A la mujer se le asigna el gobierno del mundo espiritual, de las relaciones entre las personas, de la comunicación de bienes y mensajes, a mayor semejanza de la Rúaj Santa
7.1.- EN LA ESENCIA DE DIOS DEBE HABER RELACIÓN.
La relación es una perfección que no podía faltar en la esencia divina. Puesto
que Dios es Sabiduría y Amor, el Ser divino es relacional; se relaciona dentro
de sí mismo por relaciones de conocimiento y de amor. La sustancia divina no
excluye sino que exige que en Dios haya esas relaciones sustanciales.
7.2.-
- UN DIOS SIN RELACIÓN EN SÍ MISMO SERÍA IMPERFECTO.. De
alguna manera con la creación del Adán
varón-mujer se reduce al absurdo la idea de un Dios sin relación intrínseca
alguna. Un nosotros humano no podría ser imagen de un Dios que no fuera también
un Nosotros. La imagen es de Nosotros humano a Nosotros divino.
7.3.- EL SER DIVINO ES UN SOLO NOSOTROS EN TRES
PERSONAS. Puesto que no existe otro Dios a quien pueda conocer y amar y por
quien pueda ser conocido y amado, el Ser divino, debe contener en su única
substancia, tanto el conocerse a sí mismo como el amarse a sí mismo. Ese amor
implica también impulso de darse a sí mismo por entero y receptividad para
poder recibirse a sí mismo por entero.
Sabemos que los tres se conocen y se aman y obran todo en conjunto.
Que el Verbo es conocimiento pero también amor; que el Espíritu Santo es amor pero también pleno conocimiento y sabiduría divina; que Padre es el origen de todo lo que procede de él en el Hijo y el Espíritu de ambos.
Los tres difieren sólo en cuanto a su origen y procedencia y sus relaciones. No conviene que del Padre proceda sólo el Conocimiento. Es necesario que el conocimiento tenga por compañera al Amor, El Verbo a la Rúaj. Las dos procesiones, Verbo y Rúaj, se reclaman, como sus imágenes creadas varón y mujer se reclaman por semejanza con sus Arquetipos.
La Rúaj acompaña a la Palabra en su obra creadora, reveladora y
redentora por la Encarnación. Una vez encarnado, tampoco queda solo. Desde la
Encarnación en el seno de María Virgen. Se ha hecho hombre en vistas a la bodas
con la Humanidad. La encarnación posibilita y apunta a las bodas del Cordero.
7.6.-
EL ESPÍRITU SANTO, RÚAJ SANTA: ES DIOS-AMOR ENTRE PERSONAS. El
Espíritu Santo Rúaj qedosháh está
entre el Padre y el Hijo como amor que emana de ambos, los une y relaciona en
su abrazo y recibe el abrazo de ambos.
7.7.-
A LA MUJER SE LE ASIGNA EL MISMO MUNDO: LAS RELACIONES INTERPERSONALES DE AMOR.
Dios
no le asigna a la mujer, al crearla, ninguna tarea. Simplemente al construirla de la costilla de Adán, la
hace templo y casa. Por lo tanto habitable, acogedora.
Fuente:
De mi conferencia en la rama femenina de a Fraternidad Apostólica Santo Tomás
de Aquino FASTA –MENDOZA (RA) En el Foro
de la Mujer edición 2018: Mujer custodia de la cultura-- 18 agosto 2018
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