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PENAS ANUNCIADAS AL VARÓN
“Al
varón le dijo: ‘Por haber escuchado a tu mujer [contra mí] y comido del árbol
que Yo te había prohibido, maldito sea el suelo por tu causa. Con fatiga
sacarás de él el alimento todos los días de tu vida. Espinas y abrojos te
producirá, comerás la hierba del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el
pan hasta que vuelvas al polvo, pues de él fuiste tomado. Porque eres polvo y
al polvo volverás. (Génesis 3, 17-19)
11.1.-
UNA TAREA PENOSA PARA LA MUJER CAÍDA Las penas anunciadas al
varón deben ser tenidas en cuenta por la mujer en cuanto que significan una
misión medicinal para ella y una penalidad reparadora de sus culpas. Entender
cómo ha sido herido el varón por el pecado original, le permitirá entender
cuáles son los remedios que ella puede y debe aplicar para bien del varón
herido. En primer lugar con su novio y su esposo, en segundo lugar con sus
hijos varones. Lo que ve de irremediable en el esposo que es árbol que creció
torcido, debe ella prevenir que no suceda con sus hijos varones.
11.2.- UN ABDICADOR DEL REINO El varón fue creado para regir el mundo
exterior, vegetal, animal, sometiéndolo a la ley de la razón. A ese mundo que
debe dominar pertenece también su propia corporeidad, su instintividad, su carne.
Adam abdicó de su misión de
ser custodio de la ley y del orden del mundo. Al abdicar se ha convertido de
Rey en esclavo, de dueño en mendigo. Sólo la redención que lo hace hijo, puede
devolverle “el reino” y re-entronizarlo.
11.3.-
ABANDONO DEL ROL DE ESPOSO Y PADRE. Antes del pecado el varón le
puso nombre a la mujer y a sí mismo “Se llamará ishá porque del ish fue
tomada”. Después del pecado pone nuevo nombre a la mujer: Jawáh, la que da vida, le reconoce el rol materno de dar la vida,
pero él no se pone nombre de padre a sí mismo. ¿Abdicación? ¿menosprecio de sí
mismo? Engendrar hijos en la mujer, pero es ella la que les pone nombre, Caín,
Abel. El varón aparece sólo para engendrar, no para asistir a la mujer en la
crianza y la educación. ¿Tiene esto que ver con el fratricidio en su
descendencia inmediata.
11.4.-
LA INSURRECCIÓN DE LA TIERRA CONTRA ÉL, oponiéndole a su gobierno
barricadas de cardos y espinas no es solamente la de la tierra exterior sino
también la tierra de la que está amasado su cuerpo. Su propia corporeidad, su
propia instintividad se resistirá contra su autodominio. Tendrá que
conquistarse a sí mismo como un territorio insurrecto. También la mujer pasará
de estar junto o ante él como semejante. Se le enfrentará, al igual que la
tierra, como rival, antagonista y rebelde..
11.5.- EL VARÓN YA NO SE GOBIERNA NI A SÍ MISMO.
Si el hombre ya no se gobierna a sí
mismo con su razón, queda a merced de su instintividad. Tenía que dominar a
los animales, empezando por lo que él mismo tiene de animal. O con su razón
gobierna sus pasiones, o sus pasiones anulan su razón..
11.6.- La tierra lo
reclamará como cosa suya, tomado de ella y lo recuperará por la m
Fuente:
De mi conferencia en la rama femenina de a Fraternidad Apostólica Santo Tomás
de Aquino FASTA –MENDOZA (RA) En el Foro
de la Mujer edición 2018: Mujer custodia de la cultura-- 18 agosto 2018
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