GO'EL: EL DIOS PARIENTE En la cultura bíblica (7 de 27)
1.8 El epos y el ethos de las Alianzas
En las religiones de origen bíblico, - como en todas las religiones - la conducta de Dios es el modelo ejemplar, el arquetipo divino, el fundamento de la conducta de la colectividad creyente.
Y la esencia de esa conducta, modo de vivir o cultura, se pone de manifiesto, se revela y juntamente se propone y se prescribe a la imitación: en las así llamadas Alianzas, testamentos o dispensaciones.
Puede decirse que las Alianzas son el argumento central del epos bíblico.
Los grandes héroes bíblicos son los hombres de las Alianzas: Adán, Noé, Abraham, sus descendientes los Patriarcas Isaac, Jacob, José; Moisés, David, Jesús, los Apóstoles.
De esas Alianzas nacen los dos pueblos bíblicos: Israel y la Iglesia. La epopeya bíblica narra los dramas y peripecias de las infidelidades humanas y las fidelidades divinas a dichas Alianzas. La Alianza con el Dios-Pariente. La Alianza con el Dios-Padre de Jesucristo y de los discípulos.
Esas Alianzas son el acto en que se anudan el obrar divino con el obrar humano. Es en ese contexto donde la cultura bíblica se coloca a sí misma para entenderse y darse a entender a las demás culturas. Es en el contexto de las Alianzas donde el actuar divino se exhibe como modelo motivador y posibilitante de un determinado modo de obrar humano. 1.9 No engañarse con las semejanzas La Ciencia de historia de las religiones, nos pone en guardia , sin embargo, contra las comparaciones precipitadas y las conclusiones falsas que se sacan a veces observando las semejanzas parciales y no advirtiendo la idiosincrasia que da una diferencia global. Se comparan los miembros perdiendo de vista el todo.
"Los paralelismos fenomenológicos pueden resultar engañosos. Si se encuentra una expresión, una imagen o una idea en dos lugares diferentes, en dos culturas o religiones, no se sigue de ahí que signifiquen lo mismo en ambas, incluso cuando se pueda demostrar que ha habido una influencia o un préstamo en un sentido o en otro. Cada detalle obtiene su significación a partir de la entera estructura al que ha sido incorporado, y del que forma parte. No se trata de probar que esta o aquella idea israelita se encuentra también en Babilonia [comparando por ejemplo los relatos de Gilgamesh con los del Génesis] o en Egipto, o que se ha tomado en préstamo de allí. La verdadera pregunta es qué significación se le ha dado a ese elemento en su nuevo contexto: ¿qué es lo que la religión de Israel hizo con él?". [Sigmund Mowinckel, The Psalms in Israel's Worship, Ed. B. Blackwell, Oxford 1962, T.I, p.57] Así por ejemplo, se ha observado las semejanzas entre el himno egipcio al Dios-Sol Atón, con el salmo 104 y se ha afirmado una relación directa entre ellos. [Véase: James B. Pritchard, La Sabiduría del Antiguo Oriente, Ed. Garriga, Barcelona 1966, págs. 268-273 (Ed. orig. The Ancient Near East, Princeton Univ. Press)]. La primera parte del Salmo 18Vulgata-19Hebreo, la que abarca los vv.1-7, provienen probablemente de un antiguo himno cananeo al sol y fue adaptado a sus fines yahvísticos uniéndolo a un poema didáctico (vv. 8-15) que hacen la alabanza de la Ley, con términos que aluden al sol, iluminador, vivificante y benéfico [Véase: Mitchell Dahood, Psalms, The Anchor Bible, Doubleday, Garden City-New York 1966, T.I, pág. 121]. No es difícil encontrar influencias egipcias en la literatura sapiencial de la tradición bíblica, porque Egipto tuvo gran influencia en la corte "culturista" de Salomón y de los reyes que lo sucedieron. En estos círculos surgió la llamada literatura "sapiencial" bíblica; sobre todo la primitiva gnómica o proverbial, que tiene sus raíces en tradiciones similares egipcias más arcaicas. Más tarde se desarrollará el diálogo y la diatriba, planteando los grandes problemas de la "angustia vital" del hombre, como el sentido de la vida en el libro del Eclesiastés, y la razón del sufrimiento del inocente, en el libro de Job. Tanto en la literatura egipcia como en la mesopotámica encontramos textos similares, si bien con un enfoque religioso totalmente diverso respecto de la perspectiva bíblica" [Véase: M. García Cordero, Biblia y Legado del Antiguo Oriente. El entorno cultural de la historia de la Salvación. Ed. BAC, Madrid 1977, nuestra cita en pág. 577].
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