viernes, 11 de enero de 2013

GO'EL: EL DIOS PARIENTE En la Cultura Bíblica (26 de 27)

CONCLUSIÓN: 
Epifanía interpersonal

Lo característico del Dios bíblico es ser un Dios de Alianza, o sea un Dios que se vincula por amistades y compromisos con hombres y se comporta como El Dios Pariente, o el Dios de los Patriarcas. El ámbito privilegiado de su epifanía es el de lo interpersonal. Pertenece al corazón oculto e inefable (difícilmente expresable y por eso raramente mencionado) de la cultura bíblica, el hecho de que las relaciones entre los hombres y las relaciones entre Dios y los hombres se conciben como análogas y se expresan mediante categorías comunes como las expresadas por los términos berit, jen y jésed y no menos por el término go'el. Este hecho cultural nos sugiere que la cultura bíblica ha visto en ciertas relaciones interhumanas, y particularmente en las relaciones familiares de parentesco una epifanía divina. Pero sobre todo que ha experimentado, en el Nuevo Testamento, la epifanía divina como una comunicación interpersonal en forma de una vinculación de parentesco, en la koinonía eclesial divino-humana.

Del empíreo al convivio
En conclusión: hay algo que le es propio a la cultura bíblica y que se pone de manifiesto precisamente en la condición parental del Dios bíblico. El Go'el, el Dios-pariente de la cultura bíblica, hace más que fundamentar el orden familiar y social desde el empíreo. Al introducirse como un verdadero y real pariente en la red de relaciones familiares y sociales, históricas y concretas, las gobierna y regula desde dentro, no sólo con el ejemplo de la suya (Sed santos como yo soy santo sino que es tocado directamente, en los suyos, por los que les hacen el bien o el mal (Sed santos porque yo soy santo) [Lev 19,3; Mt 5,48; Lc 6,36; 1 Pe 1,14-17].

 El Dios-Go'el, como miembro de un Nosotros divino-humano abierto y convocante a la pertenencia configura, con su presencia y sus vínculos, todas las demás vinculaciones y conductas de los miembros del nosotros.

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