Isaías 51, 4 Prestadme atención, una instrucción (toráh) saldrá (totséh) de mí (`ittí: de conmigo)...
Isaías 55, 11: La palabra que sale (yatsá) de mi boca no volverá vacía...
Deuteronomio 8, 3: No solamente de pan vive el hombre sino que el hombre vive de todo lo que sale de la boca de Yahvé
[ki lo´ `al-`aléjem lebadó yijyéh ha'adam ki `al-kol-môtsá´ pi-yy yijyéh ha´adám]
Nota de la Biblia de Jerusalén: Yahvéh puede crear todo con su palabra o sus decretos o mandatos [mitsváh, mitsvot] que salen de su boca. Sobre este texto, citado por Mateo 4, 4, véase Amos 8, 11; Nehemías 9, 29; Proverbios 9, 1-5; Sabiduría 16, 26; Eclesiástico 24, 19-21; Juan 6, 30-36, 68+
El salir de Jesús, es por un envío del Padre
que nos envía su Palabra, no creada sino engendrada:
Marcos 9, 36, El que me recibe a mí, no me recibe a mí sino a Aquél que me envió;
Juan 3, 34: el que Dios envió habla las palabras de Dios;
6, 40: esta es la voluntad del que me envió;
Juan 14, 24: mi palabra no es mía sino del que me envió...
Jesús comunica su misión a sus discípulos,
ellos también tienen que salir al ser enviados:
Juan 20, 21: Así como el Padre me envió yo os envío a vosotros
Marcos 1, 45 saliendo empezó a predicar muchas cosas
ho de exelthôn êrxato kêrussein pollá
2,13: salió de nuevo junto al mar
4,3 salió el sembrador a sembrar
exêlthen ho speirôn speirai
5, 2 y saliendo él de la barca
6,1 Salió hacia allí
6, 34 saliendo vio una muchedumbre
7, 31 Saliendo de los confines de Tiro
8, 27 Y salió Jesús con sus discípulos hacia la región de Cesarea de Filipos
11,11 Salió (Jesús de Jerusalén) hacia Betania con los doce
14, 26 Y cantados los himnos salieron hacia el Monte de los Olivos
16, 2 A la salida del Sol
El Sol es considerado símbolo de Cristo, en quien se cumple la venida del Día de Yahve anunciado por los profetas
16,8 Las mujeres salen espantadas del sepulcro, en contraste con la salida gloriosa que aún no comprenden. Es una huida. Una salida diferente y opuesta a la de Jesús, que nace de la incomprensión de lo que ha sucedido.
16,20 Y ellos saliendo de allí, predicaron en todas partes. La misión del Hijo, salido del Padre, se continúa en la misión de sus discípulos que salen también, como el Hijo, continuando su misión
En el evangelio según san Juan:
Jesús sale de Dios, sale del Padre y vuelve al Padre
San Juan Evangelista presenta explícita y detenidamente la visión de la salida del Verbo y su venida y vuelta al Padre. La lista siguiente de textos permitirá una lectura meditada.
1, 43-44 Al día siguiente quiso Jesús salir hacia Galilea
êthêlesen exelthein eis tên galilaian
4, 43 pasados dos días, salió de allí para Galilea
8, 42 Si Dios fuera vuestro Padre, me amaríais a mí, porque yo de Dios salí y he venido; pues no he venido por mí mismo sino que él me envió.
Compárese con Juan 1, 18: A Dios nadie lo ha visto jamás, el Hijo unigénito el que está (es) hacia el seno del Padre, él lo dio a conocer [Theón oudéis heôraken pôpote. ho monogenês Huiós ho ôn eis ton kólpon tou Patrós, ekeinos exegêsato]
8, 52 Jesús se ocultó y salió del Templo
10, 39 Jesús salió (se escapó) de sus manos
13, 3 Sabiendo que todas las cosas las puso el Padre en sus manos y que de Dios salió y a Dios vuelve, levántase de la cena...
16, 27 Puesto que el Padre, él mismo, os ama, porque vosotros me habéis amado y habéis creído que yo de Dios salí...
16, 28 Salí del Padre y he venido al mundo, otra vez dejo el mundo y me voy al Padre...
16, 29 En esto creemos que saliste de Dios...
17,8 Las palabras que me confiaste, yo se las he comunicado a ellos, y ellos las recibieron, y conocieron verdaderamente que de ti salí, y creyeron que tú me enviaste
18, 1 Dicho esto, Jesús salió con sus discípulos a la otra parte del torrente Cedrón
18,4 Jesús pues, sabiendo todo lo que iba a sobrevenirle, salió hacia ellos y le dijo: ¿a quién buscáis?
19, 5 Salió pues Jesús afuera, llevando la corona de espinas y el manto de púrpura...
19, 17 Y llevando a cuestas la cruz, salió hacia el lugar llamado el Cráneo que en hebreo se dice Gólgota
19, 34 uno de los soldados con una lanza le traspasó el costado, y salió al punto sangre y agua
PABLO
Para san Pablo, esta salida del Verbo es un vaciamiento, Filipenses 2, 6-7:
Siendo igual a Dios, se anonadó a sí mismo (ekénôsen) tomando la forma de esclavo se humilló a sí mismo... Al hacerse hombre el Verbo renuncia a la gloria y el reconocimiento que se le debería y se le dará cuando vuelva en gloria.