma que estaba en Dios y que era Dios.
Pero en el Apocalipsis revela que el nombre del Mesías, del Rey de Reyes y el Señor de los Señores es “La Palabra de Dios”, como en el Targum.
13) " Entonces vi el cielo abierto, y había un caballo blanco: el que lo monta se llama «Fiel» y «Veraz»; y juzga y combate con justicia. Sus ojos, llama de fuego; sobre su cabeza, muchas diademas; lleva escrito un nombre que sólo él conoce; viste un manto empapado en sangre y su nombre es: La Palabra de Dios. Y los ejércitos del cielo, vestidos de lino blanco puro, le seguían sobre caballos blancos. De su boca sale una espada afilada para herir con ella a los paganos; él los regirá con cetro de hierro; él pisa el lagar del vino de la furiosa ira de Dios, el Todopoderoso. Lleva escrito un nombre en su manto y en su muslo: Rey de Reyes y Señor de Señores. (Apocalipsis 19, 11-16)
Bibliografía utilizada
- Alejandro Díez Macho, El Targum. Introducción a las traducciones aramaicas de la Biblia. Ed. Textos y Estudios “Cardenal Cisneros” Cons. Sup. De Inv. Cient. Madríd 1979
- Alejandro Díez Macho, Targum Neophyti Targum Palestinense, Ms. De la Biblioteca Vaticana. Vol. I, Génesis, Introd. Gral. Ed. Príncipe y Versión Castellana.Cons. Sup. De Inv. Cient. Madríd 1968
- Domingo Muñoz León, Dios Palabra. Memrá en los Targumim del Pentateuco, Institución San Jerónimo, 4, Granada 1974
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