ACI Prensa se ha hecho eco en su edición de hoy de las entradas publicadas en este Blog desde el año 2008 acerca de los errores contenidos en escritos de Anselm Grün. Señalar los errores es un acto de misericordia con quien incurre en ellos y con quienes pueden sufrir daño con su difusión. El Señor, por boca del profeta Ezequiel 3, 16 y siguientes, avisa que quien no corrige al que yerra o al pecador, se hace responsable de sus errores o pecados. Si uno no corrige los errores o alteraciones en la señalación de un camino puede ser responsable de que los que lo transitan se extravíen o sufran accidentes. Los errores en los escritos de A. Grün es necesario señalarlos al margen de su ocasional autor, pues son comunes a la ideología modernista que señaló San Pío X en la Encíclica Pascendi y son hoy sentido común entre muchos miembros del pueblo católico. Agradecemos, por eso, a ACI Prensa que haya dado difusión a este alerta.
REDACCIÓN CENTRAL, 21 May. 12 / 06:15 am (ACI/EWTN Noticias).-
El experto teólogo y sacerdote jesuita uruguayo Horacio Bojorge criticó las herejías difundidas por el monje benedictino Anselm Grün, aceptadas por algunos católicos sin considerar su nociva influencia.
En un minucioso recuento de artículos enviado a ACI Prensa, el P. Bojorge señala que en sus libros, Grün "reduce el mensaje revelado de las Sagradas Escrituras; primero, porque lo interpreta en forma acomodada y segundo porque, mediante este sentido no bíblico, lo homologa con afirmaciones de orden psicológico, haciendo así del Evangelio un libro de autoayuda".
"El confiado lector se encuentra con el relato evangélico y su sentido literario tradicional que le es familiar, pero también se le sirve, en el mismo plato, la acomodación psicológica, como si fuera igualmente válida".
El P. Bojorge advirtió que en esa "acomodación psicológica, una resurrección puede convertirse simplemente en una curación y ser tratada como tal. Y una posesión demoníaca puede convertirse en un estado de exasperación emocional y psicológica".
"No se niega la resurrección, pero se presenta como alternativa válida una interpretación que la explica como curación. No se niega la acción demoníaca por posesión, obsesión o tentación, pero se habla de ‘las propias sombras’".
Por ello, el sacerdote jesuita consideró urgente "avisar que el hoy tan difundido magisterio espiritual del benedictino alemán Anselm Grün navega en la corriente modernista. Y cunde produciendo desviaciones muy dañinas, por lo parecidas al recto camino de la fe y la espiritualidad católica".
El P. Bojorge indicó que los escritos de Anselm Grün pertenecen "a la familia de los que podemos llamar los errores psicologistas. Tienen de común con la teología de la liberación, que no tienen como meta presentar el sentido auténtico de la Escritura tal como ha sido siempre interpretada por la Iglesia y según la fe católica, sino que usan de los textos bíblicos con una intención ajena a su sentido literal y auténtico".
El sacerdote jesuita indicó que así como para la teología marxista de la liberación, la meta es la libertad política, para el pensamiento difundido por Anselm Grün, el objetivo es "la libertad psicológica del individuo".
El P. Bojorge remarcó que el pensamiento de Grün está fundamentado sobre las ideas del psicoanalista Carl Jung y del P. Eugen Drewermann, quien fuera apartado por su obispo del sacerdocio, precisamente por sus enseñanzas psicologistas.
El jesuita criticó que Anselm Grün atribuya, arbitrariamente, a los textos de la Biblia "un sentido de orden psicológico, del ‘imaginario’ que sin embargo él presenta como si fuera mejor sentido que el sentido literal, al que califica, lisa y llanamente, desdiciendo desaprensivamente la tradición y el magisterio, de ‘inútil’".
De acuerdo al P. Horacio Bojorge, en la prédica de Grün, "el Jesús de la historia que presentan los Evangelios es relegado al orden de la fantasía mítica y se lo ‘rescata’ de la insignificancia a la significación mediante ‘recuperaciones’ ideológicas, políticas o psicologistas".
"La libertad de que habla Anselm Grün no es la misma de la que habló Jesús y se lee en Marcos. Según lo presenta Anselm Grün, Jesús ya no es el camino hacia la libertad porque sea el camino que nos conduzca al Padre, y porque nos convierta en hijos y nos de la libertad de los hijos".
Según explicó el sacerdote jesuita, para Anselm Grün, la libertad es "la integración de los contrarios, la integración de la sombra junguiana, que es inaceptable para la espiritualidad cristiana, porque implica aceptar el pecado y hasta lo demoníaco, para integrarlos en la unificación del yo".
Más información en: http://www.aciprensa.com/controversias/anselmgrun1.doc
1) Padre Specchiale: ¿Qué lo movió para elegir este asunto para su tesis doctoral?
En realidad, fueron muchos los motivos que me llevaron a elegir este tema para mi tesis doctoral que luego se convirtió en el libro que estamos presentando.
Entre otros motivos, en primer lugar, elegí este tema porque tengo un gran aprecio por el pueblo de Israel, en cuanto que fue el depositario de las promesas que Dios hizo en el Antiguo Testamento, y, en este sentido, el encargado de custodiarlas y transmitirlas celosamente y, a veces, en un ambiente adverso como lo fue el paganismo.
En segundo lugar, me interesó aún más el tema porque siendo Israel el primer destinatario de esas promesas no haya recibido a Cristo, centro y culmen de todas las promesas de Dios. En tercer lugar, porque mediante mi trabajo siempre he pretendido dar una respuesta al pueblo de Israel a fin de que llegue a encontrar a Cristo que es su plenitud y el fin para el cual ha sido creado como pueblo, y al mismo tiempo, iluminar a los Cristianos con las enseñanzas del Apóstol para que puedan comprender más claramente cuál es la situación actual del pueblo de Israel, cómo deben pensar y actuar frente a Él y cuál es el plan de Dios sobre Él en el futuro.
2) Padre Specchiale: ¿El resultado de su investigación corrigió sus hipótesis iniciales o las confirmó?
No, ciertamente que el trabajo y todas las investigaciones que realicé confirmaron mis hipótesis iniciales adquiridas durante mis años de estudio en el Seminario. También es cierto, que gracias al trabajo de profundización que hice con el Doctorado, que luego continué antes de la edición final del libro, pude ahondar más en el tema, leer la opinión de tantos escritores que estudiaron el tema desde la antigüedad hasta el día de hoy y que me fueron enriqueciendo y ayudando a precisar algunos aspectos del tema que se canalizaron después en mi propuesta teológica. En este sentido, fueron muy importantes los aportes de tantos autores que me ayudaron a delimitar mejor mi campo de estudio, a precisar el género literario del texto en cuestión. Además, fue de gran utilidad el hecho de poder leer e incorporar en mi libro la opinión de los autores más representativos del mundo Católico, Protestante y Judío para tener una mejor visión de conjunto del tema. Por supuesto no dejé de acudir a los textos del Magisterio de la Iglesia, los cuales me ayudaron a encauzar mis conclusiones en una dirección segura. Resumiendo, mi idea inicial sobre el tema fue confirmada en mi trabajo de doctorado, pero también es cierto que éste es ocasión para un conocimiento más profundo del tema.
3)Padre: ¿Cómo fue recibida por distintos sectores y tipos de personas en los medios católicos, judíos, evangélicos? ¿Ha podido presentarla o valerse de ella en alguna instancia de diálogo judeo-cristiano?
Puedo decir que la recepción ha sido muy buena.
En ambiente católico, los Obispos que han leído mi obra me han dado un juicio muy positivo sobre la misma, también es el caso de sacerdotes, seminaristas y fieles que han accedido a ella.
En ambientes evangélicos, también ha tenido muy buena recepción. Son varios los pastores que se han acercado a la presentación de mi libro y lo han adquirido y luego de haberlo leído me han manifestado que es un trabajo muy bueno, serio y claro tratándose de un tema tan difícil como éste.
Desde ambientes judíos, no he tenido repercusiones ni positivas ni negativas.
Respecto a la segunda parte de la pregunta, le puedo decir que en verdad he tenido oportunidad de valerme de mi trabajo en instancias de diálogo judeo-cristiano. En efecto, yo soy Delegado diocesano para el Ecumenismo y el Diálogo Interreligioso, y en oportunidad de las reuniones anuales que se realizan de dichos delegados y demás miembros que pertenecen a esta institución eclesial (CEERJIR-CEA) he podido usar y presentar mi trabajo y ha tenido buena resonancia en este ámbito.
Lógicamente, en un tema tan difícil y donde hay opiniones muy diversas. Recuerdo en una oportunidad donde alguien me hizo una observación diciéndome que en el diálogo con el pueblo de Israel no hay que tratar de incorporarlos a la Iglesia porque eso significaría desarraigarlos ya que ellos han crecido con unas costumbres, con una religión y unas creencias y que por lo tanto sería dañoso para ellos el tratar de convertirlos al Cristianismo, sino dejar que hagan su propio camino.
Yo le respondí equiparándole el caso a la persona de los Apóstoles, y en concreto de San Pablo que lejos de ser desarraigado, en Cristo encontró su plenitud, a tal punto que Él mismo tendrá expresiones muy claras al respecto afirmando, por ejemplo: “…porque el fin de la ley es Cristo, para la justificación de todo el que cree” (Rm 10,4) o también aquella otra: “Que para mí la vida es Cristo y la muerte una ganancia” (Fil. 1,21) y tantas otras más.
Pensemos también en el caso de aquel famoso rabino de la sinagoga de Roma, Eugenio Zolli, que gracias a la acción de Pío XII en la segunda guerra mundial a favor de los judíos, se convirtió al catolicismo y llegó a afirmar:
“Yo no he renunciado a nada. El Cristianismo es el cumplimiento de la Sinagoga. La Sinagoga era una promesa y el Cristianismo es el cumplimiento de esa promesa”. Estas declaraciones las recoge Judith Cabaud, también judía convertida al Catolicismo, en su libro “El rabino que se rindió a Cristo”.
Por todo esto, me parece que queda claro que lejos de desarraigarlos o hacerles algún daño, más bien se les hace un bien, ya que se los lleva al encuentro de Quien les dará su plenitud, esto es, de Jesucristo.
4) Padre: ¿Puede Usted ofrecernos algunos juicios de reseñistas o comentaristas de su obra?
Si, puedo citar, entre otros, a quien dirigió mi tesis doctoral, el P. José María Viejo, O.P. No lo cito textualmente porque es un poco largo su juicio, pero señalo las ideas: Él valoró mucho mi trabajo en cuanto a que el esquema de la tesis estaba muy bien estructurado, que el tema, por cierto muy vasto, era tratado en manera muy completa y teniendo en cuenta la opinión de diversos autores. También apreció lo puntilloso que fui en la investigación, en mi método de análisis y en la abundante bibliografía que leí e incorporé a mi trabajo. Su juicio, y el de los demás profesores, fue muy positivo.
También puedo citar las palabras de Monseñor Eduardo María Taussig, Obispo de San Rafael, quien tuvo la gentileza de presentar mi libro. Decía lo siguiente: “Me complace, en el momento de ser puesto a disposición del gran público, destacar la profunda coherencia entre la interpretación brindada por el autor y la experiencia personal del Apóstol, y recomendar su lectura asegurando que ésta ayudará a todos a comprender mejor la vida y la experiencia de San Pablo, del mismo o análogo modo que, tal como hemos intentado esbozar, la vida del Apóstol nos ilumina para comprender su obra teológica y sus escritos”.
5) Padre David: ¿Tiene pensado elaborar para un nivel de divulgación algunos de los resultados de esta investigación académica?
Si, eso lo tengo previsto para un futuro no muy lejano. Esto será después de que edite un libro que ya casi tengo terminado sobre “El Obstáculo en la Segunda carta de San Pablo a los Tesalonicenses 2,6-7”. Allí el Apóstol habla de que hay Alguien puesto por Dios, que obstaculiza y no permite que el demonio desarrolle toda su maldad hasta el punto de producir al maligno personaje del anticristo. Es un texto muy rico donde trato de dilucidar Quién es ese misterioso personaje que obstaculiza a satanás, y además también estudio si ya ha sido quitado ese obstáculo y, también todo el daño y el engaño que producirá el anticristo. Es un tema escatológico de mucha actualidad y de grandes consecuencias en ámbito teológico.
También tengo pensado escribir un libro sobre el Tercer Templo en relación con toda esta temática escatológica.