miércoles, 21 de julio de 2010

¡SEÑOR ESCUCHA! ¡SEÑOR PERDONA! Daniel 9, 4- 10

Hoy, meditando el libro de Daniel pensaba....

Daniel pide perdón a Dios porque el mal que acechaba la ciudad se debía a los pecados de los hombres. Se me dio por relacionarlo con el mal que hay dentro de la misma Iglesia...quizá todo esto, todo esta desfachatez de males que reinan en la sociedad se deba a que nosotros como católicos ya no somos sal del mundo...

Pareciera que hasta muchos obispos tuvieran complejo de inferioridad frente a otras religiones o que se avergonzaran de seguir los mandatos del mismo Dios para no "desentonar" con el resto...

Y nosotros laicos ¡bue! Yo la primera, vivimos cayendo en pecados y tibiezas que no ayudan un ápice a levantar al prójimo...

He pedido por la conversión de nuestros corazones, por la docilidad a la Gracia y para que el Espíritu Santo nos impregne a todos y nos haga dignos hijos de Dios.

Y de repente, un "acéptanos entre Tus elegidos" salió desde el fondo del corazón.

Nos hace falta tener más vida de oración, hacer más ayunos, frecuentar más los Sacramentos. Pero nos hacen falta sacerdotes y Obispos más viriles e iluminados.
¿no le parece?
Pilar