Beato Isaac, (+ 1178)
Abad del Monasterio de Stella Maris:
"Se puede decir que cada alma fiel es esposa del Verbo de Dios, madre de Cristo, hija y hermana, virgen y madre fecunda [...]
Por eso dice: Habitaré en la heredad del Señor. La heredad del Señor en su significado universal es la Iglesia, en su significado especial es la Virgen María y en su significado individual es también cada alma fiel".
Foto del Monasterio Stella, Maris, Monte Carmelo, Haifa
"El Hijo de Dios es el primogénito entre muchos hermanos.
Por naturaleza es Hijo único, por gracia asoció consigo a muchos para que sean uno con él. Pues a cuantos lo recibieron les dio poder
de llegar a ser hijos de Dios.
Haciéndose él Hijo del hombre hizo hijos de Dios a muchos.
El que es Hijo único asoció consigo, por su amor y su poder, a muchos.
Éstos, siendo muchos por su generación según la carne, por la regeneración divina son uno con él. Cristo es uno, el Cristo total, cabeza y cuerpo.
Uno nacido de un único Dios en el cielo y de una única madre en la tierra.
Muchos hijos y un solo Hijo.
Pues bien, así como la cabeza y los miembros son un Hijo y muchos hijos, así también María y la Iglesia son una madre y muchas, una virgen y muchas.
Ambas son madres, ambas son vírgenes; ambas conciben virginal mente del Espíritu Santo. Ambas dan a luz, para Dios Padre, una descendencia sin pecado.
María dio a luz a la cabeza sin pecado del cuerpo; la Iglesia da a luz por el perdón de los pecados al cuerpo de esa cabeza.
Ambas son madres de Cristo, pero ninguna de las dos puede, sin la otra, dar a luz al Cristo total.
Por eso, en las Escrituras divinamente inspiradas, lo que se entiende en general de la Iglesia, virgen y madre, se entiende en particular de la virgen María; y lo que se entiende de modo especial de María, virgen y madre, se entiende de modo general de la Iglesia, virgen y madre.