en las cartas de San Pablo
Corinto: El matrimonio bajo el signo de la lujuria [3]
La posesión y dominación física de la mujer por el varón
28) En toda la Carta a los Corintios Pablo va a hacer una nueva teología del cuerpo, en la cual tiene mucha importancia el Cuerpo del Señor en la Eucaristía, pero va a terminar la Carta en el capítulo 15 con la resurrección: esto corruptible se va a vestir de incorrupción, esto mortal de inmortalidad. Y este será un instrumento, el cuerpo, en la Gloria de comunión con Dios. Yo voy a conocer a Dios en mi cuerpo. Va a decir del Cuerpo de Cristo que en Cristo vive corporalmente, habita corporalmente la Plenitud de la Divinidad. “¿No sabéis que vuestro cuerpo es templo? Así como en Cristo habita corporalmente la Plenitud de la Divinidad, en nuestros cuerpos habita Dios. Somos templos.”
29) Dice Orígenes… El papá de Orígenes, un Padre de la Iglesia, murió mártir, cuando él era chiquito. Y cuando él era muy pequeño, dice que el papá, que era un cristiano místico, lo levantaba y como que adoraba el templo que significaba su hijo. Era hijo de un santo que veía en él el templo de Dios siendo chiquito. ¡Qué visión distinta! ¡Y qué gloriosa! Uno dice: Sí, es deseable, es deseable…
30) “Y Dios, que resucitó al Señor, nos resucitará también a nosotros mediante su poder.” Si vivimos como hijos y obedecemos hasta la muerte, como obedeció Jesús, el Padre nos va a resucitar también a nosotros. Ven que la resurrección no es un derecho de la naturaleza sino una Gracia del Padre. El Padre no puede permitir que alguien que ha querido vivir como hijo suyo quede en la muerte, ¡sobre todo cuando muere por obedecerlo, como es el caso de Jesús! El cuerpo, entonces, es como un instrumento de la obediencia. “¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo?” Aquí va como progresando. Estamos unidos a Cristo, Él es la Cabeza y nosotros somos los miembros. “Y entonces, dice, ¿había de tomar yo los miembros de Cristo para hacerlos miembros de la meretriz? ¡De ningún modo!” ¿Ven como va razonando y enlazando Pablo una teología nueva del cuerpo, una visión nueva de lo que es el cuerpo, derivada de la fe en Cristo y de la unión del cristiano con Cristo? Y va razonando desde aquí, desde la unión del cristiano con Cristo. “¿No sabéis que quien se une a la meretriz –sigue el razonamiento- se hace un solo cuerpo con ella? Pues está dicho: los dos se harán una sola carne.” Acá toma Pablo lo del Libro del Génesis: el que se une sexualmente a la mujer son uno solo. Por la unión sexual se une a esa mujer. Y si se une a una meretriz se hace miembro con ella, uno solo con ella. “Pero el que se une al Señor se hace un solo espíritu con Él.” Entonces, ¿tú vas a unir al Cuerpo Santo de Cristo un cuerpo que está unido a la meretriz? ¿Cómo puede ser?
31) “Huid de la fornicación”. Para Pablo la fornicación es la porneia, que tiene un sentido más amplio. Para nosotros la fornicación es el pecado de fornicación. Pero para Pablo la porneia es la lujuria. Huid de la lujuria. “Todo pecado que comete el hombre queda fuera de su cuerpo pero el que fornica peca contra su propio cuerpo.” La fornicación es como un pecado contra el cuerpo. “¿O no sabéis que vuestro cuerpo es santuario del Espíritu Santo, que está en vosotros y habéis recibido del Padre, y que no os pertenecéis?” Si yo soy del Padre, soy hijo del Padre y recibo mi ser del Padre, yo no soy el dueño de mi ser. Un poco más adelante, un par de capítulos después, como cerrando este razonamiento, Pablo dice: “Todas las cosas son vuestras pero vosotros sois de Cristo y Cristo es del Padre. Habéis sido bien comprados –al precio de la Sangre de Cristo-; no os pertenecéis…” ¿Por qué? Porque nos han comprado. Nos compró Cristo al precio de Su Sangre. Pagó por mí. Me compró con Amor. Amor con amor se paga. “Glorificad por tanto a Dios en vuestro cuerpo.” Esto es el dar Gloria a Dios.
32) Otro de los temas importantes de la Carta a los Corintios, además de la teología del cuerpo que él va elaborando aquí… Porque, claro, tiene que fundar una nueva cultura del cuerpo, una cultura cristiana del cuerpo.
33) En un mundo que vive esa percepción pagana de lo que es la sexualidad y el cuerpo, el cuerpo de la mujer y el cuerpo del varón, la sexualidad, la lujuria, la porneia -la Venus se llamaba la Venus Porné, la Venus del placer venéreo-, en ese mundo Pablo tiene que fundar otra manera de ver las cosas a partir de la fe cristiana. Y es lo que hace.
34) Pero una de las cosas que era muy importante entre los paganos era la gloria… El honor, la gloria, el prestigio. Y la búsqueda de la gloria y la pelea por las glorias producía en la Iglesia de Corinto partidos. “Yo soy de Pablo, yo de Apolo, yo de Cefas”. Buscaban gloria en su pertenencia y eso los dividía. Otro de los temas que va corriendo a lo largo de la Carta a los Corintios y es antagónico al anterior, es el tema de la Gloria de Dios. Nosotros no tenemos que buscar nuestra gloria, como Cristo no buscó Su Gloria. Cristo buscó la Gloria del Padre. Y por eso el Padre se encargó de la Gloria del Hijo. Si tú vives como hijo, debes cuidar de la Gloria del Padre y dejar que el Padre se preocupe de tu gloria, pero si vos andás buscando tu gloria, entonces no vivís como hijo. Y eso, ¿qué va a producir? Divisiones. Siempre que hay búsqueda de la gloria hay divisiones.
35) Y esto va a ser importante para la segunda etapa del matrimonio. Porque la primera etapa del matrimonio está más bien sellada por el predominio de la lujuria, pero la segunda va a estar sellada por la gloria y la dominación. Ya lo vamos a ver en la Carta a los Gálatas.
36) En esta situación, entonces, Pablo en el capítulo 7 dice: “En cuanto a lo que me habéis escrito…” Hasta ahora él ha estado respondiendo a las cosas que le habían llegado verbalmente, diríamos a los chismes, a lo que le había llegado por “los de Cloe”, dice. Esos chismosos que le estuvieron llevando chismes de las cosas que pasaban en la comunidad, pero ahora se ve que gente más culta de la comunidad le había hecho preguntas por escrito, que se refieren, las primeras, al tema del matrimonio; después va a haber preguntas sobre el celibato, la virginidad, pero las primeras son sobre el matrimonio. Y en este ambiente de los corintios, de esta ciudad y de esa comunidad que está tratando de descubrir su modo de vivir el matrimonio en forma cristiana, de ver el cuerpo propio y el de la esposa o el del esposo de otra manera de lo que lo ve la cultura, verlo en cristiano, empezar a ver todas las cosas de una manera nueva, Pablo va a dar ciertas normas como para ayudarlos a despegar de ese matrimonio bajo el signo de la lujuria, de la ciudad lujuriosa.
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