LEY DE SANTIDAD ESPONSAL Y FAMILIAR: LEVÍTICO 18, 1-30
Presentación del texto Ofrezco la lectura este texto en el blog Toma y Lee, porque he aludido a él hoy en el Blog del Buen Amor. Es fundamental para orientarse acerca de en qué consiste la santidad del matrimonio y de la familia. Tiene que ver con la restricción del ejercicio de la sexualidad al matrimonio monógamo y fiel. Excluye todo otro ejercicio de la sexualidad fuera del matrimonio. Enumera todos los casos en que se ha de excluir un trato sexual, para diferenciarse de la promiscuidad sexual que caracterizaba a los pueblos vecinos, Egipto (incesto) y Canaán (prostitución sagrada y divinización del sexo). La expresión "descubrir la desnudez" es un eufemismo para significar, más allá de la falta de pudor sexual a la que se refiere directamente, a toda mirada o acto sexual sobre alguien que no sea el propio cónyuge. Nótense las penas que se siguen en la naciones que no mantienen la santidad familiar: la tierra donde viven los expulsa, los vomita con asco. Podría decirse que según la Sagrada Escritura, la lujuria es anti-ecológica. Pero, la pena más grave es que quien así procede se hace impuro. Es decir pierde la vinculación con el Señor porque se sale del marco del Buen Amor, que tiene su arquetipo en la santidad del Señor, del Dios de los Padres. He aquí el texto.
Levítico 18, 1-30
Sexualidad y santidad 1. Habló El Señor a Moisés, diciendo: 2 . Habla a los israelitas, y diles: Yo soy El Señor vuestro Dios. 3 . No hagáis como se hace en la tierra de Egipto, donde habéis habitado, ni hagáis como se hace en la tierra de Canaán a donde os llevo; no debéis seguir sus costumbres. 4 . Cumplid mis normas y guardad mis preceptos, caminando según ellos. Yo soy El Señor, vuestro Dios. 5 . Guardad mis preceptos y mis normas. El hombre que los cumpla, por ellos vivirá. Yo, El Señor. 6 . Ninguno de vosotros se acerque a una consanguínea suya para descubrir su desnudez. Yo, El Señor. 7 . No descubrirás la desnudez de tu padre ni la desnudez de tu madre. Es tu madre; no descubrirás su desnudez. 8 . No descubrirás la desnudez de la mujer de tu padre; es la misma desnudez de tu padre. 9 . No descubrirás la desnudez de tu hermana, hija de tu padre o hija de tu madre, nacida en casa o fuera de ella. 10 . No descubrirás la desnudez de la hija de tu hijo o de la hija de tu hija, pues es tu propia desnudez. 11 No descubrirás la desnudez de la hija de la mujer de tu padre, engendrada de tu padre, que es tu hermana. 12 No descubrirás la desnudez de la hermana de tu padre; es carne de tu padre. 13 No descubrirás la desnudez de la hermana de tu madre; es carne de tu madre. 14 No descubrirás la desnudez del hermano de tu padre; no te acercarás a su mujer; es la mujer de tu tío. 15 No descubrirás la desnudez de tu nuera, es la mujer de tu hijo; no descubrirás su desnudez. 16 No descubrirás la desnudez de la mujer de tu hermano; es la desnudez de tu hermano. 17 No descubrirás la desnudez de una mujer y la de su hija, ni tomarás la hija de su hijo ni la hija de su hija para descubrir su desnudez; son tu propia carne; sería un incesto. 18 No tomarás a una mujer juntamente con su hermana, haciéndola rival de ella y descubriendo su desnudez mientras viva la primera. 19 Tampoco te acercarás a una mujer durante la impureza menstrual, para descubrir su desnudez. 20 . No te juntes carnalmente con la mujer de tu prójimo, contaminándote con ella. 21 No darás ningún hijo tuyo para hacerlo pasar ante Mólek; no profanarás así el nombre de tu Dios. Yo, El Señor. 22 No te acostarás con varón como con mujer; es abominación. 23 No te unirás con bestia haciéndote impuro por ella. La mujer no se pondrá ante una bestia para unirse con ella; es una infamia. 24 No os hagáis impuros con ninguna de estas acciones, pues con ellas se han hecho impuras las naciones que yo voy a arrojar ante vosotros. 25 Se ha hecho impuro el país; por eso he castigado su iniquidad, y el país ha vomitado a sus habitantes. 26 Vosotros, pues, guardad mis preceptos y mis normas, y nos cometáis ninguna de estas abominaciones, ni los de vuestro pueblo ni los forasteros que residen entre vosotros. 27 Porque todas estas abominaciones han cometido los hombres que habitaron el país antes que vosotros, y por eso el país se ha llenado de impurezas. 28 Y no os vomitará la tierra por vuestras impurezas, del mismo modo que vomitó a las naciones anteriores a vosotros; 29 sino que todos los que cometan una de estas abominaciones, ésos serán exterminados de en medio de su pueblo. 30 . Guardad, pues, mis observancias; no practicaréis ninguna de las costumbres abominables que se practicaban antes de vosotros, ni os hagáis impuros con ellas. Yo, El Señor, vuestro Dios. [Es Palabra de Dios]
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