miércoles, 14 de abril de 2010

EN UN PRINCIPIO ERA EL VERBO
Para entender mejor el prólogo
del evangelio según san Juan

LA MEMRÁ DE ADONAY
En el Targum palestino del Pentateuco:
Neophyti 1


Gustavo Doré: La Creación de la Luz

1) El Verbo de Dios, o la Palabra de Dios, (en griego el Lógos tou Theou), es el Personaje principal del prólogo del Evangelio según San Juan. Él era, es y será. Por eso Juan lo llamará "Alfa y Omega".
El Verbo de Dios, hecho carne en Jesucristo, es el personaje central no solamente del Prólogo sino de todo el Evangelio y a él se refieren también las Cartas y el Apocalipsis.

2) El Verbo era antes de todo. De ahí que el Evangelio de Juan comienza con una mirada hacia “el principio”. Pero el Verbo será hasta el fin: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”. Y por eso, el Evangelio según san Juan termina con una mirada hacia el fin de los tiempos, que tiene su prolongación en el libro del Apocalipsis. Alfa y Omega, Principio y fin. Entre esos dos paréntesis, se encierra la manifestación histórica de la Palabra hecha Carne: el ministerio público del Señor en Palestina.

3) Durante mucho tiempo, muchos estudiosos de la Sagrada Escritura pensaban que Juan había tomado el término “Logos” del universo cultural griego-helenístico. De hecho autores judíos como Filón de Alejandría habían entrado en diálogo con la cultura helenística, la cual dejó su impronta en su pensamiento y en sus obras. No hay que asombrarse de que esa cultura hubiera influido en el judaísmo palestino a consecuencia de la prolongada dominación griega sobre el judaísmo palestino y de la diáspora de muchos judíos en el mundo mediterráneo.
Pero en 1956