viernes, 6 de diciembre de 2013

EL SALTERIO MICROCOSMOS SIMBÓLICO (2 de 2)


Continúo y termino la traducción 
del escrito de Mons. Gianfranco Ravasi, hoy Cardenal de la Iglesia,
en el que explora el mundo simbólico de los Salmos.

b) Línea horizontal antropológica.
Si para cifrar el misterio de Dios se usaba el otro extremo, e.d. el hombre, para definir el del hombre se usa a menudo el animal.

El primer campo simbólico horizontal es, por lo tanto, zoomorfo y, en la variante "demoníaca", teriomorfo (fieras y monstruos). En el salterio existe un verdadero y propio bestiario coloreado como en ciertas miniaturas medievales: como modelo puede valer el Sal 104.

Pero los animales son a menudo metáforas para designar la experiencia humana: la cierva que brama de sed (42,2) o que corre veloz (18,334), las golondrinas y su amor por el nido (84,4), la grey (23), el águila (103,5), la sombra de las alas (36,8-9), la ignorancia torpe del hipopótamo (73,22), la soledad del buho y del pelícano (102,7).

También símbolos inferiores respecto del animal apuntan al hombre. Es el caso del segundo campo simbólico horizontal, el ilemórfico, e.d. tomado de la naturaleza material.

Dominante es la metáfora vegetal de matriz sapiencial que representa al justo como árbol verdegueante (1,3), palma o cedro (92,13-15), mientras que los árboles típicos del paisaje medterráneo, el olivo y la vid, se convierten en símbolos de la familia ideal (128,3). El aceite del ceremonial levítico anima el salmo de la fraternidad, el 133 (v.2), mientras la brutalidad de la imagen del lavado de pies en la sangre de los enemigos (58,11; 68,24) se inspira en el pisado de las uvas en la vendimia.

En el otro polo del horizonte está el hombre verdadero y propio, figurado de acuerdo a un tercer campo simbólico específico: el fisiológico. Dada la profunda unidad psico-física de la simbología bíblica, el cuerpo es un compendio alusivo al entero ser humano: los huesos que arden como brasas en la fiebre y en el sufrimiento (102,4), los ojos que se consumen de llanto (6,8); los días que son sombras que se estiran y declinan (102,12), el latido del corazón (55,5), la llagas purulentas y fétidas (38,6), las vísceras que se estrujan, el vigor sexual debilitado (31,10-11), etc.