viernes, 19 de agosto de 2011

DESVIACIONES MODERNAS EN LA INTERPRETACIÓN DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS (4 de 8)

Hay un hecho que me ha ocupado a lo largo de mi vida sacerdotal y que me sigue provocando a pensar y sobre todo a discernir.
Ese hecho es la coexistencia de, por un lado, una normativa eclesial muy clara sobre la hermenéutica bíblica, normada desde León XIII en adelante por varias encíclicas pontificias y finalmente en el Concilio Vaticano II por la Constitución Dei Verbum y particularmente su número 12,
y por otro lado las desviaciones en la interpretación de las Sagradas Escrituras que proliferan en nuestros tiempos a pesar de la normativa eclesial.

Me he ocupado por escrito, en mi vida, por lo menos en seis principales oportunidades, de la Dei Verbum como norma de la hermenéutica católica y de los errores hermenéuticos contemporáneos, principalmente del abuso del sentido acomodado, que no es sentido propiamente bíblico, sino un sentido que el lector atribuye arbitrariamente al texto bíblico. No es el sentido que ese texto tiene por inspiración divina, sino por una inspiración humana privada, que sin embargo se reviste abusivamente de la autoridad del texto inspirado.

Éxodo y Liberación
El primer escrito que recuerdo haber dedicado al tema, fue un breve artículo titulado: Éxodo y Liberación publicado en la revista Víspera en diciembre de 1970. [Éxodo y Liberación, en: Víspera (Montevideo) (Oct.-Dic. 1970) Nº 19-20, pp. 33-37]

En él cuestionaba el uso acomodado y extra-bíblico que autores como Gustavo Gutiérrez, Leonardo Boff, Juan Luis Segundo y otros, hacían del relato del Éxodo, para usarlo como paradigma de la liberación social y política a la que ellos se referían con un enfoque a-religioso no sólo ajeno, sino contrario, al sentido literal y sobre todo tipológico del relato.