lunes, 14 de mayo de 2012

"Y ASÍ TODO ISRAEL SERÁ SALVADO" Rom. 11,26 (3ª de 4)

CONCLUSIÓN GENERAL
Segunda Parte


2. Elementos a considerar acerca de
la naturaleza de la relación
de los cristianos con el pueblo de Israel

Respecto a la segunda parte de nuestra conclusión, queremos dar algunos elementos que puedan ayudar a los cristianos para comprender mejor la naturaleza de su relación con el pueblo de Israel. Ofreceremos, pues, dos puntos que permitan aclarar este tema: el primero tratará sobre la llamada ‘teoría de la sustitución’, y el segundo, sobre el ‘género literario’ de Rm 11,25-32.

2.1. La ‘teoría de la sustitución’

En relación al primer punto, se puede observar que en los últimos tiempos se ha ido superando la idea de la llamada "teoría de la sustitución" y es bueno que así sea. Hemos visto que el hecho de transferir el nombre de Israel a la Iglesia, como nuevo Israel, no es correcto. En efecto, hemos verificado que San Pablo en particular, y el Nuevo Testamento en general, tienen gran cuidado de no emplear el nombre "Israel" para referirse a la Iglesia o a los cristianos. Estas solas apreciaciones lingüísticas son suficientes para entender que la Iglesia no ha sustituido a Israel.

Ahondando sobre este tema, el problema de la "teoría de la sustitución" se planteó ante la pregunta de si el "cristianismo" formaba un "nuevo pueblo de Dios" que sustituía al antiguo, o si existía un "único pueblo de Dios" que comenzó con Abraham, y al que luego se le incorporaron los gentiles.

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